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Primera bolsa verde mundial supera expectativas en su primer año La primera bolsa mundial para valores y títulos relacionados con el cambio climático, cotizó bonos por 63.000 millones de euros

Primera bolsa verde mundial supera expectativas en su primer año

La Luxembourg Green Exchange, también conocida como LGX, se creó como un lugar donde los inversores podían estar seguros de que estaban comprando realmente un bono verde. El sector no está regulado hasta el momento, pero los emisores pueden atenerse voluntariamente a marcos como los Principios de los Bonos Verdes o la Iniciativa de Bonos para el Clima. La LGX obliga a sus emisores a presentar una documentación completa, tanto antes como después de la emisión.


A un año de su creación, la Luxembourg Green Exchange, la primera bolsa mundial para valores y títulos relacionados con el cambio climático, cotizó bonos por 63.000 millones de euros (US$74.000 millones).

“Superó ampliamente las expectativas”, dijo en una entrevista telefónica Jane Wilkinson, responsable de finanzas sostenibles en la Bolsa de Valores de Luxemburgo (LuxSE). “Supera claramente el crecimiento que hemos visto en Luxemburgo en el mercado normal, que fue estable”.

La Luxembourg Green Exchange, también conocida como LGX, se creó como un lugar donde los inversores podían estar seguros de que estaban comprando realmente un bono verde. El sector no está regulado hasta el momento, pero los emisores pueden atenerse voluntariamente a marcos como los Principios de los Bonos Verdes o la Iniciativa de Bonos para el Clima. La LGX obliga a sus emisores a presentar una documentación completa, tanto antes como después de la emisión.

Los 63.000 millones de euros representan aproximadamente el 1 por ciento de la Bolsa de Valores de Luxemburgo en términos de valor de activos cotizados, según Wilkinson. El mercado mundial de bonos verdes ascendió a US$95.000 millones el año pasado. Después de un primer semestre de 2017 que batió récords, Bloomberg New Energy Finance elevó su previsión para 2017 desde la emisión de US$123.000 millones a US$130.000 millones. Wilkinson dijo que la cifra podría ascender a US$140.000 millones.

La LGX recibe entre dos y tres consultas y pedidos diarios de entidades como departamentos de hacienda y estudios jurídicos que están interesados en emitir bonos verdes, según Wilkinson.

“Hay indudablemente un mayor interés de potenciales emisores”, dijo Wilkinson. “Nuevos protagonistas que están tomando conciencia y pensando que podría ser un mercado interesante para nosotros y comienzan a hacer sus deberes”.

Hay un interés creciente de China, de los municipios estadounidenses y de entidades financieras latinoamericanas, dijo. Los emisores corporativos también se están involucrando más.

“Es todavía un mercado en ciernes, siendo una gran empresa, pienso que debería marcar el camino”, dijo Wilkinson. “Entiendo que no necesiten cotizar porque tienen una participación suficiente, pero ese tipo de emisor puede usar su influencia”.

Algunas grandes empresas del sector de la energía limpia no han calificado sus bonos como verdes aun pudiendo hacerlo, como la reciente oferta de Tesla Inc. de US$1.800 millones. Quizá se deba a la información adicional que se espera generalmente de los inversores para probar que los fondos captados están siendo utilizados únicamente para proyectos centrados en el medio ambiente, dijo Wilkinson.

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