No le va bien a los hermanos Ponce Lerou con los actos públicos. Sometidos al escrutinio general por las operaciones de compra y venta de acciones entre las sociedades con las cuales controla SQM, Julio Ponce ha debido enfrentar los cuestionamientos de sus socios minoritarios y la estructura de sus sociedades cascadas está en la mira de de los reguladores.
La Superintendencia de Valores y Seguros (SVS) le ordenó reversar utilidades millonarias por el ejercicio 2011. Y desde hace algunas semanas, por solicitud de las AFP y de Moneda Asset, la entidad que dirige Fernando Coloma investiga las transacciones que Ponce realizó en los últimos años, hurgando incluso detalles de las actas.
Junto con ello, los minoritarios lo han encarado en las últimas juntas de accionistas. El viernes pasado correspondía la junta extraordinaria de Oro Blanco, la sociedad que controla el 88,5% de Pampa Calichera, sociedades que a su vez tiene directa e indirectamente el 31% de SQM.
El objetivo de la junta era ratificar la división de Oro Blanco y la creación de Nitratos de Chile. El procedimiento parecía sencillo y así lo intentó explicar Eugenio Ponce Lerou.
Primero fue Fernanda Rodríguez, representante de AFP Habitat, la gestora de fondos de pensiones más ácida con Ponce. Frente a la solicitud de Ponce de designar accionistas para firmar el acta de la junta, Rodríguez tomó la palabra y quiso leer una escueta declaración, pero Ponce la interrumpió.
Le indicó que no era espacio para declaraciones y le pidió que se acotara al asunto concreto. “Si me dejara terminar entendería a que me refiero”, le replicó la “señorita” como le llamaba Ponce.
Finalmente, Rodríguez indicó que dado que las actas de juntas anteriores no habían reflejado los hechos reales que ocurrieron, esperaba que los designados verificaran que el nuevo documento sí lo haga.
Tras presentar la propuesta de dividir Oro Blanco y crear Nitratos, Ponce dio la palabra para votar y Vicente Bertrand, representante de Moneda Asset Management, se lanzó.
Pidió que la mesa explicara el sentido de la propuesta y los beneficios que traerá para los accionistas. Pero la respuesta fue como el hielo.
“Muy bien, si no le quedó claro, le sugiero que se dirija a la junta pasada de noviembre de 2011 en la cual fue aprobada esta división dado que lo que usted está diciendo no es materia de esta junta, yo ofrezco la palabra sólo para que se pronuncie respecto de las propuestas del gerente general”, disparó Ponce.
La pelea había comenzado. Bertrand, de Moneda, retomó el micrófono y reiteró sus críticas a la gestión de Oro Blanco, en cuanto a la forma cómo se ha manejado la compañía en el último tiempo y en particular a las operaciones que ha hecho Ponce con las sociedades cascada.
Rechazó la operación y dijo que esta división perjudica a los accionistas de la naciente sociedad Nitratos, quienes recibirán una acción de menor liquidez que Oro Blanco, “por lo que es dable pensar que las acciones de nitratos se transen con un descuento aun mayor que el antiguo asociado a Oro Blanco respecto de su activo subyacente, SQM”.
Insistió en que los estados financieros, la memoria y los balances de las sociedades que encabeza Ponce pecan de “falta de veracidad” y advirtió que la compra y ventas de acciones hechas en las sociedades cascada tienen cara de “triangulaciones”.
Pero Ponce, respondió inmutable: “Sus opiniones son muy subjetivas en términos generales pero OK, entiendo que usted rechaza la propuesta”.
Luego asomó Rodríguez nuevamente y la trifulca se desató. La representante de Habitat intentó hacer un ejercicio similar a Bertrand, pero, machista o no, Ponce la paró en seco.
“Señorita, yo quisiera solamente saber si usted está de acuerdo con lo planteado por el gerente general respecto de las propuestas antes expuestas, no es un tema el que usted mantenga una postura de manera u otra”, le sermoneó.
Rodríguez: “Pero usted dio la palabra”
Ponce: «Para esta propuesta. No es materia de la junta cualquier postura que usted pueda tener, solamente estoy diciendo aquí si usted acepta o rechaza lo expuesto».
Rodríguez: «Ese es mi punto, estoy fundamentando mi voto».
Ponce: «Usted rechaza entonces».
Rodríguez: «Permítame continuar por favor».
Ponce: «Le quiero decir que no va a quedar en acta lo que usted está diciendo».
En ese momento, un asistente expresó que los medios querían saber la opinión de los accionistas. “Si los medios de comunicación quieren saberlo la pueden entrevistar posteriormente”, refutó incólume Ponce.
Ante la intransigencia de Ponce Lerou, intervino un representante de Moneda, quien llamó la atención de los abogados presentes y advirtió que la Ley de Sociedades Anónimas establece que quien quiera dar su voto puede argumentar, como pretendía hacerlo Rodríguez.
Sin embargo, intervino Aldo Motta, el gerente general de Oro Blanco, para respaldar a Ponce y advertir que Rodríguez estaba haciendo una propuesta al pedir que se llamara a junta de accionistas para que se clarifiquen las operaciones que investiga la SVS.
Terminado el argumento del rechazo de Habitat, Ponce volvió a la carga. “Por no ser materia de esta junta no queda en acta”.
Entonces, Luis Santander, socio de la auditora Moore Stephens y accionista de Oro Blanco desde hace media década, no aguantó más y pidió el micrófono.
“Me llama mucho la atención la actitud que toma el controlador respecto de las opiniones que realizan los minoritarios. Es preocupante. La opinión de los accionistas minoritarios o institucionales para la mesa vale cero”, objetó Santander.
Consultado más tarde sobre el episodio, Santander señaló a El Mostrador Mercados, que la actitud de Ponce “fue grosera” y que se asimila a lo que está ocurriendo en Enersis, “pues se demuestra que los grupos controladores no tienen la más mínima consideración con los minoritarios”.
Para Santander, la sensación que le dejó la junta es que (Ponce) la hizo porque hay que hacerla y no le importaba lo que opinaran, porque ellos tienen el control”.
En el cierre, se sumaron al rechazo las AFP Provida, Capital, Cuprum, Planvital y la administradora de fondos Banchile AGF. El representante de Provida declaró que no tenían suficiente información para decidir, que Oro Blanco debería tomar otros caminos para potenciar la empresa y que le parecía cuestionable los cambios patrimoniales en la sociedad.
Pero Eugenio respiró tranquilo. “Perfecto, quedará en acta”, respondió con tono caballeroso a los hombres de las AFP. Luego dio por cerrada la junta, se retiró, salió de hotel, no dio declaraciones y se subió a su Mercedez convertible tratando de olvidar el mal rato.
Consultado sobre lo ocurrido en una AFP aseguraron que si bien es posible, el camino de pedir una junta extraordinaria no tiene mucho sentido, pues se repetirían episodios como el del viernes.
“La SVS es la única que puede tomar cartas en el asunto y fiscalizar. Una nueva junta puede terminal igual”. De Coloma depende.
