No tan solo en casa enfrentará una serie de dilemas éticos cuando se trate de dejar a un lado los negocios, sino que en varias naciones donde cuenta también con inversiones e incluso deudas.
Si hay una característica que tendrá el gobierno de Donald Trump en EE.UU., será el conflicto de interés.
El empresario inmobiliario posee una cadena de hoteles y recintos de lujo (en los cuales muchas delegaciones internacionales ya prefieren reservar, buscando simpatía), pero también muchos proyectos pendientes de aprobaciones, no tan solo en su país sino en el mundo.
De acuerdo a Bloomberg, y como se aprecia en el gráfico, son más de 20 países en los que enfrentará conflictos de interés relativos a sus proyectos, en los que deberá nadar entre sus negocios y la política, donde podría ejercer la influencia de la cabeza del país más poderoso del mundo.
En la región, por ejemplo, el magnate cuenta con una Trump Tower en Río de Janeiro, Brasil, mientras que que en Argentina y Uruguay aún espera la aprobación de los reguladores para iniciar la construcción de sus hoteles.
Pero no tan solo de proyectos vive Trump: el empresario cuenta con una lista masiva de deudas, dentro de las cuales se encuentra principalmente Deutsche Bank como su principal prestamista, con quien incluso deberá llegar a acuerdos para saldar sus deberes y tal vez ceder propiedades. También tiene deudas con Bank of China, del gigante asiático.
Fuente: Bloomberg
