Desde la reelección de Fernández el 23 de octubre, su gobierno ha experimentado dificultades para contener la huída de capital, que el Banco de la Ciudad de Buenos Aires estima es de US$3.000 millones al mes.
Argentina está reemplazando a Venezuela como el emisor de deuda soberana de mayor riesgo de América Latina por primera vez en 19 meses por temor a que las políticas de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner estén llevando a una salida de capital del país a un ritmo récord, indican las negociaciones de permutas de riesgo crediticio.
El costo de las permutas de riesgo crediticio a cinco años de bonos argentinos aumentó 124 puntos básicos desde el 15 de noviembre, el mayor incremento de cinco días en siete semanas, a 1.070. La protección sobre los bonos venezolanos aumentó 21 puntos básicos, a 1.049, en el mismo período.
Una inflación que algunos economistas estiman es de 24 por ciento y la huída de capital que ha llevado las reservas del banco central al punto más bajo en tres años –US$46.000 millones- alimentan el temor a que la economía argentina resulte particularmente vulnerable a una desaceleración del crecimiento global y una caída del precio de la soja, la principal exportación del país, que se encuentra en el punto más bajo en un año.
“Es el inicio de una tendencia en la que hay una clara divergencia”, dijo Stiobhan Morden, jefe de estrategia para América Latina de RBS Securities Inc., en entrevista telefónica desde Stamford, Connecticut. “Argentina padece el estrés de sus mercados financieros locales, lo cual pienso que va a empezar a contaminar su desempeño crediticio”.
Desde la reelección de Fernández el 23 de octubre, su gobierno ha experimentado dificultades para contener la huída de capital, que el Banco de la Ciudad de Buenos Aires estima es de US$3.000 millones al mes.
La demanda de moneda estadounidense se aceleró luego de que Fernández prohibiera las compras online y por teléfono de moneda extranjera y exigiera autorización del organismo impositivo nacional para la realización de esas transacciones.
El rendimiento de los bonos en dólares de Argentina permanece por debajo del de Venezuela porque ese país puede vender nueva deuda, mientras que Argentina se encuentra excluida de los mercados globales desde el impago de US$95.000 millones de hace una década, dijo Morden. Los bonos venezolanos en dólares con vencimiento en 2031 tienen un rendimiento de 15,67 por ciento, 351 puntos básicos más que los bonos argentinos con vencimiento en 2033, que rinden 12,16 por ciento.
“El diferencial crediticio divergente no hará más que aumentar de aquí en más, conforme se agrave el estrés en Argentina en el contexto de aversión al riesgo y de condiciones externas menos favorables, mientras que Venezuela aprovecha una situación política que puede ser positiva”, dijo Morden.
“El hecho de que el petróleo haya tenido un mejor desempeño que las materias primas en las últimas varias semanas también forma parte de la dinámica”, dijo Vitali Meschoulam, jefe de estrategia para América Latina de Morgan Stanley en Nueva York. “Por otra parte, el hecho de que no se haya producido un fuerte repunte de la soja evidentemente ha afectado el margen comercial de Argentina”.
