Gastronomía
Productos frescos y de elaboración propia destacan en este restaurant en el corazón de Bellavista y que busca rescatar la cocina más tradicional de Asia, aunque también se permite fusionar algunos sabores.
En la Calle Constitución, en el clásico Barrio Bellavista, se encuentra ubicado Ootoya, un bistró asiático que se ha ido consolidando -desde su apertura hace poco más de dos años- como una parada obligada para todos los amantes de la gastronomía oriental en Santiago. Pese a que su público inevitablemente bajó tras el estallido social por ubicarse en una zona cercana a Plaza Baquedano, ha sabido sobrevivir a punta de trabajo, delivery y sabor.
La propuesta del lugar es llevar a los comensales al otro lado del mundo, rescatando sabores tradicionales y populares, esos que se encuentran en las calles y casas de diversos países orientales. No es de extrañar entonces que parte de su público sea originario de esas lejanas tierras que encuentran en Ootoya parte de su cultura.
A la propuesta de la carta comandada por el chef de origen chino Peiyi Cai, se han sumado nuevos platos y cocteles, trabajando
con ingredientes frescos y materias primas elaboradas en el mismo restaurant.
Uno de los aperitivos que destaca son los Shrimp wantón ($5.500) que pueden ser al vapor o frito, y con un abundante relleno de pasta de camarón, acompañados con salsa de soya o agridulce, respectivamente.
Entre las apuestas están los Frijoles de soya ($3.600) -al vapor o salteados- es salsa de soya, en aceite y semillas de sésamo y con un toque de sésamo. Los salteados están más cocidos que al dente, pero pueden ser un poco difícil de mascar por lo que es mejor pedir la opción al vapor.
Otra exquisita opción son los Dumplings de Szechuan ($5.500) que consiste en seis unidades rellenas de cerdo y camarón con salsa picante de maní y sésamo.
Para quienes buscan algo más fresco, hay diversas ensaladas. Destaca la Mixta de Sashimi ($8.600), con atún, salmón, camarón, palometa y pulpo a base de miso, ese característico condimento hecho de semillas de soya y sal marina fermentada con el hongo koji.
Los Noodles (fideos) son artesanales y elaborados en el local pueden ser de arroz o trigo. Ellos son también fundamentales en los Ramen (sopa de fideos) y en Niurou Mian ($8.000), un caldo de res con carne de vacuno guisada, huevo y vegetales.
En la comida asiática no puede faltar los rolls. Además de los tradicionales, una interesante alternativa fusión es Ikki Roll ($6.100) de tamago, kanikama, palta con topping de queso mozzarella, masago, queso crema y salsa de la casa con toques de mango y maracuyá.
Interesante también es la coctelería que han elaborado como Shogana sake con manzanilla, sake y maracuyá y el Mojito Green con ron de coco y té matcha.
Más información en www.ootoya.cl.
