Viajes
Ansiedad, insomnio y problemas familiares son algunos de los principales problemas psicológicos que aquejan a millones de chilenos. Para los expertos en la materia, entre 3 y 4 semanas es lo mínimo que uno necesita para lograr una verdadera desconexión y ver buenos resultados en su salud mental.
Relajo, desconexión, libertad y diversión es lo que muchos de los trabajadores buscan en algún momento del año con anheladas vacaciones. Días que hoy, con la pandemia del coronavirus, parecen todavía un poco lejanos.
Peor aún, varias personas no habían podido tomar en el último verano. Según datos entregados por la Universidad de Playa Ancha, durante el año 2019 el 56% de los chilenos no pudieron tomarse vacaciones post- estallido social, por falta de dinero.
Con un panorama económico peor al del año pasado, sumado a que muchos trabajadores se vieron forzados a tomarse vacaciones no planeadas, la actual realidad, no se ve mejor. “Este año ha sido particularmente muy fuerte, emocionalmente hablando. Todos tuvimos que cambiar nuestras rutinas de manera muy brusca y si añadimos que muchos no van a poder tomarse vacaciones, la salud mental en este país, no se verá muy beneficiada», comenta Manuel Araya, psicólogo de psyalive.com
Según cifras de esta misma plataforma, en sus más de 6 millones de terapias que han realizado desde que comenzó la pandemia, los principales problemas son: ansiedad (24%), insomnio (14%), problemas familiares ( 6%). “Estos y muchos otros problemas psicológicos, se pueden ir reduciendo con un período de desconexión prudente. Desde la psicología, siempre se recomienda como mínimo entre 3 y 4 semanas”, añade Araya.
Así lo avala también la OMS, donde hacen un llamado a que las empresas sean flexibles y respeten estos acuerdos laborales con sus trabajadores.”Si una compañía no tiene en cuenta la salud de sus trabajadores, simplemente se verá afectada de manera proporcional;su producción a corto y largo plazo; generando pérdidas significativas y no sola a nivel material”, explican desde la organización.
Para Araya, la mejor forma de sacarle provecho a las vacaciones, es rompiendo esquemas y no caer en rutinas.“Mucha gente se va de viaje a otros lugares para conocer o ver a familiares y en ese periodo se crea otra rutina. La idea de las vacaciones es hacer cosas distintas. La mente es muy sabia en ese sentido y es difícil salir de ahí. Pero salir de ahí, significa tener un buen descanso.
Considerando que la pandemia limita los viajes interregionales o que muchas personas no podrán tomarse vacaciones por falta de dinero, el psicólogo recomienda:
– Marcar los límites de horario en relación a la jornada laboral. Es vital hacer ese quiebre simbólico en algún momento del día, para diferenciar bien el trabajo versus el descanso.
– Buscar espacios de recreación fuera del lugar habitual de trabajo. Los lugares de alguna u otra forma no dejan ciertas sensaciones que a veces son difíciles de olvidar. Por lo mismo, si se lee un libro, por ejemplo, no hacerlo en el mismo sector en el que se trabaja diariamente.
– Disfrutar el ocio. Encontrar nuevas cosas o potenciar ciertos pasatiempos que nos guste hacer y ayuden a desconectarnos del día a día.
