En medio de las difíciles negociaciones con acreedores para que aprueben la reorganización como plantea la cooperativa que lidera Daniel Albarrán, el veedor de la firma ligada a ex ejecutivos de Norte Sur, Carlos Parada, se reunió la semana pasada con BancoEstado para pedir un millonario crédito. El miércoles está citada la junta de acreedores, ya postergada una vez. La reunión podría aplazarse nuevamente, mientras se negocia una nueva fórmula para seducir a los depositantes. Pagar más del 12% a cambio de que los acreedores renuncien al menos a la mitad de sus depósitos, es parte de la propuesta.
En medio del silencio casi total del Gobierno actual y del anterior, el equipo directivo y ejecutivo de la cooperativa Financoop sigue realizando gestiones bajo cuerda para aprobar la reorganización concursal y así evitar la liquidación de la compañía.
El próximo miércoles debe realizarse la junta de acreedores de la cooperativa, ya postergada una vez por el colapso que generó, tanto en los tribunales civiles como en la Corte de Apelaciones, la presentación de cientos de escritos donde se disputa qué créditos y acreedores serán reconocidos para participar del proceso. Y porque la cooperativa busca asegurarse el apoyo de al menos dos tercios de los depositantes que le den el voto a su propuesta, mientras un grupo de acreedores sigue oponiéndose a ello y planteando ideas alternativas.
Pero no será esta semana la fecha en que logre aprobarse el proceso y, de una u otra forma, el elástico seguirá estirándose peligrosamente. A la espera de aquello, Financoop abrió esta semana una nueva arma para salir del complejo momento.
La tarde del miércoles pasado, representantes de la firma –liderados por el veedor, Carlos Parada– se reunieron con ejecutivos del BancoEstado para concretar la solicitud de un crédito por 8 mil millones de pesos, posibilidad que permite la Ley de Cooperativas y que serviría para mantener con vida a la compañía, siempre que se logre aprobar la reorganización concursal.
El encuentro fue gestionado por Parada, que el 27 de marzo pasado envió una carta al presidente del banco, Arturo Tagle, quien fue designado por el Presidente Sebastián Piñera el 19 de marzo de este año.
La aparición del crédito como alternativa para Financoop ya se había considerado en 2017. Según reveló a este medio una alta fuente de Gobierno, el Ministerio de Economía tuvo contactos con la cartera de Hacienda para que BancoEstado apoyara a la cooperativa antes de agosto del año pasado, cuando el ministerio que dirigía Luis Felipe Céspedes acudió a tribunales para iniciar el proceso de liquidación de la cooperativa, desatando la crisis y paralización de Financoop.
En dicha ocasión, señalan las fuentes, el entonces jefe de las arcas fiscales, Rodrigo Valdés, no habría estado disponible a involucrar al banco estatal que en esa fecha presidía Jorge Rodríguez Grossi, quien meses después asumiría en Economía en reemplazo de Céspedes, cuando la crisis estaba instalada. Es precisamente en su conducción que Economía se allana a firmar el acuerdo con Financoop y el Consejo de Defensa del Estado (CDE) para no insistir en la liquidación y dejar en manos de los acreedores su defensa ante el Consejo de Administración de la cooperativa.
Hoy el Gobierno está al margen del caso, pero se reabrió la puerta para que la institución financiera que hoy lidera el ex gerente general del Banco de Chile apruebe el salvador crédito, el que –según fuentes del proceso– avanzaría a acelerado tranco.
No obstante, el monto podría ser insuficiente para salvar a la cooperativa, cuyos ejecutivos y el veedor siguen apostando al máximo de acreencias que sean postergadas y/o capitalizadas, lo que mantiene enfrentada a la administración con un grupo de abogados y representantes de acreedores liderados por José Tomás Fabres, Paula Bugueño y otros profesionales.
La cooperativa tenía al cierre de julio de 2017 (el último mes que operó normalmente) unos 2.200 acreedores, fundamentalmente depositantes, con un pasivo para la compañía de más de 45 mil millones de pesos. El acuerdo que firmó el Gobierno anterior con el CDE y Financoop incluyó el compromiso de la empresa de reconocer como pérdidas más de 13 mil millones de pesos, correspondientes a las provisiones que no hizo por la cartera de créditos vencida y que venía siendo ocultada en los últimos años a través de refinanciamientos unilaterales, en una modalidad similar a lo que hacía La Polar.
Financoop, que se negó siempre a reconocer dicha pérdida, la terminó incorporando en sus estados financieros una vez aprobada la reorganización concursal en los tribunales civiles, a comienzos de enero de este año. El cambio de actitud obedecía a que la resolución de la justicia permite la protección financiera, es decir, bloquea cualquier pago a futuro, condicionado a lo que se apruebe en la junta de acreedores.
