En una nota de prensa de la Tercera del día 13 de Julio de 2012, se cita una entrevista dada por el Ministro Longueira a 24 Horas, donde dijo que “hoy son las autoridades políticas, los actores industriales y artesanales, quienes deciden las cuotas de pesca, pero con la nueva ley dichos actores sólo serían consultados, y se crearán 11 Comités científicos que decidirán lo que se puede capturar de cada especie y no la “autoridad política ni los actores” y agrego que “así se aseguraría la sustentabilidad, porque los recursos pelágicos de hoy han disminuido, hoy día tenemos el 5% de lo que llegamos a tener una década atrás”.
Sin embargo, y aunque Greenpeace fue uno de los principales impulsores desde el 2010 de este cambio de criterio sobre la determinación de las cuotas de pesca, esta vez tenemos que decir que el Ministro Longueira se equivoca al afirmar que se logrará la sustentabilidad, debido a las siguientes razones:
Primero: el tiempo. La ley vigente de pesca caduca el 31 de diciembre de 2012, por lo que la ley que se discute en el Senado deberá regir desde el 1 de Enero del 2013 y lo estará ¡Por los próximos 20 años! por tal motivo los cambios que queremos en la nueva ley deben incluirse en las próximas semanas, de lo contrario, la ley durará más que nuestros peces y el empleo de miles de personas que dependen de ellos.
Segundo: la sobreexplotación. El 70% de las pesquerías nacionales se encuentran sobre-explotadas, y el texto del proyecto de ley insiste en no asegurar que los científicos sepan la real captura, eso no permite que ellos puedan determinar con certeza los rangos de pesca que permitan tener cuotas de pesca sustentables. Sólo así el mar podrá recuperarse y la industria no será destructiva con el medio ambiente.
Tercero: el descarte de especies. Aunque el debate de la Ley de Pesca no ha sido ciudadano y sólo ha quedado en las esferas de quienes participan de las actividades del sector y de las autoridades, Greenpeace ha logrado varios cambios en el proyecto de ley, pero aunque nuestra insistencia no ha sido posible cambiar en la ley el hecho de que se siga entendiendo que la captura es lo mismo que lo que declara en el puerto. Esto no cuenta las capturas que se descartan, las que podrían alcanzar hasta un 30% del volumen de pesca. Esto es un dato importante, ya que los científicos siempre van a tener datos incorrectos que harán que sus recomendaciones no permitan pescar de manera sustentable ya que siempre se pescará por sobre sus consejos.
Cuarto: El riesgo sobre el tercer sector económico. Son más de 100.000 personas las que dependen directa e indirectamente de la salud de la pesca en Chile, y ella ha sido el motor de desarrollo de muchas de las zonas costeras del país. Tener una mala ley de pesca, que no permita la recuperación de la pesca pone en riesgo los empleos de uno de los sectores económicos más importantes del país, trayendo impactos negativos a toda la nación, esta bomba de tiempo debe ser desactivaba por las autoridades antes de que sea demasiado tarde.
Quinto: regulación ineficiente: Hasta hoy los diferentes grupos con intereses sobre la pesca han discutido quién se queda con las cuotas de pesca, pero la realidad dice que no hay mucho por lo que pelearse, debido a que si tenemos una mala ley se agudizará la sobreexplotación y la actual crisis en la pesca podría definitivamente acabar comercialmente con algunas especies.
Sexto: falta de voluntad. Las autoridades, incluido el Ministro Longueira, sus asesores y el Subsecretario de Pesca y sus colegas, saben bien qué es lo que estamos pidiendo, pero han hecho oídos sordos a una demanda central en el logro de la sustentabilidad en la ley de pesca, poniendo no sólo en riesgo los empleos de miles de personas y haciendo inservible el esfuerzo de los científicos, sino que además agudizando la crisis que afecta a nuestros ecosistemas marinos.
Para lograr que de una vez por todas, las cuotas de pesca sean efectiva y eficientemente determinadas por los científicos, debemos ser miles de chilenas y chilenos que alzamos nuestra voz para exigir a quienes tomen las decisiones que incorporen los cambios necesarios para primero, recuperar la pesca en Chile y segundo lograr la sustentabilidad a largo plazo. Esa es la única forma de Salvar la Pesca en Chile.
