Wall Street concluyó hoy su peor trimestre en cuatro años con contundentes caídas de más de seis puntos porcentuales en sus principales índices tras tres meses de gran inestabilidad en los mercados por China y la Reserva Federal.
El Dow Jones, la principal referencia de Nueva York, logró subir hoy un 1,47 % animado por un buen dato sobre el mercado laboral en EE.UU., lo cual no impidió que cerrara el segundo trimestre del año con un fuerte descenso del 7,64 %, algo que no se veía desde 2011.
Una tendencia similar en los otros dos indicadores, ya que el índice compuesto del mercado Nasdaq cayó un 7,35 % entre junio y septiembre y el selectivo S&P 500 acumuló un descenso del 6,94 % en el tercer trimestre.
Los mercados mundiales han sufrido en ese tiempo un duro reajuste por la incertidumbre sobre la marcha de la economía mundial ante las dudas que despierta la economía china, país que sorprendió en agosto pasado con una devaluación que nadie se esperaba.
Tampoco ayudó a disipar los temores el debate sobre la subida de los tipos de interés en Estados Unidos, ya que muchos inversores esperaban que la Reserva Federal diera un primer paso a mediados de septiembre pero al final decidió retrasarlo para más adelante.
Hasta la presidenta de la Fed, Janet Yallen, ha defendido en público en varias ocasiones que el ajuste monetario se materializará antes de final de año, pero todavía sigue habiendo voces que piden dejarlo para 2016.
Lo cierto es que la incertidumbre no gusta nada a las bolsas y en el caso de Wall Street se ha traducido en una contundente caída que ha situado sus tres referencias en niveles que no se veían desde hace varios meses.
Unas dudas que también se han hecho sentir en los mercados de materias primas, donde el precio del petróleo de Texas (WTI), de referencia en Estados Unidos, ha visto perder un 24 % de su valor en los últimos tres meses.
Los analistas coincidieron hoy en que el arranque de la oleada de resultados empresariales de otoño, que empieza la próxima semana de manera oficiosa con las cuentas de Alcoa, será determinante para ver qué rumbo toman los mercados en las siguientes semanas.
