Volvió a destacar el enfriamiento de la economía, pero resaltó que el consumo y el mercado laboral siguen en boom.
Después de todo el Banco Central decidió esperar. El Consejo mantuvo la tasa de política monetaria en 5,0% por décimo séptimo mes, tal como lo anticipó el mercado. Aunque esta vez habían varios expertos que decían que había suficiente evidencia de la desaceleración para que el banco recortara tasas.
En su comunicado, el BC volvió a destacar que la economía está enfriándose, especialmente la inversión. «Los antecedentes recientes muestran que continúa la desaceleración de la actividad y de la demanda interna. El ajuste ha sido más marcado en la inversión», pero al parecer el continuo dinamismo en el consumo y el empleo hizo que decidiera esperar antes rebajara las tasas. Además tiene espacio, ya que la inflación es casi nula.
«Mientras el consumo privado aún muestra dinamismo. El mercado del trabajo sigue ajustado. La inflación total y las medidas subyacentes continúan en valores cercanos a 1,0% anual, mientras que las expectativas inflacionarias permanecen en torno a la meta en el horizonte de política», explica un comunicado.
El Consejo hizo notar el impacto negativo que está teniendo en los mercados de un retiro temprano de los estímulos monetarios de la Fed. «Las condiciones financieras globales se han tornado algo más restrictivas, especialmente para las economías emergentes». También hizo hincapié en el comunicado la desaceleración china y los continuos problemas de Europa.
Notó el repunte del dolar y la debilidad de los precios de las materias primas, que para Chile significa cobre.
Finalmente reafirmó «su compromiso de conducir la política monetaria con flexibilidad, de manera que la inflación proyectada se ubique en 3% en el horizonte de política» y que «cambios futuros en la TPM dependerán de las implicancias de las condiciones macroeconómicas internas y externas sobre las perspectivas inflacionarias».
