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Tras más de 100 años de historia, la marca de lujo británica decidió incursionar en este nuevo segmento.
Presentado en el Salón de Los Ángeles en 2019, el SUV DBX se convirtió en el primer vehículo familiar de Aston Martin, con el que la marca inició «una nueva era», sin alejarse de los valores que la han caracterizado por más de un siglo de historia. Las primeras unidades comenzaron a producirse en diciembre de 2019 en la fábrica de Gales y hoy hace su estreno en suelo nacional.
Tras un largo proceso de desarrollo para conseguir un modelo con un buen rendimiento, estilo y maniobrabilidad en un segmento sin explorar para la compañía, se creó un SUV con la misma versatilidad y lujo de sus superdeportivos, gracias a un motor V8 (al igual que el Vantage y el DB11 V8), que le permite alcanzar los 100 km/h en 4.5 segundos y finalmente los 291 km/h con 550 caballos de fuerza y una caja automática de nueve velocidades.
Además, cuenta con un sistema de tracción total que incluye un diferencial central activo y un diferencial trasero de deslizamiento limitado que distribuye la potencia entre las ruedas posteriores. También dispone de un software que le permite tener un comportamiento diferente en carretera y en otras superficies de escasa adherencia, provocando cambios en el motor, transmisión, tracción y suspensión.
Utilizando aluminio adherido, un método de construcción que la empresa británica ha perfeccionado a través del desarrollo de sus otros modelos, la estructura de la carrocería es muy liviana, pero también rígida, entregando una elegante silueta de SUV Coupé. En la parte frontal posee una parrilla de seis líneas horizontales cromadas, con focos ovalados y luces led diurnas rectangulares, pero con esquinas curvas.
El interior, hecho a mano, ha sido diseñado para brindar el mismo espacio y comodidad en todos sus espacios, combinándolo con un techo y ventanas panorámicas para ofrecer un ambiente al habitáculo luminoso y espacioso. El uso de asientos deportivos en la parte delantera no solo brinda al conductor un apoyo excepcional y cómodo para la conducción en largas distancias, sino que también entrega más espacio para los ocupantes de los asientos traseros.
El diseño aerodinámico ha jugado un papel clave, no solo en el exterior del vehículo, sino también en la comodidad de los pasajeros al mantener el ruido de la cabina al mínimo a alta velocidad, gracias al uso de tecnología aeroacústica computacional.
Esto se complementa con un volante parecido al del Aston Martin DB11 y un display de 12,3″ para la instrumentación para el conductor. Además, cuenta con un sistema de infoentretenimiento con pantalla de 10,25″ y Apple CarPlay de serie, incluye un sistema de cámaras de 360 grados e iluminación ambiental que ofrece 64 colores diferentes en dos zonas, en una consola fabricada en fibra de carbono.
