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Presidente del sindicato de Escondida advierte que están preparados para una huelga de meses Ayer BBVA advirtió que huelga hará que economía tenga crecimiento negativo en febrero y un 1T muy débil

Presidente del sindicato de Escondida advierte que están preparados para una huelga de meses

Mientras los trabajadores instalan un campamento que podrá albergar a 1.200 hombres por unos 2 meses, Patricio Tapia, representante de los trabajadores, comenta que «nunca habíamos visto a la compañía en esta posición», y que se ha tratado de «un diálogo de sordos». Los huelguistas está luchando por un aumento salarial luego del aumento de 30 por ciento en los precios del cobre en el último año. BHP por otro lado está bajo presión para mantener los costos bajo control, mientras los mercados de materias primas se recuperan de la mayor recesión en mucho tiempo.


Patricio Tapia, presidente del sindicato en la mina de cobre más grande del mundo, dice que nunca ha visto al dueño de BHP Billiton tan reacio a ceder terreno sobre el aumento de los salarios. Por eso se está preparando para una larga huelga.

El representante de los trabajadores de Escondida, está supervisando la construcción de un campamento de trabajadores fuera de la mina, diseñado para durar al menos dos meses. Habló con Bloomberg en una entrevista este jueves, horas después de que los 2.500 miembros del sindicato rechazaran la negociación que duró cerca de un mes.

Tapia, un minero de segunda generación que dice que se convirtió en director sindical por casualidad, cuando sus colegas lo nombraron para ocupar una vacante, fue elegido presidente en 2013. Antes trabajó como electricista por 23 años en Escondida, en el desierto de Atacama en Chile.

Ha estado involucrado en tres negociaciones salariales en la mina, entre ellas una huelga que duró 25 días en 2006, la más larga de Chile en al menos una década.

«Nunca habíamos visto a la compañía en esta posición», afirmó Tapia. «Este es un diálogo de sordos», agregó.

Mientras que los trabajadores están envalentonados por una subida del 30 por ciento en los precios del cobre en el último año, BHP está bajo presión para mantener los costos bajo control a medida que los mercados de materias primas se recuperan de la mayor recesión en una generación.

La disputa además está siendo observada intensamente por los sindicatos y la dirección en otras minas cuyos contratos están a punto de renovarse.

Con el endurecimiento del mercado, los inversores también están prestando mucha atención a posibles interrupciones del suministro.

BHP rechazó las solicitudes de comentarios a Bloomberg. En un comunicado el miércoles, Escondida dijo que siempre se esfuerza por llegar a un consenso.

Tapia es consciente de lo que está en juego, en tanto que el sindicato se prepara para un paro prolongado. Mientras hablaba, los miembros del sindicato instalaban una cocina, un comedor e inodoros y duchas en el campamento, que podrá albergar hasta 1.200 trabajadores en cualquier momento.

«Esto no es bueno ni para el sindicato ni para la empresa», dijo Tapia. «Pero es nuestra única alternativa frente a un rival que no quiere hablar. Nuestra única fuerza es la huelga «, apuntó.

El sindicato, que representa el 95 por ciento de los operadores y trabajadores de mantenimiento de Escondida, ha solicitado que BHP evacue a unos 1.700 contratistas que trabajan en la mina.

Mientras que las autoridades laborales de Chile determinaron que se necesitan 80 trabajadores para prestar servicios mínimos en la mina, el sindicato señaló que solo permitió ingreso a 10 trabajadores esta mañana.

Los sindicalizados se reunirán dos veces al día en el campamento para discutir cualquier noticia sobre las negociaciones. Tapia reconoció que no podría revelar qué otras acciones tomará el sindicato para protestar.

«Nuestra gente confía en que tenemos un plan estratégico que no afectará la seguridad de la mina y la seguridad de nuestros miembros», dijo.

Como hijo de un minero del salitre y nacido en una comunidad salitrera de Atacama, Tapia no ha conocido la vida fuera de las minas. En ese sentido, recuerda cuando las protestas de los trabajadores eran más simples.

«Había una especie de hermandad: las familias vivían juntas cuidándose el uno al otro», dijo. «Protestar era una cuestión de mantener el puño en el aire y esperar lo mejor», sentenció.

Hoy, en cambio, apuntó a que los líderes sindicales deben ser conscientes de las regulaciones y reformas laborales. El sindicato de Escondida realiza periódicamente su propia investigación sobre la productividad de los trabajadores para poder contrarrestar la posición de la empresa en las negociaciones salariales.

A su alrededor, los trabajadores del campamento comienzan a cocinar el almuerzo en tiendas de campaña que ofrecen refugio del fuerte sol del desierto. Alguien conecta un teléfono a un altavoz y la música se dispara.

«¡A tiempo!», gritan mientras se ríen.

«¿Ves? Estamos listos para todo «, dijo Tapia.

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