Publicidad

HidroAysén advierte grave problema energético para próximo gobierno


El próximo gobierno de Chile, que asumirá el poder en marzo de 2014, tendrá un grave problema energético, porque la demanda del país sigue creciendo y la oferta se ha quedado estancada, advirtió ayer el vicepresidente ejecutivo del proyecto HidroAysén, Daniel Fernández.

En un encuentro con corresponsales extranjeros, Fernández sostuvo que para atender la demanda por el crecimiento económico es necesaria una política energética estatal que haga posible aportar 8.000 megavatios (MW) el año 2020 a la matriz energética chilena, que actualmente es de 17.000 MW.

Chile, que soporta un déficit de energía, ha sido escenario en los últimos años de movilizaciones sociales, campañas ecologistas y decisiones judiciales que han paralizado diversos proyectos.

Uno de los casos más conflictivos es HidroAysén, una iniciativa de Endesa Chile (controlada por Endesa España) y la chilena Colbún para construir cinco centrales hidroeléctricas en la Patagonia, a 1.800 kilómetros al sur de Santiago.

Este proyecto, que ya cuenta con la aprobación ambiental, contempla la construcción de embalses en los ríos Pascua y Baker, con una inversión de 3.200 millones de dólares, y prevé generar una media anual de 18.430 gigavatios hora (GWh).

Sin embargo, la construcción está paralizada a la espera de que el Consejo de Ministros resuelva cerca de dos mil recursos que se han presentado en su contra.

"HidroAysén se encuentra en estado de avance lento, ralentizado, a la espera de ciertas decisiones", explicó hoy su vicepresidente ejecutivo.

Según Fernández, "no hay miles de recursos pendientes, son sólo 38, de los que la mitad ya ha sido resuelto por la Justicia y la otra mitad buscan la anulación total del proyecto".

"No veo cuál es la dificultad para que no se resuelvan rápidamente esos recursos que nada tienen que ver con aspectos técnicos", dijo.

Si HidroAysén pudiera empezar a construirse mañana mismo, la primera de las cinco centrales estaría lista en cinco años y el proyecto completo, en diez.

"El debate es bien complejo y se tiende a simplificar; hace falta responsabilidad por parte del sector empresarial, del sector político y de los medios de comunicación", aseveró el directivo.

La empresa ya ha alcanzado un acuerdo con 31 de las 32 familias que se verían desplazadas por la construcción de las represas, aseguró Daniel Fernández, quien destacó además que la proporción de gigawatios generados por hectárea inundada es "una de los más eficientes del mundo".

El proyecto inicial se presupuestó en 3.200 millones de dólares, pero después se ha encarecido en cerca de un 25 %. En tanto, el costo de la línea de transmisión hasta la ciudad de Puerto Montt equivaldrá al de la construcción de las centrales.

En mayo del año pasado, Colbún, propietaria del 49 % de este proyecto hidroeléctrico, suspendió de manera indefinida el estudio de impacto ambiental correspondiente a la línea de transmisión.

Los responsables de HidroAysén están a la espera de que las autoridades den a conocer los detalles de la llamada "carretera eléctrica", una red estatal para conectar los sistemas de generación a lo largo de todo el país.

Respecto a la polémica desatada por HidroAysén, Daniel Fernández puntualizó que hay que distinguir entre la sensibilidad ciudadana por la conservación de un territorio valioso y la acción de los activistas dirigidos por el líder ambientalista Douglas Tompkins.

Según el vicepresidente ejecutivo de HidroAysén, este magnate estadounidense ha puesto en marcha una "campaña millonaria con fines desconocidos".

Agregó que existen varios mitos sobre el proyecto hidroeléctrico que han calado en la conciencia de un sector de la ciudadanía, pero que son falsos.

Uno es que inundará, al menos, la mitad de la región de Aysén; otro, que la línea de transmisión abrirá una "cicatriz" en el territorio patagónico y el último, que Chile no necesita este proyecto porque tiene suficiente con las energías renovables no convencionales.

Chile, aseguró Fernández, tiene una matriz muy térmica, dependiente de recursos hidrocarburos que vienen del exterior y que son adquiridos a altos precios.

El directivo de HidroAysén desestimó la alternativa de las minicentrales hidroeléctricas, que defienden algunos ecologistas y que calificó de muy destructivas para el medioambiente "porque secan algunos tramos de los ríos, generan muy poca energía y crean una red de transmisión parecida a una tela de araña".

Es necesario "una toma de decisiones coherente, eficaz y clara", enfatizó Fernández, para quien en materia de política energética, el gobierno de Sebastián Piñera partió con buenas intenciones, pero después se ha visto entrampado.

Publicidad

Tendencias