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Bancos tendrían que reunir US$1,2 billones para evitar un «momento Lehman»

Bancos tendrían que reunir US$1,2 billones para evitar un «momento Lehman»

Las entidades crediticias más importantes deberán tener una capacidad total de absorción de pérdidas equivalente a por lo menos 16% de los activos ponderados por riesgo en 2019, lo que aumentará a 18% en 2022.


Colosos bancarios, con HSBC Holdings Plc y JPMorgan Chase Co. a la cabeza, ahora saben qué costo tendrá para ellos contribuir a que el sistema financiero global no tenga otro momento Lehman.

El Consejo de Estabilidad Financiera (FSB por su sigla en inglés) que creó el Grupo de los 20 luego de la crisis, dio a conocer su plan para lidiar con los bancos que se considera son demasiado grandes para quebrar. Las entidades crediticias más importantes en el plano sistémico deben tener una capacidad total de absorción de pérdidas (TLAC por la sigla en inglés) equivalente a por lo menos 16 por ciento de los activos ponderados por riesgo en 2019, lo que aumentará a 18 por ciento en 2022, dijo el lunes el FSB. También se impondrá un ratio de apalancamiento que irá desde un 6 por ciento inicial a un 6,75 por ciento. Bloomberg informó sobre esas cifras el 2 de octubre.

El déficit que enfrentan los bancos conforme a la disposición del 18 por ciento va desde 457.000 millones de euros hasta 1,1 billón de euros (US$1,2 billón), según los instrumentos considerados, según el FSB. Excluidos los tres bancos chinos de la lista de 2014 del FSB de las instituciones más importantes del mundo en el plano sistémico, el espectro va desde 107.000 millones de euros hasta 776.000 millones de euros.

“El anuncio sobre la TLAC es en extremo importante. Es un hito en la reforma bancaria y pone fin al concepto de demasiado grande para quebrar”, dijo antes del anuncio Wilson Ervin, vicepresidente de la Group Executive Office de Credit Suisse Group AG. “Hay muchos detalles importantes a considerar y mejorar, pero el panorama general es que, si se tiene un fondo de rescate bancario con recursos de entre US$4 billones y US$5 billones, se puede resolver el problema”.

‘Mayor presión’

El gobernador del Banco de Inglaterra, Mark Carney, que encabeza el FSB, dijo que las reglas hacen que una quiebra bancaria sea menos probable porque los acreedores de los bancos saben que enfrentarán pérdidas en el caso de un derrumbe.

Con anterioridad, las “entidades crediticias, los acreedores no asegurados de un banco dependían de forma implícita y, en última instancia, también explícita, de que el Estado los respaldara, por lo cual no prestaban mucha atención a qué hacían las instituciones”, dijo Carney a la prensa el lunes en Bruselas. “Ahora forman parte del juego, por así decirlo, y ejercerán mayor presión de acuerdo con sus obligaciones fiduciarias, lo cual hará menos probable una quiebra”.

Las reglas del FSB separan el pasivo necesario para mantener el funcionamiento de un banco de las deudas exclusivamente financieras, tales como pagarés emitidos para financiamiento. Mediante el “rescate” de los bonos –su depreciación o su conversión en acciones-, los organismos reguladores apuntan a asegurar que una entidad crediticia en problemas tenga los recursos para que se la pueda recapitalizar sin usar fondos públicos, así como a permitir que la firma resuelta continúe operando. En lo que constituye un cambio respecto de la práctica anterior, la deuda preferente queda expuesta de forma explícita a pérdidas.

Los centenares de miles de millones de dólares que los gobiernos de todo el mundo volcaron a bancos afectados por la crisis financiera de 2008 se utilizaron tanto para rescatar a los tenedores de bonos preferentes de las entidades crediticias, cuyo reclamo quedó en pie de igualdad con el de los depositantes, como para rescatar a los propios bancos. La situación puso a los gobiernos ante la opción de arriesgarse a una quiebra mediante el rescate de las entidades crediticias o permitir el derrumbe del sistema financiero.

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