Pruebas genéticas efectuadas en laboratorios muestran que el contenido de los envases no corresponden a la especie autóctona Mytilus galloprovincialis.
El Consejo Regulador (España) de la denominación de origen Mejillón de Galicia anunció este martes la presentación de una querella contra la firma Conservera de Rianxo por fraude por haber presuntamente vendido mejillón chileno con etiqueta de esta zona del noroeste de España.
La demanda, según declaró en una conferencia de prensa el presidente del citado Consejo, Francisco Alcalde, y representantes de ese organismo supervisor, fue presentada en el Juzgado de instrucción número uno del municipio de Padrón (La Coruña, norte español) el pasado 11 febrero y fue admitida a trámite el día 25.
Pruebas genéticas efectuadas en laboratorios muestran que la empresa Conservera de Rianxo S.A., comercializadora de la marca «Cortizo», muestran que el contenido de los envases no corresponden a la especie autóctona Mytilus galloprovincialis, según el Consejo.
«Esto supone que casi el 80 por ciento del contenido de las latas de conservas es fraudulento», ya que el envase define el producto como «Mejillón de las Rías Gallegas» y «Producto de Galicia», dijo Alcalde, y señaló que contienen incluso un texto informativo que afirma que «los mejillones «mytilus galloprovincialis) proceden de la campaña 2008 de las Rías Gallegas».
El presidente del Consejo expresó sus sospecha de que un 60 por ciento del producto envasado podría ser chileno, y lamentó la falta de medidas por parte de las autoridades para evitar este tipo de fraude y para proteger la producción local.
La región española de Galicia cultiva mejillón desde hace más de medio siglo, un sector que produce 260 millones de kilogramos anuales, factura por valor de unos 460 millones de euros (unos 630 millones de dólares) y genera unos 13.000 puestos de trabajo, según cálculos de ese organismo supervisor.
A mediados de 2008 algunas organizaciones de productores de mejillón, que realizaron un paro indefinido para protestar contra la bajada del precio que le pagaba la industria conservera gallega, denunciaron que determinadas empresas llevaron a cabo importaciones de mejillón de Chile y China para el envasado.
