MERCADOS
La asociación hará su jugada en tribunales tras destaparse el caso que involucra a exejecutivos de la organización que agrupa a dueños de máquinas tragamonedas en el financiamiento irregular de campañas políticas. “Nuestra imagen ha sido dañada al ser vinculada a este tipo de situaciones que están lejos de la centralidad de nuestros intereses”, señalan.
El nuevo directorio de Fiden ha decidido tomar acciones legales en contra de sus exdirectivos –y algunos exasesores– por el denominado caso Tragamonedas y su vinculación con el financiamiento de campañas políticas que investiga la Fiscalía Oriente.
“Cabe mencionar, que el Servel ha desestimado que existan antecedentes para hablar de financiamiento irregular de la política y tal como lo hemos mencionado siempre, jamás Fiden ha financiado campaña política alguna. Las acciones individuales de aportes de personas se pueden cotejar en Servel”, parten aclarando desde la asociación.
Sin embargo, dicen, “nuestra imagen ha sido dañada al ser vinculada a este tipo de situaciones que están lejos de la centralidad de nuestros intereses”. Por lo cual, además de tomar acciones legales, “se suspenderá su calidad de socios mientras se aclara la situación legal que los afecta”, agregan.
A través de un comunicado, desde Fiden comentan que están a la espera de que la Justicia aclare cuanto antes la situación, “con el objeto de asentar verdades, despejar dudas y terminar con la persecución mediática de la que hemos sido objeto desde agosto pasado, cuando la Comisión de Gobierno del Senado y el Subsecretario de Hacienda anunciaron su disposición a regular nuestra actividad. Situación que en la actualidad cambió y ahora el Senado discute la prohibición total de las máquinas tragamonedas fuera de los casinos”, señalan.
Fiden se defiende, asegurando que el hecho de no estar regulados “no convierte la actividad en ilegal, sino simplemente que no está regulada”.
“Somos víctimas de una campaña de los grandes sectores interesados en borrar a los pequeños y medianos empresarios, para dejar en manos de unas familias el rubro del entretenimiento. No es posible pensar que las máquinas de barrio o de locales son malas y las de casinos son buenas, eso es una burla para la inteligencia de la ciudadanía y el efecto de la colusión y concentración económica de la que Chile sigue siendo abusada [sic]”, concluyen.
