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Estrategia de La Moneda de veto parlamentario enciende los ánimos en la antesala de la Reforma Tributaria MERCADOS

Estrategia de La Moneda de veto parlamentario enciende los ánimos en la antesala de la Reforma Tributaria

Natalia Saavedra y Enrique Elgueta
Por : Natalia Saavedra y Enrique Elgueta Periodistas de El Mostrador Mercados
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Empresarios, parlamentarios, el ministro de Hacienda y hasta el presidente deben dar cada paso en materia de la negociación del proyecto de ley sin pisar en falso. Hasta ahora todos parecen caminar en direcciones diferentes, algo que claramente no beneficia al gobierno que debe concitar los apoyos necesarios para que su moción avance. Los empresarios hoy esperan que el ministro Larraín llegue al consejo de la Sofofa y la oposición está armada hasta los dientes. Un veto en el caso de la Reforma Tributaria para ellos no es un camino aceptable.


Las palabras dejan huella. Más aún si vienen de un presidente. Y cuando Sebastián Piñera habla normalmente sus intervenciones dejan varios heridos. Así lo hizo la semana pasada cuando consideró que la exigencia del empresariado estaba siendo demasiado alta en relación a la Reforma Tributaria, llamando a que no existan «predicadores». Y ayer, en medio de la tensión que escaló por el veto al salario mínimo volvió a mandarle un recado a quien no se puso de su lado y evitaron que el veto fuera exitoso. «El camino de negar la sal y el agua –que fue un camino inventando por un senador socialista en la década de los ’60 es un mal camino para Chile”, dijo Piñera.

El debate podría solo ceñirse al tema del salario mínimo, pero todo llega en un momento poco oportuno y cuando los diferentes intervinientes -gobierno, parlamentarios y el sector privado- toman palco para debatir el proyecto de la Reforma Tributaria. El domingo el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, hizo un llamado a no boicotear la reforma, pero el veto propuesto al salario llevó a punto de ebullición la relación entre el gobierno y la oposición. El comentario de parlamentarios fue que el equipo económico, comandado por La Moneda «quemó todas sus naves» con este tema, teniendo el debate de la reforma a la vuelta de la esquina. Y de paso, una oposición que se armó en tiempo récord.

Los ex ministros de Hacienda Rodrigo Valdés y Nicolás Eyzaguirre; de Energía, Máximo Pacheco; los presidentes del PPD, Heraldo Muñoz; del PS Álvaro Elizalde, los senadores Ricardo Lagos Weber, Jaime Quintana y Felipe Harboe (PPD); Jorge Pizarro y Francisco Huenchumilla (DC); del PS, Carlos Montes; los diputados Giorgio Jackson (RD) y Daniel Núñez (PC); representantes de centros de estudios como Espacio Público, Chile 21 e Igualdad; y de asociaciones gremiales como Conupia, UnaPyme, Asof, además de representantes de los gremios del SII y la ANEF, entre otros son parte del grupo que se articuló para ponerle freno a la propuesta del gobierno.

El ex ministro Máximo Pacheco conversó con El Mostrador Mercados sobre las críticas que tienen hacia la reforma. «Es un tremendo retroceso económico social y cultural para este país y es un retroceso porque como país ya nos pusimos de acuerdo hace 4 años que tenía que haber un estado más robusto y eso era más recursos.  Estábamos de acuerdo que los que ganan más paguen más y de tener una norma antielusión fuerte. Esta reforma recauda menos, libera a los más ricos de pagar más y debilita gravemente la conducta elusiva», explica.

La estrategia para Pacheco debe estar en un primer punto, «bajar» la reforma a la calle. «Ciudadanizar la reforma». «No podemos cometer el error de la vez pasada que hablamos del FUT. O ahora hablar de la integración o del 14 Ter. Tenemos que decir claro que esta no es una reforma pro Pyme y que eso es falso», comenta el ex ministro.

Ayer la tensión escaló a niveles peligrosos tras el veto. Se suma a ello que el apoyo de la DC está en veremos luego de la evidente tensión generada por el episodio del subsecretario de Redes Asistenciales, Luis Castillo. Y a que la oposición hoy tomará palco para ver si sus críticas al comportamiento del gobierno siguen subiendo. Hoy a eso de las 18:00 horas se espera la presencia del ministro de Hacienda, Felipe Larraín al Consejo General de la Sofofa. Pese a que las relaciones del gobierno han estado tensas luego de la exigencia de su timonel, Bernardo Larraín de insistir en la baja de tasa corporativa de impuestos, el secretario de Estado comprometió su presencia, pero, pese a que la invitación se cursó hace ya varios días, el timming no es adecuado. «Estamos esperando a ver si le va a dar palmaditas en la espalda a los empresarios», dice un parlamentario.

En paralelo, los diferentes sectores políticos de oposición han comenzado a reclutar asesores. Se cuenta a Alejandro Micco, a Jorge Rodríguez Grossi Cabello (hijo del ex ministro) y a Alberto Cuevas, ex asesor de Hacienda y quien fue clave en la reforma de 2014.

Relaciones peligrosas

Máximo Pacheco agrega que en este escenario es clave el comportamiento que tenga el sector privado frente a la reforma. Esto pues «uno de los graves riesgos es que se genere un ambiente para que les disparen muy fuerte a los empresarios por mezquinos. Que se genere esa idea antiempresarial es muy malo para ellos. Esto obliga a los empresarios a dar la cara y significa que efectivamente se debe esclarecer que no se le van restar recursos al Estado», dice.