Los acreedores, si bien el proceso de liquidación iniciado por el Ejecutivo en agosto del año pasado era el peor escenario para ellos, hoy están entregados a lo que se decida en la junta. Más bien, a lo que se está negociando en estos días y donde una parte importante de los acreedores no está participando.
Según cifras entregadas por una fuente que participa del proceso, de los 2.200 acreedores tenedores de depósitos, los que llegarán a la junta no superarán los mil. De hecho, casi dos tercios de esa cifra ya fueron aceptados como acreedores con derecho a participar, sumando cerca de 20 mil millones de pesos de pasivos.
El saldo, que representa más de 8 mil millones, aún está en proceso de validarse y son esos los que tienen empantanado judicialmente el proceso, por la gran cantidad de abogados que participan y un centenar de escritos que están siendo discutidos en el tribunal, muchos de ellos con errores legales que han debido ir corrigiendo presentación a presentación.
Además, los abogados que están planteando propuestas alternativas han presentado diversos reclamos contra el veedor. Tanto así, que el 30° Juzgado Civil remitió los antecedentes de aparentes incumplimientos de Parada, y la Superintendencia Insolvencia y Reemprendimiento informó, el 7 de marzo pasado, que se inició un procedimiento sancionatorio contra el veedor. Las fuentes creen que, si Parada es sancionado, será recién después que se celebre la junta de acreedores.
Se prevé entonces que unos 30 mil millones de pesos sean representados en la junta de acreedores y que no más del 50% de los acreedores de los mismos (naturales y jurídicos) vote. Así, que la propuesta de Financoop o la de algunos acreedores sea la que avance, dependerá del porcentaje que alcance cada uno.
La empresa hizo dos propuestas de reorganización en marzo pasado, las que fueron presentadas al tribunal civil que lleva la causa y que no pueden ser modificadas antes de la junta. La primera plantea que el 45% de las acreencias se capitalicen, es decir, que los acreedores pasen a ser socios. Otro 43% debe mantenerse en depósitos sin poder retirarse y solo un 12% de las acreencias sería pagado de inmediato.
La propuesta alternativa es que se mantenga el 43% de depósitos en la compañía y se pague el 12% de las acreencias. La figura distinta es que se capitalice solo un 13% de las acreencias, pero que el saldo (32%) deje de ser de acreedores de Financoop y pase a formar parte del pasivo (deudas) de una entidad que se crearía en paralelo y se dedicaría a la cobranza de créditos, teniendo como ‘activos’ más de 25 mil millones de pesos en créditos, cuya mora supera los 90 días (la cartera ‘sucia’). Financoop, en tanto, se quedará con la cartera ‘limpia’, o sea, con crédito sin mora o con menos de 90 días de retraso en el pago, con cuyo cobro, además de los nuevos negocios que genere, piensa ir pagando las deudas en el tiempo.
Los plazos apuntan a que los depósitos no capitalizados se paguen en plazos que podrían alcanzar los 10 años. En el caso de que se capitalice, el pago también requerirá varios años, pero además estará condicionado a que a la empresa le vaya bien, lo que genera la incertidumbre.
El propio veedor ha hecho ver sus dudas sobre la propuesta alternativa, considerando que no establece obligaciones de Financoop respecto de la sociedad nueva que se crearía y, por ende, que podría dejar en el abandono a los acreedores que opten por esa alternativa.
Sn embargo, ninguna de las dos propuestas ha convencido a todo los acreedores. Como se dijo, se espera que unos mil de ellos concurran con derecho a voto a la junta donde se requiere de dos tercios de los votos para aprobar la reorganización.
Mientras se busca esa votación, el grupo de abogados y acreedores que lidera Fabres –que estiman que alcanzan el tercio de los acreedores que arribarán a la junta– ha propuesto ideas alternativas. En particular, han pedido que, para capitalizar parte de sus acreencias, los ejecutivos y directivos ligados a Norte Sur dejen la institución, es decir, casi todo el consejo de Administración, liderado por Daniel Albarrán y Ernesto Livacic.
Asimismo, piden que, si los acreedores capitalizan parte de sus depósitos, deben modificarse los estatutos para que se transformen en accionistas y controlen la propiedad. También piden reducir sustancialmente los montos a capitalizar y algo de eso Financoop ha ido considerando, dado que en los últimos días surgieron nuevas propuestas entre los abogados, aunque aún son reservadas.
