Crecimiento de febrero estará afectado por la baja debido al impacto de huelga en Escondida
Mario Marcel trazó un pesimista panorama económico para el primer trimestre de este año, cuyos resultados –a su juicio– no serán mejores que el último cuarto del 2016. La presentación reservada la hizo en un taller organizado por el instituto Libertad y Desarrollo.
El presidente del Banco Central de Chile, Mario Marcel, trazó un pesimista panorama económico para el primer trimestre de este año, cuyos resultados –a su juicio– no serán mejores que el último cuarto del 2016.
Tras el 1,7 % que creció la actividad el pasado enero, según informó el emisor este lunes, «la cifra de febrero estará afectada por la baja en la producción de cobre derivada de la huelga en Escondida y por la base de comparación que dejó el año bisiesto 2016», señaló Marcel al exponer en un seminario del instituto Libertad y Desarrollo (LyD) sobre las perspectivas económicas para este año.
«Esto parece suficiente para anticipar que el primer trimestre del 2017 no será mejor que el último del 2016», subrayó el mandamás del emisor chileno.
La variación del PIB (Producto Interno Bruto) del cuarto trimestre de 2016 se dará a conocer recién el próximo 20 de marzo, pero según el Índice Mensual de Actividad Económica (Imacec), que lo anticipa, Chile creció apenas un 0,53 % en ese período.
Ello, producto de una caída del 0,4 interanual en octubre y aumentos del 0,8 % en noviembre y del 1,2 % en diciembre.
«Ojalá que a la mayor preocupación que manifiesta el mundo político por el crecimiento, se sume en los próximos meses un sentido de urgencia y un esfuerzo por concretar iniciativas que así lo aseguren», planteó Marcel en su exposición.
No obstante, reparó también en que el sostenido bajo crecimiento que ha experimentado la economía chilena desde el 2014, «muestra de un grado de madurez importante».
Precisó que «las empresas y consumidores han sabido reaccionar ordenando sus cargas financieras, mejorando sus procesos y reduciendo sus costos», con el resultado de que los sectores económicos «no han sufrido en demasía y las condiciones financieras siguen siendo muy favorables».
Reafirmó, en ese contexto, la necesidad de un sesgo más expansivo en la Tasa de Política Monetaria (TPM), a fin de asegurar el logro de la meta de una inflación del 3 % en un horizonte de 24 meses, «en presencia de un debilitamiento de la demanda interna y una apreciación cambiaria».
El pasado enero, el Banco Central recortó en un cuarto de punto la TPM, hasta el 3,25 %, pero la dejó estable en febrero, cuando el mercado y los expertos apostaban por un nuevo recorte.
Respecto del tipo de cambio, Marcel destacó que la depreciación de la moneda local ha ayudado al sector exportador a «tener mayores retornos en pesos, lo que sin duda le ha permitido mejorar su posición financiera».
También evaluó positivamente el mercado laboral, que «no muestra los niveles de estrés de hace tres o cuatro años, cuando el costo de la mano de obra subía impulsado por las externalidades que generaba el boom minero en el norte del país», dijo.
Sostuvo, asimismo, que las mejores condiciones del escenario externo ayudarán a los países emergentes, entre ellos Chile.
«El mejor tono del mundo desarrollado es sin duda una buena noticia», afirmó al respecto, y consideró que en la medida que ese panorama se mantenga «y el crecimiento de esta parte del mundo mejore, el resto de las economías emergentes nos veremos beneficiadas, ya sea por una mayor demanda, por mejores precios de nuestras exportaciones o por un mejor conjunto de políticas económicas».
En su opinión, los elementos internos y externos actuales «son suficientes para mantenernos en un buen pie y que la economía sea capaz de retomar una senda de mayor dinamismo cuando los ánimos generales mejoren».
