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Crédito: Agencia Uno
La comisión de Sistema Político del órgano, aprobó la creación de dos nuevas figuras en el Poder Ejecutivo: un vicepresidente y un ministro de Gobierno. Hace alguna semanas, el Partido Comunista, Frente Amplio y sectores independientes, habían alcanzado un acuerdo para alcanzar un punto medio entre la unicameralidad y el bicameralismo asimétrico, que planteaba la derecha. Este acuerdo, llamado «Consejo Territorial» que cuenta con facultades limitadas y fortalece el sistema Unicameral en el Congreso, fue poco a poco desestimado por el PS y otros sectores del centro, quienes se alinearon a un organismo propuesto por la derecha, una Cámara Territorial. El hecho generó la molestia de diversos constituyentes, entre ellos, Jaime Bassa, quien aseguró que «pareciera que faltan convicciones democráticas. Están poniendo en juego la viabilidad del proceso constituyente». A sus palabras, se sumaron las del convencional del CS Pedro Muñoz, quien afirmó que «nos hemos reservado la posibilidad de configurar de mejor manera esta Cámara Territorial, que no es un Senado, ahí las caricaturas». El constituyente Raúl Célis (RN), mostró su negativa debido a que se acerca a un sistema semipresidencial. «No me parece razonable a esas dos figuras agregarle un ministro Jefe de Gobierno».
La comisión de Sistema Político está cada vez mas cerca de finalizar la votación de las más de 700 indicaciones que fueron ingresadas al primer informe. Dentro del órgano, esperan llegar a un acuerdo final, para así, poder destrabar diferencias que se han generado entre la centroizquierda y la izquierda a raíz de la eliminación del Senado.
Este punto continua generando diferencias entre los convencionales, por lo que aun no existe un nombre para definir el reemplazo del organismo.
Semanas atrás el PC, el FA y sectores independientes, llegaron a un acuerdo con INN, PS y el Colectivo del Apruebo para alcanzar un punto medio entre la unicameralidad y el bicameralismo asimétrico que plantea la derecha con la centroizquierda. Este acuerdo se llama «Consejo Territorial», el cual cuenta con facultades limitadas y fortalece el sistema Unicameral en el Congreso.
Pasado el tiempo, las posturas del PS y otros sectores del centro, se fueron alineando con el organismo que propuso la derecha, la cual plantea una «Cámara Territorial», que cuenta con diversas facultades, entre ellas, la aprobación de los tratados internacionales.
La convencional del Frente Amplio, Constanza Schonhaut, criticó a quienes se alinearon con la derecha, debido a que su propuesta conllevaría la existencia de un Senado.
«Pone en riesgo las confianzas para el trabajo de cara a los dos tercios en el pleno, en nombre de un bicameralismo asimétrico, parecieran estar constituyendo un Senado como lo conocemos hoy día», aseguró.
En la misma línea, el constituyente Jaime Bassa, puso en duda la viabilidad del proceso que impulsa la derecha con la «Cámara Territorial».
“Puede que el acuerdo se rompa, efectivamente. Aquí pareciera que faltan convicciones democráticas. Están poniendo en juego la viabilidad del proceso constituyente, precisamente, porque no podemos tener una nueva Constitución que no defina adecuadamente como se ejercen los tres grandes poderes del Estado”, aseveró.
Respondiendo a la Schonhaut, el convencional del CS Pedro Muñoz, desestimó que el acuerdo «estuviera en riesgo».
“No veo ningún acuerdo en riesgo, este es un acuerdo base, siempre lo hemos dicho de esa manera. Pero nosotros nos hemos reservado la posibilidad de configurar de mejor manera esta cámara territorial, que no es un Senado, ahí las caricaturas», reprochó.
En cuanto a las dos figuras nuevas que se aprobaron para su llegada al Poder Ejecutivo, un vicepresidente (dupla paritaria) y un ministro de Gobierno, no convenció al constituyente Raúl Célis (RN), quien aseguró que la figura de ministro de Gobierno se acerca a un presidencialismo.
«Yo puedo entender la existencia de un Presidente y un vicepresidente, de hecho, nosotros así lo postulamos, pero no me parece razonable a esas dos figuras agregarles un ministro Jefe de Gobierno, porque nos acerca a un régimen semipresidencial», sostiene.
«Establece una burocracia exagerada y no se entiende bien cual es el papel que va a desempeñar», concluyó.
