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Los desafíos titánicos de la Conferencia de Niza y la ambición chilena para organizar la UNOC4

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¡Hola! Desde ayer lunes, la ciudad portuaria de Niza, en Francia, es sede de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos y, por ende, epicentro del debate global para procurar la protección de los mares y ralentizar su permanente y peligroso deterioro. La discusión política no es ni será sencilla. Los esfuerzos de conservación y el trabajo de la comunidad científica de alto nivel se verán enfrentados al lobby petrolero de las empresas de los combustibles fósiles, a la minería submarina y los gobiernos, como el de Estados Unidos, que con su ausencia en esta valiosa cita buscan reducir el impacto de la multilateralidad en la conservación oceánica.

La presión no será menor, pero están puestas todas las fichas en la Declaración de Niza, la que –aun cuando no será vinculante– reforzará el sentido de urgencia de las naciones que sí están por frenar el deterioro y ampliar las herramientas para la conservación, y que tendrán su correspondiente correlato en la COP30 que se llevará a cabo a fines de año en Belém, Brasil.

  • Chile no está ausente de esta discusión. Es más, la delegación nacional lleva agenda propia. Junto a Corea, buscarán organizar la cuarta Conferencia de los Océanos el año 2028 y consolidar la postulación de Valparaíso como sede de la ONU para el acuerdo de alta de mar.
  • Estas propuestas forman parte de esta edición especial de Juego Limpio dedicada a los océanos, que incluye una actualización de los últimos informes científicos sobre la salud oceánica; los titánicos desafíos políticos de la multilateralidad en la UNOC3 y un par de buenas noticias, como la alianza chilena para proteger a las ballenas de la colisión con embarcaciones pesqueras, tras revelarse que Chile ostenta el triste récord mundial de mortalidad de cetáceos; y la innovadora iniciativa OceanIA, que reúne lo mejor ciencia oceánica con el desarrollo de inteligencia artificial de vanguardia para, desde nuestro país, contribuir en soluciones climáticas de alcance global.
  • Y, por último, les cuento de las millonarias inversiones de CAF –banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe– para potenciar la economía azul y así convertirse en actor preponderante de la gobernanza oceánica.
  • Y en las breves medioambientales, te adelanto el debate que tendrá lugar este miércoles, que enfrentará a las candidatas Carolina Tohá y Evelyn Matthei sobre la permisología.

Listo, ya saben de qué viene este especial oceánico. Ahora, a sujetarse bien la escafandra, que nos sumergimos en Juego Limpio en 4, 3, 2, 1… ¡Al agua!

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Conferencia de Niza se celebra en un momento crítico para los océanos

Desde ayer, 9 de junio, una buena cantidad de los actores más relevantes del mundo –públicos y privados– se encuentran reunidos en Niza, Francia, para abordar el acelerado deterioro del mar. Esto, en el marco de la Tercera Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos (UNOC3).

La reunión se entiende como urgente. Y lo es. A lo largo de los 10 años transcurridos desde el Acuerdo de París –que fijó como meta la reducción del calentamiento global del planeta– han sido cientos, si no miles, los informes científicos que han puesto el acento principal en la urgente necesidad de evitar el permanente deterioro de los océanos, donde estaría la clave de soluciones y, de no lograrlo, también de nuestros males.

Para entender la importancia de la política global, primero hay que dimensionar la magnitud del problema. En Juego Limpio haremos un esfuerzo de síntesis.

  • En el informe del Estado Global del Clima de 2024 (y de sus mapas interactivos) desde la firma del Acuerdo de París en 2015, nuestras emisiones han añadido al océano unos 104 zettajulios, vale decir, la energía equivalente a 1.700 billones (escala europea) de bombas atómicas. Para entender, un zettajulio (ZJ) es una unidad de medida de energía y su valor es gigantesco. Cuando se dice que se han acumulado 104 ZJ, significa que se ha absorbido una cantidad colosal de calor. Es una forma de ilustrar cuánta energía extra se está atrapando en el sistema climático a raíz del calentamiento global.

