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Las duras condiciones que ILC le puso a Saieh para comprarle las aseguradoras

Las duras condiciones que ILC le puso a Saieh para comprarle las aseguradoras

Héctor Cárcamo
Por : Héctor Cárcamo Periodista El Mostrador Mercados
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Insistió en que el empresario garantizara cierto precio por las inversiones que las empresas tienen en SMU a través de tres FIP. Si no se logra, ILC se paga contra la participación que se quedó Saieh.


El 23 de septiembre pasado, Alvaro Saieh anunció la firma de un memorándum de acuerdo con el holding de inversiones controlado por la Cámara Chilena de la Construcción (Cchc), ILC, para venderle sus compañías de seguros de vida, CorpVida y Corpseguros, que controla a través de Corp Group Vida Chile (CGVC).

La medida la tomaba bajo presión del mercado y es parte de los esfuerzos del empresario, el sexto más rico de Chile, para solucionar los problemas financieros de SMU y evitar que salpiquen al holding.

ILC y Saieh fijaron como plazo máximo el 30 de noviembre próximo para terminar el due dilligence, finalizar de negociar la operación y firmar los contratos.

ILC pagará, en principio, unos US$ 170 millones, además de comprometer el pago a CG Interhold de una deuda de unos US$ 25 millones en el futuro.

La operación es la más emblemática de las que hasta ahora está llevando a cabo Saieh. No sólo por el monto, sino por lo clave que son las aseguradoras en su holding financiero. Con ellas, por ejemplo, logró una ganancia de casi US$ 300 millones en 2010.

Las aseguradoras, además, invertían con fuerza en CorpBanca. Hasta junio de 2013, CorpVida tenía casi el 60% de sus inversiones en acciones chilenas en el banco de su controlador, lo que ayudó a financiar parte de los aumentos de capital que realizaba el banco en sus operaciones de compra en Colombia.

Y, sin duda, las aseguradoras también ayudaron a triangular platas e inyectar dineros en SMU. Desde 2011, CorpSeguros y CorpVida aportaron US$ 120 millones a los Fondos de Inversión Privado (FIP), Gamma, Alpha y Kappa, los que directa e indirectamente concurrieron a los aumentos de capital de la firma.

De hecho, según el propio Gerente General, Christian Abello, las aseguradoras tenían invertido en SMU un total de US$ 175 millones, incluyendo bonos.

Por eso, el anuncio de la venta de estas compañías es considerado en el mercado una evidencia clara no sólo de la difícil situación de Saieh, sino también de su clara decisión de salvar SMU y, con ello, mejorar la imagen del grupo.

Así las cosas, el memorándum de acuerdo con ILC no le salió gratis. La comunicación oficial a la autoridad hace dos semanas desliza condiciones exigentes, que aún no revela por completo, pues son confidenciales.

Fuentes que supieron del acuerdo revelan que el hecho de que exista un pacto de accionistas, pero no de actuación conjunta, como dice el hecho esencial, implica que Saieh cedió en forma importante.

Porque el pacto considera que el empresario no tendrá influencia en la gestión de la compañía y, por tanto, las aseguradoras seguirán las políticas de gestión de la Cámara y no las suyas. Estará sentado en el directorio —él o un representante—, pero el empresario ni siquiera tendrá poder de veto sobre las decisiones de las compañías.

El acuerdo sí permite que en cierto período, si ILC decide vender la compañía, él podrá requerir formar parte de la operación.

Condiciones duras para Saieh

Pero las condiciones más duras están ligadas íntimamente al futuro de SMU y que el hecho esencial enviado por ambos negociadores apenas enuncia. “El cierre de la operación contempla, además, el otorgamiento de ciertas garantías por parte de los vendedores, el otorgamiento de opciones de compra de ciertos activos y de una opción de venta del saldo de acciones de Corp Group Vida Chile (CGVC), además de la suscripción de un pacto de accionistas entre las partes, el cual no tendría un acuerdo de actuación conjunta en la administración de las sociedades involucradas”.

