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Dilema Shakesperiano para el Banco Central: intervenir para frenar el peso o subir tasas para enfriar demanda interna

Iván Weissman S
Por : Iván Weissman S Editor El Mostrador Semanal
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Por un lado, está la presión para que intervenga luego que la inflación tocara su nivel más bajo en 3 años, pero las sorprendentes cifras de la demanda interna y el déficit de cuenta corriente hacen pensar que la próxima movida del BC debería ser un aumento de la TPM.


Para Hamlet, la pregunta era “ser, o no ser”, para el Banco Central el dilema es “cortar, o no cortar”, “subir o no subir”. Y no es un dilema fácil. En las próximas semanas —o meses— el Consejo del Banco Central tendrá que decidir si interviene para frenar el peso o si sube las tasas para frenar un economía que amenaza con sobrecalentarse.

Por un lado, está la presión para que intervenga luego que la inflación tocara su nivel más bajo en 3 años, pero las sorprendentes cifras de la demanda interna y el déficit de cuenta corriente hacen pensar que la próxima movida del BC debería ser un aumento de la TPM.

“Para el Banco Central los próximos tres a seis meses serán críticos. Saber con certeza cuál es la decisión correcta será muy difícil y a eso hay que sumar que Hacienda no le dará una mano por el lado del gasto público, pero Rodrigo Vergara y el Consejo son gente con experiencia y tienen espacio para actuar, pero ese espacio es cada vez más pequeño”, es el análisis de un ex consejero del Banco y que ahora es consultor.

La moneda chilena está en su nivel más alto en tres meses y los argumentos para que siga subiendo son fuertes: precio del cobre sobre US$ 3,50 la libra, una economía creciendo por sobre lo esperado, demanda interna disparada y tasas muy atractivas para inversionistas extranjeros. Para Francisco Schneider, Gerente de Monedas Extranjeras en Celfin, sólo el “fantasma de la intervención detiene apreciaciones más bruscas”.

Ayer, ese fantasma apareció en el mercado luego que se supo que la inflación en Chile cerró el año 2012 con una tasa del 1,5 por ciento, después de que en diciembre el índice de precios al consumidor (IPC) no registrara variación.

La inflación anual se situó por debajo de las expectativas del Banco Central, que en septiembre preveía un incremento de precios del 2,5 % en 2012, y es notablemente inferior a las tasas registradas en 2011 (4,4 %) y en 2010 (3 %).

La moderada alza de precios se combina en Chile con un fuerte crecimiento económico, que en noviembre alcanzó un 5,5 % interanual, y un bajo desempleo, que se situó en el 6,2, % en el trimestre septiembre-noviembre y esto es lo que tiene al Banco Central en medio de este dilema Shakesperiano.

Este año es la moneda que más sube frente al dólar entre las monedas de mercados emergentes y los exportadores está pidiendo a gritos que el banco intervenga. Hacienda acusó recibo del mensaje. El ministro Felipe Larraín dijo que “comparte la preocupación” y anunció que probablemente se reuna con el Banco Central esta semana para analizar el tema del dólar.

El consenso entre los operadores del mercado es que el Central no intervendrá mientras el peso siga por encima de $ 470. Schneider de Celfin, estima que la intervención ocurrirá cuando el peso esté entre los $460-$465.

Cabe recordar que el 2011 el Banco Central de Chile intervino en el mercado cambiario para debilitar el peso y ayudar al sector exportador. Las operaciones empezaron cuando el peso de transaba en $466.05 por dólar, lo que era su nivel más alto en casi tres años.

El plan consistía en comprar US$ 50 millones diarios en el mercado, utilizando un total de US$ 12.000 millones.

Alejandro Araya, operador de divisas del Banco Santander Chile, dijo en una entrevista con Bloomberg que la idea de que el Banco Central tendrá que ajustar las tasas para enfriar el peso está cada vez más cerca de convertirse en realidad.

Andrés de la Cerda, de Bice Inversiones, dice que “la gran pregunta es qué va a hacer el Banco Central”.

Argumento por una subida de tasas

Si los argumentos en favor de una intervención del Banco Central dominaban el debate ayer, hay igual número de economistas que opinan desde hace tiempo que hay ya suficientes argumentos para que el banco suba las tasas. La razón principal: una economía que amenaza con sobre calentarse.

Hace unas semanas, LarrainVial, la corredora más influyente de Chile, se unió a Moody’s y advirtió que la economía chilena está creciendo a un ritmo que amenaza los equilibrios macroeconómicos y acusó al gobierno de Sebastián Piñera de tener un alto grado de responsabilidad. Dijo que ya hay argumentos suficientes para un alza en la TPM.

LarrainVial considera que la demanda interna está acelerándose y crecería más del 10 % real en el cuarto trimestre. La economía crecería cerca del 6 % este año (5,8 %), gracias a la aceleración del cuarto trimestre y en 2013 el PIB de Chile crecería 5,4 %. Estas proyecciones son las más agresivas del mercado.

A ese ritmo, la corredora pronostica que el déficit en cuenta corriente terminaría en -3,6 % del PIB en 2012 y se dispararía a -5 % del PIB en 2013. Y la “guinda del postre”, de acuerdo al análisis, es “la expansión del gasto público, que creció 13,1 % real en octubre y crecería 7 % real o más en 2012, más que el PIB y que lo presupuestado”.

En el informe advirtió que La Moneda le estaba haciendo difícil la labor al Banco Central. “La Administración Piñera hace oídos sordos a las solicitudes de moderación del gasto público hechas por el BCCh. Este sería el sexto año, entre el 2006-2012, en que el gasto público crecería más que el PIB y que lo presupuestado. La única excepción (que confirma la regla) fue el 2011, en que el gasto público creció menos que el PIB y que lo presupuestado”.

Otro que cuestiona el comportamiento de Hacienda y el Banco Central por el manejo de la economía es el BCI.

Jorge Selaive, jefe de estudios del banco, dice que hay que preguntarse si las propias autoridades —monetaria y fiscal, respectivamente— “han sido las que han contribuido al desarrollo de eventuales desequilibrios”

Para Matías Madrid, economista jefe del Banco Penta, “el menor crecimiento del empleo finalmente generará una desaceleración de la demanda interna y menores presiones inflacionarias”, pero advierte que en caso contrario, “si en el muy corto plazo la demanda interna mantiene el mismo dinamismo actual, el Banco Central incrementaría la Tasa de Política Monetaria (TPM)”.

Madrid explica que ese escenario sería complicado para el Central, “considerando adicionalmente el impacto que tendría un alza en la TPM sobre los flujos de capitales y el tipo de cambio”.

Hay que recordar que el diferencial de tasas entre la del Banco Central y la Fed es un factor clave en la fortaleza actual del peso. Para dar un ejemplo, la tasa del banco central está en 5 % y la de la Reserva Federal está por debajo de 1 %. Esto hace que para los inversionistas extranjeros sea muy atractivo sacar un crédito en dólares y venir a invertirlos en pesos en Chile.

Para un ex economista del Banco Central y que ahora administra fondos para clientes de alto patrimonio, en tres meses el Banco Central podría fácilmente verse enfrentado a una situación de menor crecimiento y más inflación. “Si uno mira la letra chica de los últimos Imacec, la economía claramente se está enfriando, el problema para el banco es que no lo suficiente. Ante ese escenario de menor crecimiento y mayor inflación, Vergara va optar por contener la inflación aunque resulte en un crecimiento más letárgico para la economía”, asegura el economista.

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