Su estilo directo, sus ironías e incluso su rechazo a las corbatas fueron poco a poco mermando su relación con los acreedores de Grecia en las negociaciones. Finalmente este lunes Varoufakis renunció a su cargo como titular de Finanzas, con tal de dar un espaldarazo al primer ministro Alexis Tsipras y a su coalición en busca de un acuerdo. Y abandonó el gobierno fiel a su estilo: arriba de su moto.
