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La depresión irracional por la economía global pasa de moda Inversores acumularon bonos que rendían menos de lo que costaban

La depresión irracional por la economía global pasa de moda

“Era lo contrario a la exuberancia irracional”, dijo Joachim Fels, asesor económico global de Pacific Investment Management Co., en referencia a la expresión acuñada por el entonces presidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan, en los años de boom de fines de los noventa. “Todos rendían culto en la iglesia del estancamiento secular” con su creencia en el crecimiento económico escaso. Ahora, a medida que se acerca 2017, inversores, economistas y autoridades económicas están comenzando a concentrarse más en lo que podría andar bien en la economía global en vez de inquietarse por todo lo que podría salir mal.


Despídase del abatimiento irracional.

La cosa llegó al colmo en 2016, cuando los inversores —que no anticipaban más que malos tiempos— acumularon bonos de gobiernos que rendían menos de lo que costaban.

“Era lo contrario a la exuberancia irracional”, dijo Joachim Fels, asesor económico global de Pacific Investment Management Co., en referencia a la expresión acuñada por el entonces presidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan, en los años de boom de fines de los noventa. “Todos rendían culto en la iglesia del estancamiento secular” con su creencia en el crecimiento económico escaso.

Ahora, a medida que se acerca 2017, inversores, economistas y autoridades económicas están comenzando a concentrarse más en lo que podría andar bien en la economía global en vez de inquietarse por todo lo que podría salir mal.

Un factor que explica el fin de la oscuridad: la esperanza de que una combinación de políticas fiscales más flexibles, mayores aumentos salariales y más inversión empresarial libere al mundo de la trampa de crecimiento lento en la que estuvo este último lustro.

Estados Unidos

Todo comienza en Estados Unidos, donde el triunfo electoral de Donald Trump y la victoria arrasadora de los republicanos en el Congreso elevaron las expectativas de grandes recortes impositivos y desregulación.

“La economía estadounidense va a estar muy fuerte”, dijo Kenneth Rogoff, ex economista jefe del FMI, actualmente profesor de la Universidad de Harvard. “La confianza de las empresas recibirá un impulso enorme”.

El mercado laboral ajustado del país podría llevar al banco central a subir las tasas de interés más rápidamente si un impulso presupuestario inducido por Trump acelera el crecimiento y eleva la inflación. Pero eso no sería completamente malo para el resto de la economía mundial, ya que también es probable que provoque una apreciación del dólar.

Japón y Europa

El principal beneficiado podría ser Japón, que ya experimentó una caída de cerca del 11 por ciento del yen frente al dólar desde que Trump fue electo presidente el 8 de noviembre.

Sumando eso a la propia política fiscal expansiva del país, un mercado laboral ajustado y un nuevo régimen monetario que limita el rendimiento de los bonos, Japón podría vivir lo que los economistas de Bank of America Corp. describen como un “momento histórico” y superar décadas de dificultades.

La zona euro, otra vieja fuente de angustia para los inversores, cerrará el año con más fuerza que al comenzarlo en tanto se afirman el consumo y la inversión, dijo Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo, a los ministros de Finanzas de la región el 15 de diciembre.

Mercados emergentes

Europa y Japón deberían beneficiarse de un alza del dólar alimentada por Trump, pero el escenario es un poco más ambiguo para los mercados emergentes.

Sí, las empresas de esos países serán más competitivas en los mercados mundiales. Pero a muchas también les costará más pagar sus deudas en dólares a medida que suban la moneda y las tasas de interés en Estados Unidos.

Dos casos con potencial positivo: Brasil y Argentina, las dos economías más grandes de Sudamérica, donde reformas sancionadas este año podrían fortalecer el producto interno bruto en 2017.

“La mayor parte de este año, vivimos en un mundo donde sentíamos que quizás los riesgos estaban un poco sesgados hacia una caída”, dijo Bruce Kasman, economista jefe de JPMorgan Chase & Co., en un video distribuido por el banco el 16 de diciembre. Ahora, “los riesgos para el crecimiento pasaron al alza”.

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