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Revolución chilena de energías limpias sigue en marcha

Los precios promedio de la electricidad cayeron cerca de 40 por ciento en una licitación de energía realizada en agosto, en la que Solarpack Corp. Tecnológica acordó proveer energía solar por US$29,10 el megavatio-hora, el precio más barato del mundo en ese momento. La licitación generó dudas entre los analistas respecto de que los precios eran demasiado buenos para ser ciertos y que algunos proyectos podrían enfrentar dificultades para conseguir financiamiento. El Gobierno desestimó esas preocupaciones, celebrando el hecho de que los precios bajaran sin ningún subsidio estatal.


Los desarrolladores de energías limpias siguen comprometidos con la energía eólica y solar en Chile, según el Gobierno, aun después de que la caída de los precios en mínimos récord genera dudas sobre su capacidad para conseguir financiamiento.

«Creemos que los precios son los que van a permanecer y el mercado tendrá que tener en cuenta esas variables de cara a la financiación,» dijo el ministro de Energía Andrés Rebolledo en una entrevista el miércoles en Santiago. «Hasta ahora, nadie nos ha dicho que vayan a abandonar proyectos.»

Los precios promedio de la electricidad cayeron cerca de 40 por ciento en una licitación de energía realizada en agosto, en la que Solarpack Corp. Tecnológica acordó proveer energía solar por US$29,10 el megavatio-hora, el precio más barato del mundo en ese momento. La licitación generó dudas entre los analistas respecto de que los precios eran demasiado buenos para ser ciertos y que algunos proyectos podrían enfrentar dificultades para conseguir financiamiento. El Gobierno desestimó esas preocupaciones, celebrando el hecho de que los precios bajaran sin ningún subsidio estatal.

«Este es un periodo de transición desde el punto de vista del nivel de los precios,» dijo Rebolledo, que asumió como ministro en octubre. «Este es un desafío para nosotros, y para el sector y para la banca.»

Los proyectos que se adjudicaron contratos a largo plazo en la licitación de agosto no han comenzado a buscar financiamiento, ya que no tienen que empezar a proveer electricidad hasta 2021. Pero las señales preocupantes están ahí. El director ejecutivo de Mainstream Renewable Power Ltd., Bart Doyle, dijo en octubre que esperaba cerrar un acuerdo el mes siguiente para obtener los fondos para construir dos parques eólicos en el norte de Chile destinados a proveer electricidad por un contrato que se adjudicó en 2015. Una vocera dijo el jueves por correo electrónico que la compañía aún está en negociaciones.

Cuatro de las cinco compañías que se adjudicaron contratos en 2015 no estarán listas para proveer electricidad en 2017 como se habían comprometido, pese a haber conseguido contratos a un precio promedio de US$79,30 el megavatio-hora, lo que se compara con el promedio de US$47,50 el megavatio-hora de la licitación del año pasado.

Solarpack transfirió su contrato para suministrar 100 gigavatios-hora a First Solar Inc. y no construirá las dos plantas solares que tenía planeadas. Ibereolica SL se adjudicó un contrato de 195 gigavatios-hora, pero no estará lista hasta abril de 2017, cuatro meses después de lo esperado.

Un proyecto de US$1.000 millones para construir la primera central termoeléctrica solar de América Latina en el norte de Chile ha estado detenido durante meses. En diciembre, el desarrollador Abengoa SA traspasó la total propiedad a su socio en el proyecto, la firma de capital privado EIG Global Energy Partners, que está trabajando para obtener financiamiento.

Líneas de transmisión

Demoras en la construcción de una línea de transmisión que reforzará una conexión entre el norte de Chile, donde se ubican la mayoría de las plantas de energía renovable, y la zona central del país, donde vive la mayoría de los consumidores, constituyen un riesgo adicional, dijo Ana Verena Lima, analista de Bloomberg New Energy Finance en São Paulo.

«Cuando los bancos miran estos proyectos e intentan prever cuál será el precio en el mercado ’spot’, no están seguros de si estas líneas estarán listas a tiempo y si serán suficientes para el futuro suministro de electricidad», dijo Lima. «Hay muchas incertidumbres y si tienes incertidumbre, tienes riesgo».

Si bien las obras para conectar a la red central y norte de Chile avanzan según el cronograma, culminar a tiempo otra línea para fortalecer el futuro enlace será “un reto», dijo Rebolledo, quien agregó: «Somos conscientes de que estamos apretados, estamos trabajando firmemente para tratar de cumplir los plazos».

La Asociación Chilena de Energías Renovables estima que actualmente hay tres o cuatro meses de demora en la construcción de la línea y que las demoras podrían llegar al año para cuando se termine el proyecto.

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