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Créditos Imagen: Agencia Uno
En marzo se han registrado 62 fallecimientos de lobos marinos en la Región de Antofagasta por influenza aviar. No obstante, científicos sostienen que, por el momento, la proporción de muertes es baja respecto a la población total de estos mamíferos, pero expresan que se debe mantener la vigilancia y el trabajo de los organismos supervisores.
El 8 de diciembre de 2022 el ministro de Agricultura, Esteban Valenzuela, reportó el hallazgo del primer caso de gripe aviar en Arica. Desde entonces los contagios no han dejado de aumentar entre las aves silvestres y afectando también a las de traspatio.
Es más, ya fue confirmado un primer caso en un plantel comercial de carnes blancas de Agrosuper en Rancagua. Sin embargo, las aves no son las únicas afectadas por gripe aviar de alta patogenicidad (H5N1), también se han registrado casos de mamíferos, principalmente en lobos marinos.
El 16 de febrero el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca) confirmó el primer caso en la Región de Antofagasta. En total se han registrado 112 lobos marinos muertos en diversos puntos del borde costero y 62 decesos han ocurrido en lo que va de marzo.
Mientras que en el caso de la Región de Atacama, Sernapesca detalló que se han registrado 11 lobos marinos muertos durante el pasado fin de semana y un total de 128 pingüinos de Humboldt. Debido a esto, es que en la macrozona norte del país, se inició un procedimiento de monitoreo de las costas regionales para evaluar el estado de las pingüineras y loberas.
La situación abre dudas sobre el impacto que pueden tener estas muertes masivas para el equilibrio del ecosistema marino. El Doctor en Ciencias Biológicas, Angello Retamal, y científico del Centro de Investigación en Inmunología Biomédica de la Universidad de Antofagasta, espera firmar un convenio con el SAG de la Región de Antofagasta y la Fundación Kennedy para la conservación de humedales, para realizar un análisis de esta situación durante el 2023.
El científico expresó a Emol que “busca entender qué va a pasar con este brote de influenza aviar en nuestra fauna endémica. Para ello, ya estamos comenzando con los protocolos para tener acceso a las muestras que toma el SAG, analizarlos en nuestro laboratorio y poder ir vigilando, a la espera que este brote se autolimite y no permanezca endémico (…) tenemos que entender, ahora con datos, cómo va progresando esto”.
Por eso, subraya que para evitar que el virus permanezca por demasiado tiempo en la zona, son clave todas las acciones que realiza el SAG con apoyo de la autoridad regional y los planteles. Esto, además, implica acciones como “poder detectar animales muertos, poder trasladarlos a fosas y alejarlos de otros depredadores, porque no sólo nos preocupan los lobos marinos, sino que también los jotes, pese a ser animales poco carismáticos y carroñeros, están sufriendo”.
Por otro lado, la doctora en Ecología y Biología Evolutiva y académica de la Universidad de Valparaíso, Martiza Sepúlveda comentó que las cifras de lobos marinos fallecidos aún son bajas, sin embargo, “es cierto que la cantidad de animales que llegan a las playas es una proporción menor de los que realmente están muriendo, por lo que presumiblemente sean bastante más de los que llegan a la orilla”, señaló a Emol.
En ese sentido, la también bióloga marina explica que “si pensamos que todavía es un número bajo, en términos de ecosistema todavía no deberían ejercer un rol tan importante ni un impacto tan significativo”.
No obstante, es cierto que “los lobos marinos ejercen un rol de controladores de las poblaciones de presas, entonces una disminución de la población, puede afectar eso”.
En la misma línea, Retamal también sostiene que por lo pronto no es posible hablar de una “afectación al ecosistema”.
“El caso de los mamíferos nos preocupa, si consideramos que además en Arica ya reportaron un chungungo muerto que estaba contagiado, y además, porque en el ecosistema tenemos distintos mamíferos. Por eso estamos trabajando con el SAG, para aportar en respuestas orgánicas en esta materia”, subrayó.