La inversión de las aseguradoras en SMU no ha sido actualizada en los libros y, si así se hiciera, tendría un impacto significativo en los resultados. De hecho, según la tregua firmada por Saieh y Southern Cross hace unas semanas —y en la cual Saieh también tuvo que ceder—, la cadena supermercadista fue valorada en US$ 1.000 millones, aunque en una carta enviada por el fondo a sus aportantes la valorización es de US$ 1.700 millones. En febrero pasado, en el último aumento de capital, la valorización implícita de la empresa bordeaba los US$ 2.000 millones.

Incluso, en el aumento de capital aprobado originalmente el 8 de agosto pasado —cuando Southern Cross y Saieh aún no lograban un acuerdo y ardía Troya— se indicó un número de acciones a emitir que implícitamente determinaba un precio casi cuatro veces menor.

En cualquier caso, al parecer los US$ 120 millones aportados por las aseguradoras a SMU ya no son lo que eran y estas todavía no lo revelan así en sus estados financieros.

Por ello, los US$ 170 millones que recibirá Saieh incluyen un descuento por la inversión de los FIP en SMU cercano a los US$ 50 millones, según fuentes que conocen los detalles de la operación. Y si Saieh no logra re-revivir SMU, el descuento sería aun mayor. Las garantías que son parte del acuerdo con ILC —a las que alude el hecho esencial del 23 de septiembre pasado— tienen ciertas condiciones que así lo indican.

El contrato dice que existe un período de casi 3 años —que coincidiría con el otorgado por los bonistas— para que se realice una valorización de la inversión de CorpVida y CorpSeguros en los FIP de Saieh presentes en SMU. Esto incluye la posibilidad de que se abra en bolsa la supermercadista, aunque no es la única vía.

La otra alternativa podría significar la salida definitiva de Saieh de las aseguradoras. En el Memorandum de Acuerdo, ILC y el empresario fijaron un precio para la inversión en los FIP. Si al cabo del plazo señalado el valor es menor al acordado, CorpGroup deberá pagar la diferencia. Y, si no lo hace, se le descontará de su participación. En ese escenario, como en la actualidad ese valor se acerca a los US$ 70 millones (poco menos que el valor del tercio con que se quedará de las aseguradoras), Saieh se diluiría casi por completo en favor de ILC.

Eso sí, las fuentes advierten que para llegar a esa situación varias cosas deben ocurrir y Saieh tiene tiempo para evitarlas: SMU se puede recuperar, de hecho, es la apuesta del empresario, y abrirse en bolsa con un mejor valor que el actual, y las aseguradoras adquiridas por ILC puede aumentar su valorización, con lo cual la participación de Saieh también crecería. En este último escenario la opción más atractiva para el empresario sería pagar el diferencial entre el precio acordado con ILC por los FIP y el valor que exista en ese momento por la participación de los mismos en SMU, si es que esta aún no se recupera.

Las aseguradoras también tienen participación en La Polar y CorpBanca. Respecto de esta última inversión, la apuesta para ILC no sería vender, pues el banco genera utilidades y está creciendo. Sin embargo, las dudas apuntan al bajo nivel de diversificación de las aseguradoras.

La Polar es caso aparte. Antes del escándalo de junio de 2011, la acción superaba los $ 3.200; hoy apenas se acerca a los $ 100. Saieh entró a la empresa —a través de las aseguradoras— tres semanas después del estallido del escándalo y la inversión se mantiene.

Aunque el precio de ha desplomado, las aseguradoras ya reconocieron el impacto en sus resultados y hoy el precio de dicha participación tiene valorización de mercado, a diferencia de SMU. Por ende, no existen diferencias entre ILC y Saieh sobre el punto. Otra cosa es si ILC mantendrá la inversión cuando pase a tomar el control de CorpVida y CorpSeguros.

Además, existen diferentes opiniones en el mercado respecto de si ILC puede mantener la posición, dado que también es dueño de AFP Habitat, que tiene el 7% de La Polar, y podrían considerarse operaciones relacionadas. Sumados, ILC tendría el 17% de la empresa de retail, pasando a ser uno de los principales accionistas directos o indirectos, aunque en el mercado aseguran que existe un muro de hierro que separa a la AFP de las otras empresas de la Cchc. En efecto, Habitat casi no invierte en constructoras para evitar cuestionamientos por su vínculo con la Cámara.

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