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En línea con los pronósticos del FMI y del Banco Mundial para la región, Chile es, un mes más, el país de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) para el que los indicadores compuestos avanzados preludian de forma más clara una ralentización económica.
La OCDE explicó este martes en un comunicado que el indicador de Chile en septiembre cayó 73 centésimas respecto al mes anterior, frente a las 20 centésimas para el conjunto de la organización.
Se quedó en 94,53 puntos, que es el nivel más bajo de todos los miembros (la media de la OCDE fue de 98,56 puntos), muy por debajo de los 100 puntos que marcan la media de largo plazo.
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No hubo ningún otro país que se situara por debajo del umbral de los 95 puntos. El que más se acercó fue Grecia, con 96,05 puntos.
Chile lleva varios meses siendo el miembro en el que los descensos de su indicador son los más pronunciados.
Eso no significa que su ralentización vaya a ser la más violenta, pero sí que los signos de inflexión del ciclo económico son allí muy evidentes.
Los indicadores compuestos avanzados señalan varios meses por anticipado cambios en el ciclo económicos.
El pronóstico está en línea con lo señalado hace una semana por el Banco Mundial (BM), desde donde aseguraron que las economías de América Latina y el Caribe —incluido Chile— crecerán de media más de lo esperado en 2022, aunque este crecimiento se ralentizará en 2023 y 2024.
En tanto, poniendo peos fríos a la situación, el Ministro de Hacienda, Mario Marcel, sostuvo que, en medio del «proceso de ajuste» de la economía chilena, la situación se está acoplando con una moderación de los precios internacionales de los combustibles y de los alimentos. Esto, según el jefe de la billetera fiscal, se traducirá en una baja de la inflación en los próximos meses y, si la situación se mantiene como está, también en una caída de los precios.
Por su parte, el Fondo Monetario Internacional (FMI) precisó hace unos días que la recesión mundial puede evitarse si las políticas fiscales de los gobiernos fueran coherentes con el endurecimiento de la política monetaria, sin embargo, afirman es probable que haya países que caigan en recesión el próximo año.
