El ministro de Hacienda de Chile, Felipe Larraín, prometió controlar el gasto fiscal en tanto intenta contener las alzas de precios después de que las expectativas de inflación alcanzaron un peak de diez meses a principios de este mes.
Larraín quiere que el gasto del Gobierno crezca a un ritmo más lento que el producto interno bruto, que según los cálculos del Gobierno se expandirá un 6 por ciento anual promedio en su mandato de cuatro años.
«Con una expansión más moderada del gasto público, voy a controlar la inflación y contribuiré a un tipo de cambio más competitivo y a tasas de interés más bajas», dijo hoy en una entrevista en la ciudad de Nueva York.
El gasto fiscal creció 3,2 por ciento el año pasado, mientras que el PIB se expandió un 6 por ciento. Este año, el Gobierno estima que el crecimiento económico se desacelerará y será de entre 4 y 5 por ciento, mientras que se proyecta que el gasto público aumentará 5,3 por ciento.
Incluso con un crecimiento limitado del gasto el año pasado, la inflación superó el límite superior del rango que había proyectado el banco central en diciembre, enero y febrero, antes de ubicarse en un 3,8 por ciento en marzo. El banco central no repitió el recorte de la tasa de interés de enero, manteniendo la tasa de interés de referencia en 5 por ciento en sus últimas tres reuniones.
Los responsables de las políticas oficiales apuntan a una inflación del 3 por ciento, más o menos 1 punto porcentual en el transcurso de dos años.
Chile «definitivamente» puede mantener la inflación dentro del rango pronosticado por el banco central este año, dijo Larraín hoy en un discurso ante la Americas Society y el Consejo de las Américas.
Larraín, que tiene 54 años, tiene un doctorado en economía en la Universidad de Harvard en Cambridge, Massachusetts.
