La moneda única llegó a subir un 1,2 por ciento mientras Draghi hablaba y traspasó los US$1,20. Había subido un 0,9 por ciento, hasta los US$1,2025 dólares a las 3:23 p.m., hora de Fráncfort.
Mario Draghi dijo que el Banco Central Europeo está observando los avances del euro al tiempo que los encargados de política monetaria se aproximan a determinar el futuro de su programa de compra de bonos.
«La reciente volatilidad de la tasa de cambio representa una fuente de incertidumbre que requiere monitoreo» por su impacto sobre la estabilidad de los precios, dijo el jueves a la prensa el presidente del BCE en Fráncfort. Draghi dijo que las decisiones sobre la flexibilización cuantitativa (QE) son «muchas, complejas y naturalmente uno siempre piensa en los riesgos que pueden materializarse en las próximas semanas o meses, de modo que esa es la precaución que hay detrás de no especificar una fecha; probablemente, la mayor parte de estas decisiones se tomarán en octubre».
La moneda única llegó a subir un 1,2 por ciento mientras Draghi hablaba y traspasó los US$1,20. Había subido un 0,9 por ciento, hasta los US$1,2025 dólares a las 3:23 p.m., hora de Fráncfort.
La señal de que es probable que se tome una decisión sobre las compras de bonos el próximo mes “dificulta que el presidente del BCE pueda hacer comentarios que hagan que el euro baje», dijo Nick Kounis, economista de ABN Amro en Ámsterdam. «El mercado de divisas le está diciendo a Draghi que del dicho al hecho hay un gran trecho y está poniendo más peso en las próximas acciones de QE».
El alza del euro —más de un 14 por ciento frente al dólar este año y casi un 6 por ciento sobre una base ponderada en función del comercio— se vio reflejada en una rebaja de las perspectivas de inflación del BCE, aun cuando Draghi dijo que el crecimiento económico sigue siendo sólido. Eso pone de manifiesto la dificultad que enfrentan los encargados de política monetaria a medida que debaten el futuro de su programa de QE, que ya ha superado los 2 billones de euros (US$2,4 billones) y está previsto que continúe a un ritmo mensual de 60.000 euros hasta fines de este año.
El personal del BCE ahora estima la inflación en un 1,2 por ciento en 2018 y un 1,5 por ciento en 2019, muy por debajo de la meta de poco menos del 2 por ciento.
Sin embargo, Draghi dijo que había una «amplia satisfacción» en el consejo de gobierno en cuanto a que los precios al consumidor a la larga convergerían con las expectativas de un crecimiento más sólido.
«Las condiciones financieras sin duda se han ajustado en la zona del euro, pero siguen correspondiendo a un amplio apoyo a las compañías no financieras y las empresas», dijo. «La expansión económica, que se aceleró más de lo esperado en el primer semestre de 2017, continúa siendo sólida y amplia en todos los países y sectores».
El titular del BCE describió la discusión sobre el camino de la QE como “muy, muy preliminar” y dijo que el consejo de gobierno consideró los “efectos positivos y negativos” entre los distintos escenarios relacionados con el ritmo y la duración de las compras. Los encargados de política monetaria quieren ver el trabajo de los comités técnicos del BCE antes de decidir, dijo.
Política monetaria del BCE Decisión del 7 de septiembre Tasa de refinanciamiento principal 0 por ciento Tasa de depósitos menos 0,4 por ciento Tasa marginal 0,25 por ciento Meta de compra de activos 60.000 millones de euros mensuales
Draghi dijo que las autoridades del banco no analizaron límites autoimpuestos del BCE sobre la proporción de emisiones de bonos que puede comprar, ni tampoco hablaron mucho del riesgo de que el banco central se quede sin deuda para comprar.
«No hemos discutido realmente el tema de la escasez hasta ahora”, dijo. «Hemos demostrado consistentemente que hemos sido capaces de lidiar con este tema con bastante éxito».
El presidente del BCE reiteró además que las tasas de interés se mantendrán bajas por un periodo prolongado y dijo que las autoridades del banco no abordaron si podrían elevarse antes de que finalicen las compras de activos netos.
