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La dificultad de la tenencia responsable de felinos en regiones Mascotas

La dificultad de la tenencia responsable de felinos en regiones

Aunque son mascotas muy comunes en los hogares chilenos, tenerlas puede ser una odisea. A contracara de su ternura, las enfermedades que pueden desarrollar por no comer una comida de calidad, estar expuestas al sol o sencillamente por herencia materna, pueden ser complejas de tratar debido a la falta de veterinarios formados o el costo del acceso a la salud.


“La cobijé entre mis brazos y le dije que por favor mostrará su venita para que fuera menos doloroso, se le vió y la inyectaron: murió abrazada a mí.” Así recuerda la eutanasia de su gata Pilar Múñoz, quien recogió a Duquesa cuando tenía menos de un mes, una felina de pelaje blanco y ojos claros. A sus tres años, “se enfermó un lunes y falleció un viernes” luego de fiebres, pelaje opaco y siestas de mañana a noche, dijo con la voz entrecortada. 

Esta imagen vino a su mente cuando llevó por primera vez a León y Minina al veterinario, dos hermanos que adoptó a través de El Refugio de Yuyin, el cual acoge felinos rescatados en Puerto Montt. Antes de castrarlos, les hizo un test para estar preparada “emocionalmente” en caso que saliera positivo, y así sucedió con el gato macho: tiene leucemia.

La leucemia, los cálculos renales y los cánceres son muy comunes en estos animales. Cristina Cárcamo, integrante del refugio que dio en adopción los gatos a Pilar, lleva años participando de organizaciones de rescate, y conoce los tratamientos y valores que conllevan estos tratamientos. “Hay una diferencia terrible de precios” sostuvo y agregó un ejemplo: “una esterilización muy barata, si no es gratis, puede costar 25 mil pesos. Y la más cara puede valer 80 mil pesos”. 

Constanza Coñuema, quien preside Kurochan Pro Animal, concordó con lo planteado por Cárcamo y agregó que en Copiapó, ciudad a la cual suelen acercarse como rescatistas ante la falta de profesionales y medicamentos en la otra ciudad, una operación “puede costar entre 100 mil y 600 mil pesos”, es decir, casi dos sueldos mínimos. Además, sostuvo que los felinos suelen ser rescatados en muy mal estado y su recuperación incluye atenciones médicas, medicamentos y en ciertos casos cirugías para lo cual “muchas veces faltan veterinarios” o bien los que hay “carecen de experiencia en el tratamiento de ciertas enfermedades”.

Asimismo, la calidad de los alimentos que se venden en supermercados “es muy mala” lo cual “incrementa la posibilidad de desarrollar enfermedades” aseguró Pilar, quien debido al amor por los gatos, tiene nueve peludos en su casa, que durante un tiempo fue un albergue transitorio para felinos abandonados y luego dejó de serlo ante la tristeza que le provocaba ver “gatitos recogidos: con sarna, heridos, esqueléticos”, resultado de la falta de tenencia responsable de mascotas, misma opinión que compartió Cristina. La falta de responsabilidad existe, pero “hay más conciencia” , aseveró Constanza, ya que muchos ante la falta de medicamentos o la búsqueda de veterinarios “acuden a las redes sociales y organizaciones vinculadas a la causa animal” ante la necesidad del no saber o no tener.

Alergias, cálculos renales o cáncer de piel: diferentes problemas de acuerdo a la zona geográfica

Sebastián García es un veterinario especializado en tratamientos oncológicos. Estudió en la Universidad Mayor de Santiago, tomó diversos cursos de posgrado relacionados con el cáncer de gatos y se radicó en la ciudad de La Serena, lugar donde vive hoy. Cada un mes y medio viaja a Copiapó, y también suele visitar la ciudad de Vallenar y Santiago ante la falta de veterinarios especializados en Chile. 

El gato, a diferencia del perro, es un animal más complejo. Y es quizá, de acuerdo a la información brindada por García, ese el motivo de la falta de veterinarios que tratan felinos. Además, a lo largo y ancho del país, la prevalencia de enfermedades son distintas: “en Copiapó, los gatos suelen tener cáncer de piel por la exposición al sol y en La Serena se ven más alergias. En tanto, adhirió,  “en Tierra Amarilla suele haber más cáncer estomacal y cálculos renales por la calidad del agua, enfermedades distintas a las que se pueden encontrar en el sur del país”. Según el veterinario, existen condiciones ambientales y químicas para el desarrollo de problemas de salud y su tratamiento puede tener distintos valores.

Respecto a los costos, el especialista subrayó que los precios son distintos dependiendo del caso y que “la gente que menos tiene es la que menos se queja”. También contó que un paciente le dijo en una consulta que se estaba “gastando su 10’% (en referencia a los retiros de fondos previsionales) en salvar a su gato”.

En este sentido, tanto Constanza como Pilar y Cristina coinciden en que los precios de las consultas, tratamientos, operaciones y remedios, pueden llegar a ser tan altos que se vuelven inaccesibles “sobre todo para personas más vulnerables, como personas mayores” destacó Cristina. La presidenta del refugio nortino fue más lejos y aseveró que se “deberían fiscalizar los precios ya que muchas veces, se cobra lo que quiere”, dijo Coñueman en relación a la falta de control en estos espacios.

Pese a la entrada en vigor, en 2017, de la Ley de Tenencia Responsable de Mascotas y Animales de Compañía (conocida como Ley Cholito), la falta de responsabilidad de parte de algunas personas que abandonan animales (provocando su reproducción descontrolada y propiciando con ello la propagación de enfermedades), al igual que la falta de garantías de acceso a la salud de las mascotas en ciertas zonas, hacen que aun la tenencia responsable sea una materia pendiente que trabajar en el país, más aún si se trata de felinos que, por lo visto, suponen una tenencia de mayor complejidad. 

 

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