Muy similar a una experiencia de ciencia ficción, conducir el nuevo Mercedes AMG A35 es una fusión entre la sorprendente asistente por voz, y el emocionante poder deportivo de AMG. Conducirlo es vivir la velocidad con tu smartphone como copiloto.
Es día de trabajo y la cita con el director de TV es en Tobalaba con Vespucio, Providencia, Santiago. Cómodamente esperando en un día de verano, con climatizador programado por voz (“hey Mercedes: pon la temperatura a 18 grados”). La sorpresa proviene del exterior: ¡¡¡Qué lindo auto!!!
Las líneas de la nueva Clase A, ganador de múltiples galardones, incluído el “Mejor de los Mejores en Chile 2019”, se ve potenciada en su variante de mayor poder. AMG es sinónimo de performance y también de una actitud y estética más agresiva y técnica.
Así, el atractivo hatchback compacto urbano, se convierte en una máquina de precisión desarrollada para la velocidad y la emoción. ¿Las diferencias? los detalles deportivos, las llantas en negro, los cinturones de seguridad en rojo, las tomas de aire y los escapes, una distancia al suelo de deportivo, muy baja -que llena de ansiedad en estacionamientos-, definen su estética. Veloz, severo, intenso.
El interior sigue la línea: alta tecnología, un enfoque completamente práctico y técnico, sin perder en calidad de materiales ni en confort, pero no es un auto para mirar. Es un auto para conducir. Claro, hasta cuándo dices en voz alta: ¡Hola Mercedes!
Porque entonces se despliega la asistente virtual que ya equipa a la mayoría de la gama de Mercedes-Benz y que -hay que decirlo- hoy se convierte en un diferenciador clave, sobre todo si se integra con un smartphone. Resolver con comando vocal la temperatura, la estación de radio o la navegación hacia el lugar de destino, cambia en mucho la experiencia de conducir un auto.
“Mercedes, temperatura a 19 grados”… y la respuesta no se hace esperar: “Temperatura a 19°”, listo, todo gracias a la inteligencia del sistema denominado mubx (Mercedes User Experience).
Desarrollado para convertir la ingeniería en emociones, el Mercedes-AMG A 35 conoce a su consumidor y lo consiente con pequeños detalles bien pensados que sugieren que estás en un bólido de verdad: detalles en aluminio, toberas de aire deportivas, panel digital con los parámetros que cambian según el modo de manejo: personal, confort, eco, sport y sport +. Éste último el modo donde se desata la bestia.
Porque el Mercedes-AMG A 35 tiene como corazón un motor de 2 litros, turbocargado de gasolina que pone a disposición del acelerador 306 caballos de fuerza e imponentes 400 Nm de torsión. Son magnitudes que aplicadas a un auto ligero, lo llevan a cifras emocionantes, como acelerar de 0 a 100 km/h en 4,7 segundos.
En modo confort si bien es un auto cómodo para la ciudad, sobre todo por sus dimensiones y su comportamiento dinámico, su suspensión puede ser algo exigente, precisamente por mantener ese tacto deportivo. Aun así se trata de un AMG e incluso en el modo más amable, responde enérgicamente cuando se acelera.
Pero no es nada comparado con el modo Sport conectado, donde el motor se libera, respira mejor y su sofisticada transmisión AMG Speedshift, de doble embrague y siete velocidades deja subir en revoluciones para una aceleración emocionante y controlada. Más extremo es en modo Sport +, creo más recomendable para gente que tiene conocimiento de manejo deportivo, ya que esta pequeña bestia de la velocidad libera toda su furia contenida.
Porque no solo es bien equipado, veloz y atractivo, es también el modelo AMG que hoy en Chile abre el mundo del alto performance de la marca que domina la Fórmula Uno. Un imperdible para agendar prueba, velocidad y performance de punta en un formato atractivo y extremadamente tecnológico.