¿La consecuencia de ello? Aumento de la temperatura del océano, derretimiento de hielos (ártico y antártico), elevación del nivel del mar, acidificación de los mares y olas de calor marino, entre otros.

Veamos algunos datos:

  • Según Copernicus, el hielo marino global diario alcanzó un mínimo histórico en febrero de 2025. La extensión y el volumen máximos del hielo marino en 2023 y 2024 también fueron dramáticamente inferiores a los años anteriores.
  • El nivel del mar alcanzó un récord en 2024, y la tasa de aumento de ese nivel se ha incrementado desde 2015. La comunidad científica ha concluido que revertirlo llevaría entre cientos y miles de años, incluso si empezáramos ahora.
  • El pH medio global del océano ha estado disminuyendo de manera constante, a ritmos que no se han visto en al menos los últimos 26 mil años, volviendo el océano más ácido. En promedio, el océano es ahora un 4% más ácido que en 2015. En 2024, el Planetary Health Check del Instituto de Potsdam advirtió que la acidificación oceánica podría convertirse pronto en el séptimo límite planetario en ser superado.
  • La temperatura media global de la superficie del mar alcanzó un récord en 2024, con 0,84 °C por encima del promedio para la época del año, superando el récord anterior, de 2023. El océano ha absorbido alrededor del 90% del calor adicional generado por la quema de combustibles fósiles y la deforestación, pero su capacidad para seguir absorbiéndolo se está ralentizando, por lo que más calor permanece en la superficie.
  • Durante los veranos de 2023 y 2024 se registraron casi 3,5 veces más días de olas de calor marinas que el promedio. También se produjeron olas de calor extremas e históricas en 2022. La mitad de las olas de calor marinas desde 2000 no habrían ocurrido sin el calentamiento global y ahora duran tres veces más que en 1940.
  • Solo como ejemplo, una ola de calor marina entre 2013-2016, apodada “The Blob”, provocó la inanición de miles de crías de león marino en California, mató a cuatro millones de araos comunes y probablemente causó una disminución del 34% en el número de ballenas jorobadas en Hawái. Las olas de calor marinas de 2023-2024 provocaron el cierre de las pesquerías de anchoveta en Perú, con pérdidas estimadas de 1.400 millones de dólares, y alimentaron la tormenta Daniel –la inundación más mortífera de África, con hasta 10 mil muertos–. Ver más información AQUÍ.

Tras esta muy breve síntesis, es posible afirmar sin ninguna duda que la Conferencia de Niza se celebra en un momento crítico, de modo que la acción por los océanos nunca ha sido tan urgente, ya que el mundo se enfrenta a la intensificación de los efectos del cambio climático, a crecientes tensiones comerciales y a una inestabilidad geopolítica cada vez mayor. El año 2024 batió todos los récords mundiales de calor, tanto en tierra como en el mar, lo que puso aún más de relieve la vulnerabilidad de los océanos.

Si bien las medidas climáticas centradas en los océanos, como la conservación y la restauración marinas, pueden ayudar a reducir las emisiones, expertos advierten contra la dependencia excesiva del océano como sumidero de carbono. Sin una reducción rápida y coordinada de las emisiones a nivel mundial, ni siquiera los esfuerzos más enérgicos de conservación marina lograrán detener la pérdida de biodiversidad, ni hacer frente a la emergencia climática en general.

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Los titánicos desafíos políticos de la UNOC3

La Conferencia de las Naciones Unidas sobre sobre los Océanos (UNOC) –coorganizada por Costa Rica y Francia–, que reúne a más de 50 jefes de Estado y supera los 10 mil participantes, constituye la instancia política-multilateral más importante del mundo para abordar la salud, financiación, protección y el desarrollo sostenible del océano.

Aunque la Declaración Final de UNOC3 –conocida como “Declaración Política de Niza”– no será jurídicamente vinculante, su borrador debería apuntar a compromisos concretos en restauración de ecosistemas, financiamiento azul y cumplimiento del Tratado de Alta Mar (BBNJ, por sus siglas en inglés), que podrían marcar el rumbo hacia la próxima Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP30) de Belém 2025.

