Publicidad

El crecimiento de la economía de EE.UU. se aceleró en el tercer trimestre


El crecimiento de la economía de Estados Unidos se aceleró entre julio y septiembre, cuando se expandió a un ritmo anual del 2 %, los consumidores y el Gobierno gastaron más y mejoró el mercado de la vivienda, según informó hoy el Departamento de Comercio.

En su cálculo inicial del producto interior bruto (PIB) en el tercer trimestre, el Gobierno indicó que la actividad económica creció a un ritmo anual del 2 %, comparado con uno del 1,3 % en los tres meses anteriores.

La mayoría de los analistas había calculado una tasa de crecimiento de entre el 1,7 % y el 1,9 % para el tercer trimestre. El informe del Gobierno es el primero de sus tres cálculos del PIB y las cifras se ajustarán en las próximas semanas.

El dato de hoy se suma a otros indicadores que en semanas recientes han dibujado un crecimiento más robusto de la mayor economía del mundo, incluido el descenso de la tasa de desempleo por debajo del 8 % por primera vez en 43 meses.

Cuando faltan 11 días para las elecciones en EE.UU., la situación económica es el asunto central en la contienda entre el presidente Barack Obama, quien busca un segundo mandato, y el republicano Mitt Romney, que se postula como un mejor gerente para una reactivación más vigorosa.

La actividad económica de EE.UU. ha crecido durante 13 trimestres consecutivos, como recordó hoy en un comunicado el presidente del Consejo de Asesores Económicos de la Casa Blanca, Alan Krueger.

«Queda mucho trabajo por hacer», sostuvo Krueger, que también dijo que este último informe del PIB muestra que la economía «se está moviendo en la dirección correcta».

En un comunicado divulgado por su campaña, Romney declaró que el informe de hoy es «desalentador», recordó que el crecimiento sigue siendo «lento» y anotó que es consecuencia de cuatro años de políticas equivocadas de Obama.

En lo que va de este año, la economía ha tenido una ganancia neta promedio de unos 146.000 puestos de trabajo por mes, por debajo del promedio de 153.000 de 2011, pero en gran contraste con la pérdida neta mensual de más de 700.000 empleos cuando Obama llegó a la Casa Blanca en enero de 2009.

El gasto de los consumidores, que equivale a casi el 70 % del PIB, aumentó un 2 % en el tercer trimestre comparado con un incremento del 1,5 % en el periodo anterior.

Sus gastos también mostraron una mayor confianza en el futuro: las compras de bienes duraderos crecieron un 8,5 % entre julio y septiembre.

Entre abril y junio, las ventas finales reales de bienes y servicios estadounidenses habían crecido un 1,7 % y, según el Departamento de Comercio, aumentaron un 2,1 % entre julio y septiembre.

El gasto gubernamental mostró en el tercer trimestre un aumento del 3,7 %, el mayor desde mediados de 2009 y debido principalmente a un aumento en las partidas militares.

El sector de la vivienda, cuyo colapso arrastró en 2008 a EE.UU. a su recesión más profunda y prolongada en casi ocho décadas, tuvo un aumento de inversiones del 14,4 % entre julio y septiembre.

Por su parte, el índice de precios en gastos de consumo, una medida de la inflación a la cual presta mucha atención la Reserva Federal en la confección de su política monetaria, subió un 1,8 % en el tercer trimestre. La inflación subyacente fue del 1,3 %.

El informe añadió que el ingreso real disponible en EE.UU. creció un 2,6 % entre julio y septiembre, comparado con un aumento del 3,8 % en el trimestre anterior.

Como resultado del aumento del gasto personal y un menor ritmo de crecimiento del ingreso, la tasa personal de ahorro bajó del 4 % en el segundo trimestre al 3,7 % en el tercero.

La tasa moderada de inflación sigue dando margen para la política de estímulo de la Reserva Federal que ha mantenido desde diciembre de 2008 la tasa de interés de referencia por debajo del 0,25 % y ha indicado que así quedará hasta mediados de 2015.

En su reunión de esta semana, el Comité de Mercado Abierto de la Reserva, que dirige la política monetaria, ratificó la continuidad de su programa de compra de títulos hipotecarios, a razón de 40.000 millones de dólares por mes, y de canje de bonos del Tesoro de corto plazo por otros de largo plazo por 45.000 millones de dólares por mes.

Ambos programas se mantendrán, añadió la Reserva Federal, porque «el crecimiento económico quizá no sea suficiente para generar una mejoría sostenida en las condiciones del mercado laboral».

Publicidad

Tendencias