En el sector privado se comenta que las relaciones con el legislativo se deben afianzar. Entre los parlamentarios se ha conversado  que «no es bueno para la foto» pactar acuerdos con Bernardo Larraín, siendo parte de uno de los grupos económicos más ricos de Chile, los Matte, y quienes controlan La Papelera, esta última firma involucrada en al caso de la colusión del papel tissue. Por eso, el rol de interlocutor ha recaído más bien en Alfonso Swett. «Está bien evaluado y se maneja mejor comunicacionalmente», dice el dirigente de una rama.

En efecto, leyendo anticipadamente que el sector puede ser, con esta reforma, calificado de tacaño. Swett señaló en una entrevista el fin de semana que «Necesito que las empresas anden bien. Si hay que sacrificar el que los dueños paguen más impuestos, yo estoy disponible”, comentó a La Tercera. El sector privado no quiere ser visto de mala manera, eso mientras la oposición se alista para señalar que no se puede volver a discutir sobre los puntos que los privados ya habían aceptado como parte de la reforma hace 4 años.

Tanto para el gobierno como para el sector privado es clave como se articule su relación para debatir ante la oposición los alcances de la reforma. Por eso es clave quién del sector privado sea el articulador de la relación, pero que a la par,  esa persona tenga aceptación entre los parlamentarios. La cierta transversalidad de Swett, por ejemplo, que tiene una relación  cordial con actores que no son de su sector como Bárbara Figueroa de la CUT, le daría cierta ventaja.

La reforma y los mercados

En materia de mercado de capitales la reforma aborda varios aspectos, uno de los más relevantes la forma sobre cómo deberán tributar las ganancias de capital.

El proyecto establece que para acciones y derechos sociales, se establece como posibilidad para las personas naturales el poder tributar con un impuesto único de tasa de 20%, pudiendo optar por el Global Complementario si es más conveniente y pudiendo rebajar de la ganancia de capital las pérdidas que se generen por el mismo tipo de operaciones; esto con el fin de atenuar la doble tributación que se genera por dividendos y utilidades que se obtienen al ser enajenados.

Con esto, la reforma apuntaría a volver a un criterio similar al que existía previo a la reforma de 2014, cuando la ganancia de capital se afectaba con el impuesto único de primera categoría. Antes de la reforma de 2014, había un régimen de impuesto único que afectaba la ganancia de capital por la venta de acciones y derechos sociales, cuando se cumplían ciertos requisitos éstos beneficios no se tributaban bajo el impuesto global complementario o impuesto adicional.

Juan Andrés Larrondo, asociado senior de Honorato Delaveau, analiza que la idea de volver a una tasa fija, esta vez de 20% para personas naturales, puede tener relación con el principio de equidad tributaria, ya que busca eliminar la doble tributación que ocurre en determinadas ocasiones en el mercado. «Por ejemplo, cuando los socios de una PYME escogen mantener invertidas sus utilidades y no retirarlas, optan por aumentar el valor de su negocio. Retirar las utilidades les habría dado derecho a imputar como crédito contra su impuesto personal el impuesto de primera categoría pagado por el negocio y así sólo pagar la diferencia; sin embargo, mantener las utilidades invertidas y optar por hacer crecer el negocio implica que luego al momento de venderlo y generar una ganancia de capital por la diferencia, ya no tendrán derecho a ningún crédito por esa ganancia”, dice Larrondo.

También destacan las normas de alivio de la doble tributación internacional. Si bien este aspecto está zanjado por ley, la idea sería simplificar la acreditación de los impuestos pagados en el extranjero. “En la actualidad hay muchas sociedades o fondos de inversión que invierten afuera y dan por perdido los impuestos que ya han pagado en el exterior, porque el mecanismo para demostrar ese crédito es complejo”, explica Larrondo.

Otro elemento interesante es el incentivo por el uso de “stock options”, muchas veces utilizados para el pago de bonificaciones de altos ejecutivos, a quienes en vez de darles un premio en dinero se les paga con acciones de la compañía. Aún no está claro cómo será el reglamento, pero es probable que haya un incentivo para las sociedades con el objetivo de darle un mayor uso a esta herramienta.

“Se hace presente también que se hace un esfuerzo por dinamizar la participación de los trabajadores en los beneficios de la empresa, generando un nuevo y más moderno y cercano tratamiento tributario a los planes de compensación laboral, de modo de no castigar esta clase de herramientas que pueden ser de gran utilidad para fortalecer el compromiso de los trabajadores con la empresa y de sus dueños para con ellos”, dice el proyecto.

Y otro elemento interesante es la eliminación del beneficio del ingreso no renta que actualmente contempla el artículo 107 de la Ley de Impuesto a la Renta, para ciertos casos especiales. “Las acciones total o parcialmente liberadas o bien aquellas aumentadas en su valor nominal que señala el párrafo anterior, tendrán valor de adquisición cero en caso de futuras enajenaciones y no podrán beneficiarse del ingreso no renta contemplado en el artículo 107 respecto del mayor valor en su enajenación”, dice el proyecto.

Al respecto, Larrondo sostiene que esto afectaría a las llamadas crías liberadas, nombre técnico que se le da las acciones que las sociedades distribuyen como reparto de utilidades. De aprobarse la reforma, en los términos planteados, las utilidades distribuidas en forma de participación societaria, y no como dividendos, ya no podrán acogerse a los beneficios de exención establecidos en el artículo 107 de la Ley de Impuesto a la Renta y estarán afectas al impuesto aplicable a las ganancias de capital. De la misma forma esta cambio afectaría la emisión de cuotas liberadas de pago en el caso de los fondos y el beneficio que para éstas contemplaba el artículo señalado.

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