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Opinión: Flexibilidad laboral para un escenario abierto

Opinión: Flexibilidad laboral para un escenario abierto

La rigidez es la peor actitud para enfrentar un escenario abierto. La mejor es la flexibilidad. La economía moderna ofrece herramientas que aún en un escenario en riesgo hacen posible tomar decisiones de expansión del negocio. En la medida que exista mayor incertidumbre, se hace más necesario que los procesos de negocios puedan responder ágilmente a las condiciones favorables o desfavorables que se presentan. Entre estas herramientas destaca la externalización de procesos productivos y de servicios.


Cuando el panorama económico se visualiza en crecimiento, las empresas pueden ampliar inventario, invertir en insumos y capital, contratar más personal. Cuando el panorama económico se presenta depresivo, pueden adquirir menos stock de productos, dejar de invertir, reducir la plantilla laboral. Es decir, en ambos escenarios, pueden planificar.

Un escenario económico abierto –como el actual en Chile– es el más riesgoso, pues dificulta la toma de decisiones.

Pese al crecimiento de 2,4% del PIB en el primer trimestre informado por el Banco Central, muchos directivos de empresas se enfrentan día a día a un panorama donde los negocios difícilmente se pueden proyectar con un resultado fiable al cierre del año, obstaculizando la planificación, lo que contribuye a la paralización de negocios.

Mientras algunas empresas pueden sobrestockearse pensando que los negocios estarán bien, otras tal vez adquieran menos inventario, quizás erróneamente apostando a la baja. La misma dificultad ocurre con la contratación o desvinculación de personal.

El riesgo es que los directivos de empresas transformen un escenario abierto en un escenario negativo, y se retraigan de tomar decisiones, como revela la caída 1,7% de inversión registrada en el primer trimestre.

La rigidez es la peor actitud para enfrentar un escenario abierto. La mejor es la flexibilidad. La economía moderna ofrece herramientas que aún en un escenario en riesgo hacen posible tomar decisiones de expansión del negocio.

En la medida que exista mayor incertidumbre, se hace más necesario que los procesos de negocios puedan responder ágilmente a las condiciones favorables o desfavorables que se presentan.

Entre estas herramientas destaca la externalización de procesos productivos y de servicios.

La subcontratación y puestos de trabajo transitorios facilitan a las empresas ampliar su fuerza laboral ante oportunidades de incremento, contando con empleados de forma parcial y durante el tiempo que lo necesiten. Cada vez más empresas han entendido esto, y en los últimos años se registra un alza de esta modalidad de disposición de capital humano más flexible. En el trimestre enero-marzo de este año, un 17,2% de los asalariados trabaja para un contratista o subcontratista o con una empresa de servicios temporales. En igual período hace dos años, era 15,6% de los asalariados.

También la externalización avanza a nivel mundial a una tercera fase que involucra incluso capital aportado por la empresa contratista, reduciendo los riesgos de inversión permanente de la empresa mandante. En un escenario económico abierto e incierto, las empresas pueden salir del inmovilismo y reaccionar a oportunidades de negocios acudiendo a empresas que les provean inversiones ya realizadas en maquinaria, transporte y bodegaje, reduciendo el riesgo de invertir de manera fija.

La externalización no es una opción para bajar costos o sueldos, pues las empresas de outsourcing tienen el deber de respetar los salarios de mercado y derechos laborales. La externalización debe ser vista como una alternativa de flexibilidad para adoptar rápidamente decisiones de expansión o contracción en un escenario abierto, y salir del panorama de inmovilismo que afecta a muchas empresas.

Mario Becerra
Gerente general
GrupoExpro

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