El presidente Donald Trump tiene la oportunidad de remodelar el liderazgo de la autoridad monetaria más influyente del mundo, y pocos observadores creen que deje pasar la oportunidad de traer sangre nueva. Si bien no ha descartado reelegir a Yellen por otros cuatro años, algunos observadores de la Fed no le ven mucho tiempo más a la actual funcionaria. Entonces, ¿quién podría encabezar a continuación el banco central del mundo? Aquí mencionamos tres candidatos posibles, cuyos nombres se han escuchado en Washington.
La aparición de la presidenta de la Reserva Federal, Janet Yellen, ante un comité del Congreso el miércoles dio, por momentos, la sensación de una despedida.
«¿Anticipa que esta será su última vez testificando ante este comité?», preguntó el representante Sean Duffy, un republicano de Wisconsin.
«Mi mandato expira en febrero y, por lo tanto, bien podría ser», respondió ella con tal vez solo un toque de nostalgia.
El presidente Donald Trump tiene la oportunidad de remodelar el liderazgo de la autoridad monetaria más influyente del mundo, y pocos observadores creen que deje pasar la oportunidad de traer sangre nueva. Si bien no ha descartado reelegir a Yellen por otros cuatro años, algunos observadores de la Fed no le ven mucho tiempo más a la actual funcionaria. Entonces, ¿quién podría encabezar a continuación el banco central del mundo? Aquí mencionamos tres candidatos posibles, cuyos nombres se han escuchado en Washington.
Gary Cohn, asesor económico sénior de Trump, ha obtenido la más reciente atención después de que la revista Politico informó el martes que él es el candidato principal. Anteriormente se dijo que estaba a cargo de la búsqueda del próximo presidente de la Fed. Cohn, de 56 años, dijo que no está interesado en el cargo, y la portavoz de la Casa Blanca Sarah Huckabee Sanders dijo el miércoles que estaba «bastante claro que a Cohn le encanta su trabajo y que está feliz haciendo lo que hace».
Antes de unirse al equipo de Trump, Cohn trabajó en Goldman Sachs Group Inc. por más de 25 años, incluyendo una década como presidente –una línea de su currículum que seguramente atraerá la ira de los demócratas si es nominado–. Mientras estaba en Goldman criticó a la Fed por inyectar liquidez en el sistema financiero para estimular la economía y, al mismo tiempo, decirles a los bancos que necesitaban acumular capital y prestar con cuidado.
Otro candidato potencial es Kevin Warsh, que fue uno de los gobernadores de la Fed de 2006 a 2011 y se basó en su experiencia de Wall Street –adquirida en Morgan Stanley– para desempeñar un papel clave detrás de escena en los esfuerzos para sofocar la crisis financiera. Ha sido un crítico enfático del banco central desde entonces, abogando por cambios generalizados en la política monetaria y las comunicaciones al público.
La candidatura de Warsh se toma en serio lo suficiente como para que también haya atraído vigorosa oposición de activistas de izquierda, particularmente por haber celebrado las innovaciones de Wall Street antes de la crisis financiera, de las que se dice que ayudaron a causar el colapso.
John Taylor, otro crítico de la Fed de Yellen, es también un candidato frecuentemente mencionado para reemplazarla. Profesor de la Universidad de Stanford, es más conocido por la regla de política monetaria que desarrolló en 1993, la cual vincula los cambios en las tasas de interés que realiza la Fed con el estado de la economía y la inflación.
Taylor, de 70 años, ha argumentado que la Fed ha sido demasiado laxa con la política monetaria y que se ha sometido en exceso a las opiniones de los estrategas. Tiene partidarios en la Cámara de Representantes de EE.UU., donde legisladores republicanos han respaldado leyes que requieren que la Fed siga la regla de Taylor o algo parecido a ella.
Taylor tiene, sin embargo, una reputación de línea dura que podría asustar a un presidente que se ha descrito a sí mismo como «una persona favorable a las bajas tasas de interés».
