Los expertos temen que las tensiones entre Washington y Pyongyang puedan eclipsar los buenos resultados que han presentado las empresas del segundo trimestre del año que habían impulsado a Wall Street las últimas semanas, y que los inversores se vean afectados por la inestabilidad política.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo que Corea del Norte «se encontrará con fuego y furia y, francamente, poder como el que el mundo nunca ha visto antes», si el régimen de Kim Jong Un sigue amenazando a EE.UU.
Los comentarios del mandatario siguieron a un informe en el diario Washington Post, que citó un análisis de la Agencia de Inteligencia de Defensa, en el que se afirma que Pyongyang desarrolló con éxito una ojiva nuclear miniaturizada que podría caber en sus misiles. Y esto ocurre pocos días después de que el Consejo de Seguridad de la ONU aumentara las sanciones contra Corea del Norte, apuntando a alrededor de US$1.000 millones de los aproximadamente US$3.000 millones en exportaciones de la nación. Esas restricciones fueron impuestas luego de que el país asiático realizara en julio dos pruebas intercontinentales de misiles balísticos (ICBM, por sus siglas en inglés).
Los dos desarrollos -los vuelos de prueba de los ICBM y el progreso en la ojiva- aumentan la presión sobre Trump para que responda a las provocaciones de Corea del Norte. Durante la campaña, el entonces candidato republicano sopesó la amenaza de que Pyongyang desarrollara una ojiva nuclear capaz de llegar a EE.UU.: «No sucederá», prometió en Twitter.
Aunque Corea del Norte se enfrenta a otros obstáculos tecnológicos, el programa de armas de Kim parece estar progresando más rápido de lo que las agencias de inteligencia estadounidenses pronosticaron anteriormente.
«Hoy Corea del Norte se convirtió en el tercer adversario de Estados Unidos, después de Rusia y China, en alcanzar la capacidad de amenazar con una guerra nuclear», dijo Matthew Kroenig, un investigador no residente del Centro de Seguridad Internacional Brent Scowcroft del Atlantic Council.
La reacción de los mercados ha sido dura.
Los tres indicadores de referencia de Wall Street terminaron la jornada bursátil en números rojos después de registrarse una fuerte bajada en el parqué neoyorquino minutos después de los comentarios de Trump. En América Latina y Asia las caídas de bolsa también han sido significativa.
Tanto el Dow Jones de Industriales como el S&P 500 y el Nasdaq habían pasado buena parte del día en terreno positivo con el avance del sector tecnológico, financiero y energético, pero tras las tajantes declaraciones de Trump, los inversores iniciaron una venta de acciones.
Así, el Dow Jones cerró con un descenso del 0,15 por ciento tras perder 33,08 puntos con fuertes subidas y bajadas en la última media hora, y no se pudo apuntar la que hubiera sido la décima jornada consecutiva de récords, aunque todavía permanece por encima de los 22.000 enteros que superó la semana pasada.
Por su parte, el S&P 500 terminó el día con una caída del 0,24 % o 5,99 unidades menos, mientras que el índice compuesto del mercado Nasdaq retrocedió un 0,21 por ciento tras dejarse 13,31 puntos.
Los expertos temen que las tensiones entre Washington y Pyongyang puedan eclipsar los buenos resultados que han presentado las empresas del segundo trimestre del año que habían impulsado a Wall Street las últimas semanas, y que los inversores se vean afectados por la inestabilidad política.
«Las tensiones geopolíticas podrían ser el catalizador para la dirección del mercado en las próximas semanas, dependiendo de cómo sale todo», afirmó el jefe de estrategia de inversiones de Boston Private, Robert Pavlik.
«Si estos intercambios siguen intensificándose, el mercado se pondrá nervioso», agregó.
El índice de volatilidad del mercado, conocido como Vix y que está considerada como la mejor medida de temor de Wall Street, subió hoy casi un 11 por ciento hasta el 11,02. EFE
