Apple Music y Spotify siguen creciendo como bolas de nieve, pero los grandes cantantes y bandas han tenido que cambiar sus estrategias al no recibir más dinero por sus ventas de discos.
El boom del streaming musical ha generado una paradoja: hay cada vez más personas escuchando música, pero los músicos están ganando cada vez menos.
Esta afirmación, que suena tan irónica como la canción de Alanis Morissette, se da en medio del fuerte crecimiento de Apple Music y Spotify, que siguen aumentando su número de suscriptores, llegando hasta los 60 millones en el caso de la marca de la manzana plateada, y que continúan cerrando contratos con discográficas, como Warner.
El problema es que esto ha significado el cuasiolvido por los discos físicos, hasta hace poco la principal fuente de ingreso de las bandas, que ahora han debido reorientar sus estrategias, entre ellas, aumentar el número de giras.
Uno de los ejemplos más emblemáticos en estos días es el de Beyoncé, cantante que más ingresos recibe en el mundo, pero solo el 10% proviene de su propia música.
Fuente: Quartz
