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Crédito: Agencia Uno (referencia)
La disolución del Congreso generó renuncias masivas de autoridades peruanas que se oponen a las acciones del ex Presidente.
Diversas reacciones internacionales ha generado el llamado a disolver el Congreso por parte del ahora expresidente de Perú Pedro Castillo, quien finalmente fue destituido por el parlamento de dicho país y actualmente se encuentra detenido.
La cancillería Argentina publicó en su cuenta de Twitter: «Argentina lamenta y expresa su profunda preocupación por la crisis política que atraviesa la hermana República del Perú, y hace un llamado a todos los actores políticos y sociales a que se resguarden las instituciones democráticas, el estado de derecho y el orden constitucional».
La cancillería Colombiana señaló en un comunicado que «Colombia condena todo atentado contra la democracia, venga de donde venga, y recuerda que la democracia requiere el reconocimiento de la voluntad popular expresada tanto en las elecciones para presidente como para el congreso».
El gobierno de Ecuador manifestó su profunda preocupación por la situación que está viviendo Perú e hizo un llamado a mantener el Estado de Derecho y Democracia del país.
Respecto a Norteamérica, la embajada estadounidense manifestó en un comunicado que su país “rechaza categóricamente cualquier acto extraconstitucional del presidente Castillo para impedir que el Congreso cumpla con su mandato”.
El gobierno estadounidense insta “enfáticamente al presidente Castillo a revertir su intento de cerrar el Congreso y permitir que las instituciones democráticas de Perú funcionen según la Constitución”.
Además, España expresó en un comunicado que condena la «ruptura del orden constitucional» que ha realizado Castillo y aboga «por el restablecimiento de la normalidad democrática».
Tras la destitución de Pedro Castillo, Dina Boluarte asumirá la presidencia del país. Ella también expresó su opinión contraria a las acciones de Castillo: “rechazo la decisión de Pedro Castillo de perpetrar el quiebre del orden constitucional con el cierre del Congreso. Se trata de un golpe de Estado que agrava la crisis política e institucional que la sociedad peruana tendrá que superar con estricto apego a la ley”.