Así, circula, entre los abogados que están negociando junto al veedor y la gente de Financoop, una propuesta que, además de los montos a capitalizar y/o mantener como depósitos, abre un “fondo concursable” de 2 mil millones de pesos. Dichos recursos estarán destinados a pagar hasta un 35% de las deudas de los acreedores que estén dispuesto a “remitir” (condonar) el resto de su deuda, con un máximo de 100 millones de pesos por persona o sociedad.
Según la propuesta, si se usa el 100% de dicho fondo, el porcentaje a capitalizar baja a 40%. La oferta está pensada fundamentalmente en los acreedores con menores montos.
Y es que en la cooperativa hay unas 1.600 personas con acreencias por hasta 20 millones de pesos, que serían el objeto principal de esta idea y donde se ubicaría el grupo que ha tenido más recepción con lo planteado por el veedor y la compañía.
De acuerdo a estimaciones de quienes participan del proceso, si tuviera éxito la idea de pagar hasta el 35% de las acreencias de los ‘chicos’ (algunos hablan de un tope de 40%), se generaría una ‘utilidad’ para la cooperativa por el equivalente al saldo (60% de la acreencia de cada uno) que rondaría los 6 mil millones de pesos, pues serían recursos que quedarían como propiedad de la empresa.
Dichos recursos entonces harían caer la pérdida patrimonial (hoy cercana a 18 mil millones de pesos) a casi la mitad, incluyendo además los 6 mil millones de pesos que hoy tiene la firma como capital y que permiten, según la ley, resistir hasta 3 mil millones de pérdidas, dado que la normativa acepta hasta un 50% de patrimonio negativo. La diferencia de capital que falta, precisan las fuentes, Financoop y el veedor buscarían cubrirla con el crédito de BancoEstado.
En ese escenario, la empresa tendría cubierto el aumento de capital de 18 mil millones que aprobó la junta pero que de facto no es real, pues es ‘voluntario’ y los socios no estarán dispuestos a poner recursos. Por eso buscan que los acreedores capitalicen sus depósitos hoy en el ‘corralito’ judicial de Financoop.
Sin embargo, la discusión queda pendiente para las acreencias. La compañía no quiere disponer más recursos para aumentar el monto de pago de dichas deudas y está forzando a que los acreedores acepten dicha propuesta, recordando que, si no se da ese escenario, la posibilidad de liquidación –en caso de que la junta de acreedores rechace la propuesta– permitiría pagar solo un 20% de los pasivos, lo que inhibe a los acreedores de votar en contra.
Por eso, parte importante de la disputa hoy se da entre los acreedores de mayores montos (sobre 20 millones de pesos), que representan un número pequeño de ellos, aunque muy relevante en los montos totales.
En ese grupo se encuentran abogados y representantes de tenedores de depósitos, entre ellos, el abogado Tomás Fabres, quien ha pedido a la empresa que se capitalice una parte cercana al 5% de los depósitos de los ‘grandes’, pero que dichos recursos (unos 2 mil millones de pesos) les permitan acceder al control de la cooperativa, lo que ha sido rechazado por los representantes de Financoop.
En esa línea, se estima que si la firma destinara al pago de acreencias los 8 mil millones que están pidiendo a BancoEstado (y los acreedores aceptan remitir o condonar el otro 50%) lograría que terminaran con 16 mil millones en pasivos y se generarían ganancias por 8 mil millones, dineros –que sumados a los 6 mil millones que lograrían con el fondo concursable-–llevarían a 14 mil millones las ganancias para cubrir el hoyo de 18 mil millones de pesos.
La diferencia (unos 4 mil millones de pesos) la cubrirían con los 2 mil millones que aportarían en capital los acreedores ‘grandes’. Y como la compañía ya tiene 6 mil millones en capital –y dado que ella puede resistir 3 mil millones de pérdida patrimonial (50% de su capital)–, podría volver a funcionar.
Para todo esto, eso sí, los acreedores ‘disidentes’ piden que el aumento de capital aprobado por 18 mil millones, pero que los socios actuales no cubrirán (es ‘voluntario’), sea obligatorio y que se apliquen los estatutos de la firma que permitirían expulsar a los socios que no concurran al incremento en el capital, algo que, al menos en la propuesta de la compañía al tribunal, no está considerando, como explicó el propio veedor. En efecto, algunos acreedores estarían pensando demandar civilmente la nulidad de aumento de capital aprobado a fines de enero pasado, pues no sería legal que sea voluntario.
Con todo, la negociación ha estado entrampada porque la empresa quiere destinar los 8 mil millones de crédito de BancoEstado a caja y poder, así, usarlos para generar nuevos negocios en el futuro.