Según diversos observadores, los diplomáticos oceánicos reunidos en Niza se enfrentan a una presión cada vez mayor para alinear sus agendas con los compromisos adquiridos en el marco de las Naciones Unidas. Entre ellos, figuran la transición hacia la eliminación de los combustibles fósiles, la duplicación de la eficiencia energética y la triplicación de la capacidad de energía renovable para 2030. La incorporación de estos objetivos –y de soluciones basadas en los océanos– será el reto fundamental de la conferencia.

¿Cuáles serán los temas clave?

  • NDC y financiación: los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo, como administradores de más del 30% del océano del mundo, han afirmado en una declaración previa a la conferencia que los países deben presentar Contribuciones Nacionalmente Determinadas (NDC, por sus siglas en inglés) más ambiciosas antes de la COP30 de Belém.
  • Tratado de Alta Mar: destinado a proteger la vida marina en aguas internacionales, aún no ha sido ratificado. Aunque 115 países lo han firmado, solo 22 lo han ratificado hasta ahora, muy por debajo de los 60 necesarios para que el tratado entre en vigor. Los expertos afirman que es clave para cumplir el objetivo mundial de salvaguardar el 30% del océano para 2030 y reforzar su gobernanza.
  • Financiación: el Foro Económico Mundial estima que se necesitan 175 mil millones de dólares al año para que la economía marítima sea sostenible, lo que abarca la reducción de la contaminación, la prevención de la pesca ilegal, la restauración de la biodiversidad y la resiliencia costera. Entre 2015 y 2019 se asignaron menos de 10 mil millones de dólares al objetivo de desarrollo sostenible para proteger el océano.
  • Reunión Lula-Macron: esta reunión se produce tras el compromiso conjunto de Francia y Brasil de situar el océano en el centro de sus agendas políticas y diplomáticas. La asistencia de Lula a la UNOC se da en un momento en que se enfrenta a presiones por sus planes de aprobar perforaciones petrolíferas en el Amazonas, mientras Brasil lidera la diplomacia climática de cara a la COP30.

La idea de una “línea azul” que conecte Niza con Belém ya ha sido adoptada por líderes globales. En diciembre de 2024, los presidentes Emmanuel Macron y Luiz Inácio Lula da Silva firmaron la declaración conjunta “De Niza a Belém”, comprometiéndose a avanzar en gobernanza oceánica, descarbonización marítima y ratificación del tratado BBNJ. Desde Valparaíso, meses después, Chile y Francia reforzaron ese compromiso con una declaración propia, apuntando al liderazgo conjunto para proteger la alta mar y combatir la pesca ilegal.

Pero estas señales diplomáticas deben ser valoradas con realismo. Aquí hay tres puntos clave: primero, la alta mar, que representa más del 60% del océano global, sigue siendo un territorio con reglas débiles o nulas, gobernado por intereses fragmentados y con graves déficits de fiscalización; segundo, las Áreas Marinas Protegidas carecen, en la mayoría de los casos, de presupuesto suficiente y monitoreo; y tercero, la presión industrial sobre los océanos no cesa: minería submarina, expansión portuaria sin evaluación ambiental estratégica, proyectos energéticos en el océano, entre otros, avanzan sin normas claras ni mecanismos de justicia ambiental.

Durante el discurso inaugural de la conferencia, el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, señaló que “vivimos en una era de inestabilidad, pero la determinación que veo aquí me da esperanza. Esperanza de que podamos cambiar el rumbo. De que podamos pasar del saqueo a la protección, de la exclusión a la equidad (…). Hoy tenemos la oportunidad de restaurar la abundancia marina. Lo que se perdió en una generación puede regresar en una generación”.

