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Opinión: Para la bolsa y el peso, aún no hemos tocado piso

Opinión: Para la bolsa y el peso, aún no hemos tocado piso

«Si uno toma el tipo de cambio real (TCR) máximo desde el año 2000 y lo compara con el del nivel actual publicado por el Banco Central de Chile, uno puede ver que, ceteris paribus, el dólar en Chile podría subir hasta los $730 aproximadamente».


Los commodities han caído con fuerza este año. El cobre, hierro y petróleo, que son los más relevantes para nuestra economía, han presentado variaciones de -17%, -23% y -17% este año, respectivamente. El peso del cobre en nuestra economía es el de mayor impacto de los tres, lo que explica en parte la depreciación del peso chileno este año.

Es cierto que parte de la caída en el cobre está explicada por el fortalecimiento del dólar en el mundo, sin embargo, parte también obedece a factores de oferta y demanda propios de cada commodity. En general, cuando hubo altos precios del cobre como el del período 2006 al 2013 (donde el cobre se movió entre USD 2.5 y 4,5 la libra –a excepción de la crisis del 2008–), era fácil justificar planes de expansión, ya que había buen margen por un lado y considerando que China importaba el commodity a altas tasas, es decir, había demanda creciente.

Hay que recordar que China consume alrededor de 45% de lo que se produce en el mundo de cobre, donde el gasto del gobierno de China es la mayoría. Debido al cambio en políticas públicas chinas para pasar a ser un país que disminuya la dependencia de su economía a las exportaciones (alrededor de un 30% del PIB), y pase a ser una potencia con un sector consumo más potente, el foco ha dejado de ser la promoción de la inversión por parte del Gobierno, lo que ya está teniendo un impacto en la demanda por commodities.

Como siempre pasa, los mayores precios de años anteriores, atrajeron un aumento de oferta del mineral y ahora China, por la razón explicada, importará menos en términos relativos a su economía. Sin ir más lejos, en la segunda quincena del mes pasado, Goldman Sachs recortó su pronóstico para el precio del cobre a USD2.04 / libra para fines del 2016, es decir, un 13% menos que el nivel actual, fundamentando su pronóstico en lo que estima será la menor demanda China de cobre en 2 décadas en los próximos años.

Si, por otro lado, uno toma el tipo de cambio real (TCR) máximo desde el año 2000 y lo compara con el del nivel actual publicado por el Banco Central de Chile, se puede ver que, ceteris paribus, el dólar en Chile podría subir hasta los $730 aproximadamente. El ceteris paribus señalado asume básicamente que el cuociente entre la inflación externa y la interna se mantiene en uno desde “ahora”. Más que inflación externa, los precios externos relevantes para Chile han caído un 10% aproximadamente desde junio del año pasado a junio de este año, lo que unido a una inflación en Chile en 12 meses en torno a 4% y a la variación nominal del dólar de 15% a junio (en 12 meses), han provocado que nuestro TCR esté prácticamente sin variación en 12 meses a junio. Dicho de otra manera, tomando el espacio que aun hay por los cálculos mencionados para una depreciación del Peso Chileno, y unido a los fundamentos del cobre explicados, donde el metal rojo podría caer aun más, podemos decir que el dólar podría seguir subiendo en nuestro país.

No solo eso, es probable que un dólar alto haya llegado para quedarse en Chile y que no veamos los precios de “quinientos y tantos” en varios años. Lo anterior, traería consecuencias a nuestra economía vía menores ingresos y empleo. También es probable que el Central tenga que intervenir al menos en forma verbal a un dólar sobre $730, debido al impacto en la inflación que podría tener vía el sector transable, donde nuestro país, por diversas razones, no se ha beneficiado a nivel de ingresos reales de una inflación baja, sino que, al contrario, la inflación en Chile ha estado durante varios meses en el último año sobre el rango meta del Instituto Emisor.

El cobre, como he mencionado en otras columnas, es conocido también como “Dr. Copper”, debido a que, por su utilización en muchos procesos industriales, es un buen indicador líder del crecimiento mundial. Con un pronóstico como el señalado y, mirando sólo este factor, podemos sentirnos pesimistas sobre el crecimiento del planeta. ¿Qué otro indicador líder hay? Dentro de las monedas, el dólar australiano es conocido también por su capacidad predictora del crecimiento global, debido tanto a su liquidez como al componente minero de su economía. ¿Qué ha pasado con el precio de esta moneda? Solo este año ha caído 10% y si bien es posible que rebote en el corto plazo, la tendencia de largo plazo es bajista. Por este lado, tampoco podemos ser muy optimistas.

Mirando las proyecciones de algunos agentes económicos, el FMI ahora espera un crecimiento mundial para este año de solo 3,3% comparado con 3,5% en abril.

En resumen, hay suficiente material que se va sumando en el Inconsciente colectivo de pesimismo o menos optimismo, lo que, a su vez, afecta aun más las decisiones de consumo e inversión.

Si bien pareciera que hay mercados baratos como Chile o Brasil, los que mirados en dólares han caído 10 y 24% respectivamente este año, es probable que solo mirando los factores expuestos y sin ánimo de hacer una proyección, aún no estemos en el piso.

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