MERCADOS
Crédito: ATON, Getty Images y archivo
Los empresarios aseguran que el impuesto a los super ricos es una “mala política pública”, y en el Gobierno alegan que se trata de una iniciativa inconstitucional. Pero estas advertencias están marcadas claramente por el conflicto de interés que existe, dado que inevitablemente un proyecto de este tipo afectará el bolsillo del Presidente Piñera una de las 8 mayores fortunas del país de acuerdo al ranking Forbes, señaló en El Mostrador en La Clave el presidente del Centro Internacional de Globalización y Desarrollo. Para otros analistas, el debate “es la punta del iceberg de una discusión de verdad” sobre el modelo de desarrollo que queremos como país y “la instalación de un Estado de bienestar”, complementó Juan Eduardo Faúndez, presidente de la Fundación Socialdemócrata
La discusión sobre el Impuesto a los Súper Ricos esta instalada con fuerza en el país, no sólo por la tramitación del proyecto ad hoc en la Comisión de Constitución de la Cámara de Diputados, sino también por las opiniones de organismos internacionales como el FMI y la ONU y los datos del ranking Forbes que revelaron un explosivo aumento de las 8 mayores fortunas del país -entre ellos el Presidente Sebastián Piñera- en plena pandemia.
Mientras los empresarios aseguran que el proyecto es una “mala política pública”, porque “no recauda y desincentiva la inversión” –tal como planteó ayer en El Mostrador en La Clave el presidente de la Sofofa Bernardo Larraín Matte- en el Gobierno alegan que se trata de una iniciativa inconstitucional, y por ello amenazaron nuevamente con recurrir al TC.
Pero estas advertencias del Gobierno están marcadas claramente por el conflicto de interés que existe, dado que inevitablemente un proyecto de este tipo afectará el bolsillo del Presidente Piñera.
“Hay un conflicto de interés brutal, porque quienes se oponen al impuesto son los súper ricos, entre ellos el Presidente Sebastián Piñera”, sostuvo en El Mostrador en La Clave el economista Andrés Solimano, presidente del Centro Internacional de Globalización y Desarrollo.
De acuerdo a Solimano, si uno ve cómo ha actuado el Gobierno en temas como el impuesto a los súper ricos, uno puede decir que “está mucho más cercana a la definición de plutocracia”.
Y en la discusión es imposible obviar los datos entregados por Forbes, dado que “si uno suma la riqueza de ese grupo” que aparece en el ranking “los activos que ellos acumulan son cercanos al 30, 40% del PIB de un año del país”, añade.
La paradoja se da además en que en el último tiempo, en Chile “aumentaron en un 74% los campamentos, y paradójicamente aumentó un 73% la riqueza” de las 8 familias que consignó Forbes, complementa Juan Eduardo Faúndez, presidente de la Fundación Socialdemócrata, aludiendo al listado que completan Iris Fontbona y la familia Luksic, Julio Ponce Lerou, Horst Paulmann, Roberto Angelini, Álvaro Saieh, Patricia Angelini y Luis Enrique Yarur.
A juicio de Faúndez, la discusión sobre el Impuesto a los súper ricos es solo la puerta de entrada a un debate más de fondo sobre el modelo de desarrollo que queremos como país. “Es la punta del iceberg de una discusión de verdad” que es “la instalación de un Estado de bienestar”, comenta.
Sobre todo, porque “cuando tienes una sociedad con una asimetría que se ha profundizado” con la pandemia, “si la clase política no genera cambios sustanciales”, esto “puede estallar una vez más”, sostiene el presidente de la Fundación Socialdemócrata.
En medio de este debate, el exministro de Hacienda Nicolás Eyzaguirre aseguró en Radio Cooperativa que el impuesto no produce grandes distorsiones si se aplica una sola vez, pero que aún así genera diversos problemas por las dificultades para fiscalizar a las grandes fortunas.
“Por una vez no produce grandes distorsiones, no obstante, aunque de alguna forma es un mínimo de justicia frente a la gente que ha tenido que sacar su fondo de jubilación que los más ricos aporten en este momento», indicó.
Sin embargo, señaló que “el problema es que las grandes fortunas no tienen anotado su patrimonio a título personal, lo tienen diluido en múltiples corporaciones, entonces seguramente le van a pescar la cola apenas, ni siquiera el cuerpo ni la cabeza (…) pero si no hay otra cosa y habida cuenta de la tremenda injusticia de que la gente haya tenido que echar mano a sus fondos previsionales, yo creo que amerita darle consideración”.
El Impuesto a los súper ricos avanzó ayer en la Comisión de Constitución con la aprobación por 7 votos a favor y 6 en contra de la indicación fusionada presentada por la oposición.
La indicación aprobada recoge el artículo original del proyecto más la propuesta DC que plantea gravar a las megaempresas y elimina algunas exenciones tributarias, con el objetivo de generar una recaudación que permita establecer una Renta Universal de Emergencia para que las familias puedan enfrentar la pandemia.
Pendiente quedó una indicación de Chile Vamos, ingresada por el diputado Gonzalo Fuenzalida (RN), la cual será votada en una próxima sesión.