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La agenda chilena en Niza: organizar la UNOC4 y convertir a Valparaíso en sede de la ONU

En medio de las agendas globales, la delegación chilena fue con agenda propia. El ministro de Relaciones Exteriores de Chile, Alberto van Klaveren –cabeza de la delegación nacional en la inauguración de la Tercera Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos–, durante su participación en la instancia confirmó la propuesta de Chile y Corea para copresidir la Cuarta Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos, que se celebrará en 2028 en Corea.

La formalización de esta coorganización se realizará entre septiembre y diciembre de este año, durante la Asamblea General de la ONU.

Junto a esta propuesta, que ubicaría a Chile en el podio de las naciones más influyentes en materias relativas al océano, el canciller encabezó el principal side events organizado por nuestro país, titulado “Acuerdo BBNJ: una oportunidad para América Latina y el Caribe”, en el que se abordaron las oportunidades del tratado BBNJ para la región.

Fue en ese marco donde Van Klaveren reiteró la propuesta chilena de albergar la Secretaría del Acuerdo BBNJ en Valparaíso, destacando la relevancia de la ciudad puerto como un centro de tradición marítima y fortaleza institucional. Aun cuando ya cuenta con el apoyo de Francia, como nación organizadora de la UNOC3, las gestiones de lobby que debe hacer Chile durante esta cita resultan vitales para consolidar su liderazgo en gobernanza oceánica, al postular a Valparaíso como sede de la Secretaría del histórico Acuerdo BBNJ, destinado a conservar la biodiversidad marina en alta mar. De lograrlo, se convertiría en la primera sede de las Naciones Unidas en América Latina.

Pese a que Chile presenta una candidatura con atributos sólidos y una proyección regional relevante, ese impulso contrasta con las brechas en la gestión de sus propios ecosistemas marinos, tal como lo expuso Lorena Arce, del Observatorio Ciudadano, en una columna de opinión enviada a Juego Limpio y publicada en El Mostrador.

Junto a la sobrepesca, la contaminación industrial y la expansión de la salmonicultura, se suma un incumplimiento sistemático de los derechos de los pueblos indígenas en el borde costero, evidenciado por el estancamiento de solicitudes de Espacios Costeros Marinos de Pueblos Originarios (ECMPO) y reformas legislativas sin consulta previa.

En este contexto, Arce alerta que la aspiración chilena de liderar la conservación global exige coherencia entre el discurso internacional y la acción local. La credibilidad del país en foros como la UNOC3 dependerá tanto de su compromiso con la biodiversidad de alta mar como de su capacidad para proteger sus ecosistemas costeros y respetar los derechos de las comunidades que históricamente han cuidado el mar.

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Alianza chilena logra que protección de ballenas quede registrada en los mapas de navegación

A comienzos de este año, en Juego Limpio publiqué el artículo “Otro récord: Chile es líder mundial en mortalidad de ballenas”. Las conclusiones a las que llegaron los científicos fueron tan categóricas que reconozco que no fue nada de sencillo informar sobre dicho liderazgo.

Caso contrario es el de hoy, ya que Chile dio un paso significativo en la protección de las ballenas que habitan sus aguas. Gracias a una alianza entre las organizaciones ARMASUR, WWF e INTESAL, se consiguió que la medida de mitigación que busca reducir la velocidad de los barcos en zonas de alta concentración de cetáceos quede oficialmente registrada en los mapas de navegación del Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada de Chile (SHOA).

  • Este hito subraya el compromiso del país con la protección de la biodiversidad marina, especialmente en la zona sur austral, un área clave para especies como las ballenas azules, jorobadas y francas.

El proyecto, denominado “Implementación de sistema de alerta y registro de pequeños y grandes cetáceos para disminuir riesgos de interacción con la industria naviera en la zona sur austral”, fue lanzado en 2021 en las regiones de Los Lagos, Aysén y Magallanes.

Su objetivo principal era crear una plataforma que permitiera a las embarcaciones reportar avistamientos de cetáceos, reducir su velocidad y cambiar de rumbo en las áreas donde estos mamíferos marinos se concentran, minimizando el riesgo de colisiones y el impacto del ruido submarino. En la fase piloto, se recibieron más de 180 reportes de avistamientos, lo que permitió a los expertos establecer que la velocidad recomendada en las zonas con alta presencia de ballenas es de 10 nudos.

