El Informe de Percepciones de Negocios muestra que en el segundo trimestre la gran mayoría de los empresarios y ejecutivos vieron un deterioro o estancamiento en sus negocios. Dicen que están en medio de ajustes agresivos de costos que contemplan despidos. Hay molestia por el clima político e incertidumbre por impacto de reformas. Podría haber sido factor en la fuerte advertencia de Rodrigo Vergara en entrevista con La Tercera.
Sigue sin repuntar el pesimismo del sector privado.
La encuesta trimestral de percepciones de negocios del Banco Central revela que en el segundo trimestre la gran mayoría de los empresarios y ejecutivos consultados informan un deterioro o estancamiento en sus negocios y “con percepciones que se fueron haciendo más negativas en el curso del período”.
El informe añade que parte relevante de los entrevistados respondió que los resultados de sus negocios han sido incluso peores a lo previsto.
Y la situación podría empeorar aún más: los entrevistados revelaron que “estaban en proceso o ya habían ajustado a la baja sus perspectivas para el año” y entre las medidas que están evaluando están los despidos.
Hay algunos datos que muestran algunas señales positivas: el negocio inmobiliario fue la excepción y sigue observando una demanda importante “que ellos relacionan con el efecto en las decisiones de compra de la próxima aplicación del IVA a la vivienda”.
Otra sorpresa es a pesar de la debilidad del peso, varios entrevistados ligados a la exportación “han visto un deterioro sustantivo de sus resultados producto de bajas en los precios en dólares, ya sea por la apreciación global de dicha moneda o porque sus mercados de destino han perdido dinamismo”.
Para enfrentar el complejo escenario, los consultados indican que se están ajustando el cinturón. “La mayor parte de los entrevistados indicaron que están en un proceso de control significativo de sus costos que les permita mejorar resultados, toda vez que no prevén que la demanda les otorgue espacio para revisiones de los precios”.
Y entre los ajustes, están considerando “desvinculaciones, cambios de proveedores, manejo más ajustado de inventarios y limitación de los gastos en recursos humanos”, lo que se podría ver reflejado los próximos meses en una mayor tasa de desempleo.
Sobre las desvinculaciones, “varios indicaron que ya las han realizado o están evaluándolas, destacando que de las entrevistas se recoge una mayor preocupación por la estabilidad de las fuentes laborales. Coherente con ello, buena parte de los entrevistados dio cuenta de una baja en las presiones salariales, pero algunos también indicaron un aumento de los conflictos con las planas sindicales”.
Y sobre la inversión, la percepción general “apunta a realizar solo gastos estrictamente necesarios, tanto por la necesidad de reducir costos como por la débil perspectiva que prevén para la demanda”.
El informe dice que con respecto de las condiciones para realizar negocios, “resalta el fuerte deterioro de la percepción de los entrevistados sobre el efecto de los distintos cambios legislativos en discusión, en particular por su incertidumbre acerca del resultado definitivo de estos procesos y cómo ello impactará en la rentabilidad de sus inversiones”.
También destaca la creciente molestia que se recoge en las entrevistas por el ambiente político, por su efecto en el ánimo de consumidores y empresarios, y en el deterioro de la evolución de la economía.
Los resultados de la encuesta podrían haber sido factor en fuerte advertencia de Rodrigo Vergara en entrevista con La Tercera, donde reveló que el BC se apronta a hacer una nueva rebaja en sus proyecciones de crecimiento para este año.
El Banco Central explica que el Informe de Percepciones de Negocios –que se publica en febrero, mayo, agosto y noviembre– “resume las opiniones recogidas por economistas de la Gerencia de Estrategia y Comunicación de Política Monetaria de la División Estudios en entrevistas con la administración de alrededor de 180 empresas a lo largo del país, realizadas entre el 8 de junio y el 24 de julio de 2015. Las visiones contenidas en este informe no coinciden necesariamente con la evaluación que el Consejo del Banco Central tiene de la coyuntura económica”.
