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El banco, para adaptarse a exigencias tras la crisis financiera mundial, decidió dividir su operación en nueve grupos independientes, que ante eventuales problemas de solvencia responderán por sí mismos sin afectar al resto de las unidades. España es la agrupación que concentra el mayor volumen de activos, seguido de Reino Unido, Brasil, Estados Unidos, México, y Chile.
Como uno de los 30 bancos del mundo «demasiado grande para caer» fue catalogado Santander, que tiene todo listo para cumplir con las nuevas exigencias que surgen tras la crisis financiera mundial.
El banco tenía dos opciones para adaptarse a estas nacientes normativas: hacer un diseño centralizado en el que la matriz se hace cargo en solitario de toda la entidad financiera o bien descentralizarse y crear cortafuegos entre los distintos negocios.
Según informa el medio español Expansión, la entidad presidida por Ana Botín definió su estrategia para hacer frente a problemas de solvencia. Y su elección ha sido dividir Santander en nueve grupos independientes por zonas geográficas.
Los denominados grupos de resolución responderán por sí mismos, por lo que un tropiezo en uno no generará un efecto dominó afectando al resto.
Con esta nueva normativa cada filial estará englobada en uno de los nueve grupos creados por zonas geográficas. Siendo España el mayor de ellos, con activos por 651.000 millones de euros, le sigue Reino Unido, Brasil, Estados Unidos, México, Chile por 50.000 millones, Portugal, Polonia y Argentina.
«Hemos definido los grupos de resolución como un reflejo del modelo de grupos financieros autónomos, de forma que todas las filiales han sido asignadas a un grupo de resolución», explica el banco en un documento oficial.
Cabe destacar que la división también contempla el capital que no es compartido. Cada grupo de resolución debe cumplir por separado con los requerimientos de solvencia y para eso Santander tiene que retratar a cada uno de ellos en este campo.