La inclusión oficial de la información en los mapas de navegación del SHOA implica un reconocimiento a la importancia de proteger estos ecosistemas marinos y facilita a las embarcaciones ajustar su velocidad y rumbo en tiempo real.

  • Este logro es el resultado de un trabajo conjunto entre las empresas navieras, las autoridades marítimas y organizaciones de conservación, que han implementado medidas de manera voluntaria en sus operaciones. El uso de la plataforma ya forma parte de los procedimientos internos de las empresas navieras que operan en la zona.

El avance también motivó la creación de la “Mesa de Cetáceos”, un espacio público-privado que reúne a diversas instituciones y organizaciones para seguir fortaleciendo la protección de los mamíferos marinos en la región.

Este espacio colaborativo promueve la implementación de prácticas sostenibles en las actividades marítimas y acuícolas. A futuro, se recomienda mantener la velocidad de 10 nudos durante la temporada de verano austral en las zonas de mayor concentración de ballenas y seguir fomentando la cooperación entre las partes involucradas.

Este trabajo conjunto coloca a Chile como un referente global en la protección de cetáceos y la conservación marina.

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Inria Chile y el Proyecto OceanIA: la inteligencia artificial al servicio de la protección oceánica

Otro de los proyectos que pone a Chile a la vanguardia de la protección de los océanos relaciona ciencia oceánica e inteligencia artificial (IA), cuyos alcances fueron adelantados también en Juego Limpio en la edición del 3 de diciembre de año pasado y que puedes leer AQUÍ.

El proyecto, que fue destacado para ser expuesto en el marco de los congresos paralelos a la Conferencia de Niza, es conocido como OceanIA, una iniciativa franco-chilena liderada por Inria Chile, que busca profundizar el conocimiento sobre el océano y su papel en la mitigación del cambio climático.

El proyecto OceanIA se presenta como una solución innovadora para abordar los desafíos medioambientales que enfrenta el océano.

En el evento paralelo “IA y BlueTech: la próxima ola de protección oceánica”, organizado por la Comisión General para el Desarrollo Sostenible de Francia y otros actores clave, Nayat Sánchez-Pi, directora de Inria Chile, destacó el papel fundamental de la IA para abordar las problemáticas relacionadas con la contaminación marina, la biodiversidad y la resiliencia costera.

  • OceanIA tiene como objetivo integrar IA y tecnologías digitales para estudiar los ecosistemas oceánicos, monitorizar el impacto del cambio climático y proporcionar soluciones sostenibles para su conservación.

En su participación, Sánchez-Pi presentó una charla científica titulada “El papel de la IA y la tecnología digital para abordar los problemas oceánicos y climáticos”, donde expuso cómo estas herramientas están transformando la investigación científica y la formulación de políticas para la protección del océano.

  • El proyecto no solo contribuye a una mejor comprensión de los océanos, sino que también facilita la toma de decisiones para políticas públicas más efectivas y adaptadas a la urgencia ambiental.

Además de OceanIA, Inria Chile se ha unido a la Coalición para la IA Sostenible, una iniciativa lanzada en la Cumbre Mundial de IA de París, que busca garantizar que la inteligencia artificial se desarrolle de manera responsable, sin agravar los problemas medioambientales, y aprovechar su potencial para acelerar la descarbonización y proteger la biodiversidad.

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CAF, líder en economía azul, se convierte en actor clave de la gobernanza oceánica global

Una de las más importantes actividades paralelas a la Conferencia de Niza fue el Foro de Economía y Finanzas Azules, llevado a cabo entre el 7 y el 8 de junio en Mónaco.

Coorganizado por el Principado de Mónaco, el Instituto Oceanográfico de Mónaco y la Fundación Príncipe Alberto II de Mónaco, miembro de la Alianza Decenio del Océano, el acto sirvió de plataforma de colaboración e intercambio de ideas y mostró los últimos avances en la economía azul.

