La candidata presidencial Michelle Bachelet rechaza las afirmaciones del gobierno de que sus propuestas de gravar y gastar sean fiscalmente irresponsables. El retorno de la deuda chilena durante su primer mandato, que superó a toda la región, es una señal de que los tenedores de bonos podrían dar a Bachelet el beneficio de la duda.
Los bonos chilenos denominados en dólares rindieron 32 por ciento de marzo de 2006 a marzo de 2010, es decir durante todo el mandato de Bachelet. Asimismo tuvo los superávit presupuestarios más altos de cualquier Presidente chileno de la historia. Esa rentabilidad equivale a tres veces el retorno que obtienen los bonos bajo el gobierno actual del Presidente Sebastián Piñera y más que el aumento de 27 por ciento sobre los bonos latinoamericanos similares, según Bank of America Corp., en el mismo periodo de tiempo.
Moody’s Investors Service otorgó a Chile la única calificación crediticia de doble A de América Latina tres meses después que Bachelet dejó su cargo, haciendo referencia a “años de políticas macroeconómicas sólidas”.
Ahora que Bachelet es la favorita para volver al poder en las elecciones de noviembre, promete elevar el gasto para poner fin a más de dos años de protestas estudiantiles. Aunque el gobierno dice que sus propuestas amenazan con debilitar el crecimiento económico, Alfredo Coutiño de Moody’s Analytics Inc. y Neil Shearing de Capital Economics Ltd., sostienen que la trayectoria de Bachelet muestra que esos temores son exagerados.
“Está convencida de que una de las mayores fortalezas de la economía chilena fue tener cuentas fiscales sanas”, señaló Coutiño, director de América Latina de Moody’s Analytics en West Chester, Pensilvania. “Esperaría que un segundo mandato refuerce la gestión de la política económica, en especial la política fiscal”.
El diferencial de rendimiento de los bonos de referencia de Chile con vencimiento en 2022 respecto de los bonos del Tesoro estadounidense se redujo cuatro puntos básicos, o 0,04 punto porcentual, a 1,06 puntos porcentuales el día después que Bachelet triunfara en las primarias de la oposición el 30 de junio.
El gobierno de Bachelet registró superávits de presupuesto durante sus primeros tres años en el poder, generando ahorros equivalentes al 22 por ciento del producto interno bruto y haciendo de Chile el único acreedor neto de América Latina. La red de seguridad significó que la deuda del país entregó a los tenedores de bonos un 9,2 por ciento en 2008, el año de la crisis financiera mundial, mientras que los inversores de todos los países latinoamericanos perdieron 26 por ciento.
El país tenía US$ 5.900 millones de activos del tesoro cuando Bachelet llegó a la Presidencia. Para fines de 2008, poseía ahorros de US$ 25.500 millones, que ella luego utilizó para combatir la recesión en 2009.
“Hay un historial que se ha demostrado”, destacó Shearing, economista de Capital Economics en Londres. “Me sorprendería que hubiera un cambio importante de política”.
