El banco apunta a alcanzar un nivel de reservas de 15 por ciento del producto interno bruto en los próximos dos años, lo que implicaría agregar unos US$25.000 millones al nivel actual de US$49.000 millones, dijo Federico Sturzenegger, presidente del banco, en una conferencia de prensa en Buenos Aires. El banco central viene comprando reservas desde abril del año pasado, pero será más enérgico en sus compras a partir de ahora, dijo.
El banco central de Argentina planea acelerar su acumulación de reservas a medida que intenta alcanzar los niveles que mantienen sus pares de grado de inversión, dijo el martes el presidente de la entidad, Federico Sturzenegger.
El banco apunta a alcanzar un nivel de reservas de 15 por ciento del producto interno bruto en los próximos dos años, lo que implicaría agregar unos US$25.000 millones al nivel actual de US$49.000 millones, dijo Sturzenegger en una conferencia de prensa en Buenos Aires. El banco central viene comprando reservas desde abril del año pasado, pero será más enérgico en sus compras a partir de ahora, dijo.
Si bien Sturzenegger expuso los beneficios de incrementar la tenencia de dólares, lo que le ha permitido al banco central aumentar sus retornos, subrayó que el objetivo del banco no es hacer que un peso sobrevalorado se deprecie. El gobierno negó en marzo versiones de que el banco central había llegado a un pacto con el Tesoro para reducir la oferta de dólares en el mercado.
El peso se ha fortalecido 4 por ciento este año, a 15,29 pesos por dólar, lo que suscita preocupación por los efectos sobre la competitividad de las exportaciones argentinas.
«Hay un objetivo y va a ser un poco más agresivo de lo que era el año pasado», dijo Sturzenegger. «Se hace hincapié en consolidar la trayectoria de las reservas hacia ese objetivo sin estar constantemente pendientes del tipo de cambio.»
Muchos de los dólares que el banco planea acumular procederán de la venta de bonos en dólares por parte del gobierno, dijo Sturzenegger. El banco central esterilizará los pesos adicionales producidos al aumentar su emisión de notas conocidas como Lebacs, dijo.
El banco aumentó su tenencia de moneda extranjera aproximadamente 4 puntos porcentuales el año pasado y ha desarrollado nuevas formas de invertir esos dólares, comprendidos el arbitraje en futuros de yen y la renta de oro, dijo Sturzenegger. El banco ha aumentado sus retornos a 130 puntos básicos, dijo.
Al preguntársele si pensaba que un efecto secundario de la compra de reservas sería una depreciación del peso, Sturzenegger insistió en que el banco no tiene planes de intervenir en la moneda.
«Se podría preguntar cuál habría sido el tipo de cambio si el banco central no hubiera comprado US$1.450 millones por mes el año pasado», dijo. «Compramos US$1.450 millones por mes el año pasado y nadie lo consideró una intervención en el mercado».