En ese contexto, CAF –banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe– jugó un rol clave, convirtiéndose en el líder del financiamiento azul, al comprometer una inversión USD 2.500 millones para impulsar la economía azul en América Latina y el Caribe.

La inversión busca potenciar la economía azul sostenible y preservar los océanos de la región. Esta financiación duplica el compromiso asumido en la Conferencia de Lisboa de 2022, ya alcanzado, convirtiéndose en el organismo multilateral líder en financiación azul.

La nueva estrategia en océanos se sostiene en cuatro pilares:

  • Financiación
  • Diplomacia azul
  • Educación y fortalecimiento de capacidades
  • Generación de valor local

La protección de los océanos y el impulso de una economía azul regenerativa se han consolidado como pilares estratégicos para CAF en su camino hacia una agenda verde y azul. Desde su participación en las Conferencias de los Océanos de la ONU en 2017 y 2022, hasta su reciente integración al comité ejecutivo del Blue Economy and Finance Forum (BEFF), CAF ha demostrado un firme compromiso con la sostenibilidad marina y costera en la región.

En el marco de la Tercera Conferencia de los Océanos de la ONU (UNOC3) y el BEFF 2025 en Mónaco, CAF presentará nuevos compromisos, alianzas estratégicas y herramientas financieras innovadoras para acelerar la transición hacia un modelo de desarrollo que armonice crecimiento económico, conservación de la biodiversidad y resiliencia climática, transformándose en un actor clave en la gobernanza oceánica global.

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Breves medioambientales que importan

  1. Enfrentamiento clave: Tohá y Matthei debaten sobre permisología en Icare

El próximo miércoles 11 de junio, a las 08:00 horas, en la sede de Icare, las candidatas presidenciales Carolina Tohá y Evelyn Matthei debatirán en la primera sesión de un ciclo de encuentros denominado “Destrabando la permisología: simplificar y agilizar para volver a crecer”, a propósito del impacto que actualmente está teniendo este tema en el país, donde se vuelve esencial impulsar reformas que modernicen, agilicen y mejoren el sistema de autorizaciones, con el fin de impulsar el crecimiento del país, sin debilitar los estándares ambientales.

Esta actividad comenzará con la presentación de un informe realizado por 14 expertos en tramitación de proyectos, convocados por el centro de estudios Horizontal, en un trabajo que se desarrolló entre agosto de 2024 y abril de 2025, y que será dado a conocer por su actual presidente y exministro de Hacienda, Ignacio Briones, y el exbiministro de Energía y Minería y actual decano de la Escuela de Negocios de la UAI, Juan Carlos Jobet.

  1. Aysén impulsa Centros de Interpretación Ambiental en caleta Tortel

La Región de Aysén, en la Patagonia chilena, avanza hacia un turismo más sustentable con el lanzamiento de un innovador proyecto que creará una red de Centros de Interpretación Ambiental y Turística (CIAyT). Adjudicado al Centro COPAS Coastal de la Universidad de Concepción, el proyecto busca replicar el éxito del CIAyT en Caleta Tortel y expandirlo a otras localidades del borde costero de Aysén.

Estos centros, diseñados para conectar emocional e intelectualmente a los visitantes con su entorno, fomentan la educación ambiental y la preservación de los ecosistemas mediante narrativas accesibles y adaptadas a cada territorio. Este enfoque promueve un turismo de bajo impacto y fortalece los lazos entre la ciencia, las comunidades locales y el desarrollo regional.

Además del desarrollo de estos nuevos centros, el proyecto incluye la formación de operadores turísticos especializados en turismo científico y sostenible. Se impartirán talleres y seminarios en colaboración con universidades y centros de investigación, asegurando que los prestadores de servicios turísticos estén capacitados para ofrecer experiencias educativas y validadas en cultura oceánica y sostenibilidad.


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Hemos llegado así al final de este especial de Juego Limpio con motivo de la UNOC3. No olviden que si tienen algún comentario, duda o información que quieran compartir, pueden escribirme a juegolimpio@elmostrador.cl.

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