MERCADOS|OPINIÓN
Según el informe «Fintech en América Latina 2018: crecimiento y consolidación», del BID y Finnovista, hay 1.166 nuevos emprendimientos en la región. Esas nuevas empresas que se han sumado al ecosistema existente en Latinoamérica, representan un aumento del 66% respecto al informe publicado el año anterior. Esta industria digital se ha expandido a 18 países, ocupando Brasil el primer puesto, con 380 nuevas empresas, seguido de México con 273, Colombia con 148 y Chile con 84… Y la cifra sigue sin duda creciendo.
La pasada versión del Chile Day en Londres tuvo un cariz interesante y particular, porque por primera vez en quince años estuvimos presentes con la Asociación de Emprendedores de Chile representando al pequeño y mediano.
Un hecho que para los emprendedores no es irrelevante. Participar en uno de los centros financieros más importantes del mundo es una instancia privilegiada de ser protagonistas en ese diálogo junto con empresarios chilenos e inversionistas extranjeros, que nos permite ser parte de esa promoción de Chile como un centro financiero regional y una plataforma de servicios financieros para América Latina y mercados emergentes.
Nuestra presencia en el encuentro tiene también un sentido de visión de futuro. Y al escuchar las palabras del ministro de Hacienda, Felipe Larraín, se logra comprender la relevancia. La importancia de generar una reunión con la mayor cantidad de agentes, tanto de Chile como extranjeros, para avanzar en el objetivo de convertir a Chile en un centro financiero regional y exportador de servicios financieros, de diversificar nuestra economía y así generar más oportunidades para todos los chilenos, en la era digital, requiere de nuevos actores, como son los emprendedores.
Acá es donde me quisiera detener, para explicar la relevancia de que los emprendedores estemos en las mesas de la economía.
En su discurso el ministro habló de un esfuerzo histórico en coordinación con las autoridades y el sector privado para lograr su cometido. Atraer inversiones extranjeras es vital y que se arriesguen en nuevos mercados.
A mi juicio, los emprendedores debemos tomar este llamado y convertirnos en los actores principales con una fuerza como nunca antes la habíamos tenido, a través también del desarrollo de las Fintech.
Según el informe «Fintech en América Latina 2018: crecimiento y consolidación», del BID y Finnovista, hay 1.166 nuevos emprendimientos en la región. Esas nuevas empresas que se han sumado al ecosistema existente en Latinoamérica, representan un aumento del 66% respecto al informe publicado el año anterior.
Esta industria digital se ha expandido a 18 países, ocupando Brasil el primer puesto, con 380 nuevas empresas, seguido de México con 273, Colombia con 148 y Chile con 84… Y la cifra sigue sin duda creciendo.
De este modo, plataformas de financiación alternativas, gestión de finanzas personales, pagos, entre otros, enfocadas principalmente en préstamos en línea, pagos, remesas, comercio y mercado son una industria bullante, clave para avanzar en el objetivo planteado como país.
Las Fintech son una tendencia global donde innovaciones tecnológicas ayudan a las finanzas a ser más democráticas y eficientes. Si Chile quiere conseguir su cometido, es un trabajo que debemos hacer en conjunto con ellas y el talento emprendedor.
