El viernes se desató una batalla campal entre los dos ministros, luego que Krauss revelara que las AFP quedarán fuera de la administración de los 5 puntos porcentuales adicionales de cotización que propuso la Presidenta Michelle Bachelet en agosto pasado, para elevar las pensiones de los chilenos. Valdés calificó los dichos como «imprudentes».
Como dos chicos que se pelearon en el patio de la escuela y el director les dio un tirón de oreja, el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, y la ministra del Trabajo, Alejandra Krauss, se dieron la mano.
Y Hacienda se preocupó de hacerlo público.
A través de un comunicado, el secretario de Estado informó que se realizó una reunión de trabajo «para abordar los próximos pasos en torno a la propuesta del Gobierno para mejorar las pensiones».
“Tengo la mejor opinión personal y profesional de la ministra Krauss, su llegada al gabinete ha significado un gran aporte y seguiremos trabajando en forma coordinada, no solo en materia de pensiones sino también en muchos otros temas que nos involucran”, expresó Valdés.
Por su parte, Krauss afirmó que «la Presidenta nos ha pedido mayores niveles de coordinación y creo que todos, incluida por supuesto esta cartera, deben hacer los esfuerzos para que este último año de trabajo de la actual administración sea fructífero y avance en las reformas que nuestro país demanda y a las cuales nos hemos comprometido».
El viernes se desató una batalla campal entre los dos ministros, luego que Krauss revelara que las AFP quedarán fuera de la administración de los 5 puntos porcentuales adicionales de cotización que propuso la Presidenta Michelle Bachelet en agosto pasado, para elevar las pensiones de los chilenos.
Lo que más molestó a Valdés fueron la forma y los tonos.
Krauss señaló en un seminario que no “todo esto será en cuentas personales administradas por un ente público, porque, estamos claros, ni un peso más a las AFP. Quiero ser categórica, ni un peso más a las AFP”.
Añadió que el Ejecutivo está ahora definiendo si será un organismo estatal independiente supervisado por la Superintendencia de Pensiones el que se hará cargo o si será una entidad financiera distinta a las AFP la que administre los recursos, que podría incluso ser extranjera, tal como se hace hoy con la administración de los fondos soberanos.
La titular del Trabajo, que asumió en reemplazo de Ximena Rincón, agregó además, sobre las administradoras, que “recién en 2008 se le integró algo de seguridad y algo de social a este sistema”, apuntando a que “ni el mercado financiero ni la introducción del pilar solidario le dieron legitimidad al sistema”.
La reacción del ministro de Hacienda fue dura: “La ministra del Trabajo de manera imprudente comunicó públicamente hoy la visión que tenemos sobre la administración del 5% que se convertirá en el pilar de ahorro colectivo, anticipando un debate que se daría en la mesa con los partidos, sin precisar los detalles de esta propuesta y otros elementos complementarios. Además, empleó consignas que están fuera del espíritu con que hemos trabajado”, sostuvo.
Valdés añadió que ese tipo de comentarios constituyen otro factor que daña las confianzas.
La disputa escaló hasta el consejo de gabinete de este fin de semana. Allí la Presidenta Bachelet pidió mejor coordinación, aunque la vocera admitió que existen diferencias de opinión en torno a la propuesta que están trabajando para mejorar las pensiones y que la controversia que los involucró está totalmente superada.
Andrés Santa Cruz, presidente de la Asociación de AFP, respondió que «las declaraciones que hemos escuchado parecen indicar que la preocupación principal no es mejorar las pensiones de los chilenos. Algunos también gritan ‘no más políticos ni un peso más para ellos’… ¿Se va a responder de la misma manera?», planteó.
Santa Cruz agregó que «así no se construyen los acuerdos ni se recomponen las confianzas. La política y los políticos son fundamentales para Chile y las AFP son un aporte para el Chile de hoy y del futuro», afirmó.
Los fondos adicionales de la propuesta provendrán de un aumento en la cotización por parte del empleador, seguirían siendo parte de una cuenta personal, de forma similar a la forma en que funcionan las cuentas nacionales en los países del norte de Europa, como Noruega.
La polémica se desata en momentos en que el Gobierno se prepara para presentar su propuesta final y con el movimiento No+AFP organizando un nueva marcha para aumentar la presión.
De acuerdo a diferentes fuentes consultadas, habría consenso en que parte de la cotización adicional iría a las cuentas adicionales y el resto a un fondo de reparto.
Efectivamente, los 5 puntos adicionales no serían administrados por las AFP, al tiempo que el PS estaría argumentando fuertemente que la cotización aumente en 10 puntos, que esa diferencia la pague el Gobierno y que todo vaya a un fondo de reparto.
