«Mientras los más grandes saben cómo trabajar para alcanzar objetivos, o pagan asesoría experta que los oriente en el proceso, la mayoría de los más pequeños, no. Y nada tiene que ver con el esfuerzo o las ganas -porque en eso son número uno-, pero formular un plan de negocio y llevarlo a la práctica requiere de factores que son tanto o más importantes que el capital económico disponible».
Cuando las empresas establecen objetivos se fijan plazos, elaboran estrategias, contratan asesorías y buscan realizar todas las actividades que se han propuesto con tal de llegar a los resultados esperados, como la expansión del negocio, la obtención de nuevos contratos o la apertura de otros mercados, por ejemplo. Trabajan con un concepto que en diversas áreas se conoce como orientación al logro, y que no es otra cosa que planear y cumplir metas para mejorar, ya sea una compañía o una parte de esta.
En las empresas más pequeñas el desafío es similar. Quienes las lideran son personas con aspiraciones y necesidades tangibles, como la generación de un negocio que sea rentable y que crezca en el tiempo. Esta inquietud la tiene desde quien posee un taller de automóviles, una pequeña fábrica de ropa corporativa o profesionales independientes, solo por mencionar casos al azar en medio de esos 1,5 millones de emprendedores, micro y pequeñas empresas que existen en Chile, de las cuales la mitad entra en la categoría de formal.
¿Las diferencias? Varias y evidentes: los recursos financieros, pero también el conocimiento. Mientras los más grandes saben cómo trabajar para alcanzar objetivos, o pagan asesoría experta que los oriente en el proceso, la mayoría de los más pequeños, no. Y nada tiene que ver con el esfuerzo o las ganas -porque en eso son número uno-, pero formular un plan de negocio y llevarlo a la práctica requiere de factores que son tanto o más importantes que el capital económico disponible.
En eso trabaja la red de 35 Centros de Desarrollo de Negocios de Sercotec -muy pronto serán 50 en todo el país-, que prestan asesoría técnica, individual y sin costo para el cliente, para fortalecer las capacidades de los pequeños empresarios y desarrollar su actividad. Operados por universidades, organizaciones empresariales y corporaciones de desarrollo productivo, los Centros (www.centroschile.cl) ofrecen una asesoría que parte con un diagnóstico, sigue con la definición de un plan de trabajo y continúa con acompañamiento de mediano a largo plazo en la implementación del plan, para asegurar impacto económico en la empresa. De hecho, el 31% de cartera de clientes asesorados por los Centros ya arroja resultados como aumento de ventas, generación de empleos, acceso a financiamiento, entre otros.
Los Centros no entregan subsidios en dinero, sino algo de más valor: conocimiento. A través de este se abren las vías para concebir nuevas ideas y se aprende cómo llevarlas a cabo, con el mismo empeño, constancia y responsabilidad con que los más pequeños trabajan siempre, pero ahora disponiendo de herramientas para alcanzar resultados concretos, con un plan y un asesor que guía en el camino para hacer crecer los negocios.
Bernardo Troncoso Narváez
Gerente general Sercotec