El peor desplome que tuvieron los precios de la soja en 21 meses reduce la principal fuente de dólares de Argentina, lo que profundiza la racha de agotamiento de las reservas de la nación para pagarle a los tenedores de bonos.
Los futuros en soja a noviembre cayeron un 11 por ciento desde que alcanzaron la máxima de cuatro meses del orden de US$13,3025 por fanega, que es el mayor retroceso desde que finalizó el período en noviembre de 2011. La oleaginosa, que junto con sus derivados significa casi el 85 por ciento de de los ingresos por retenciones a las exportaciones que aplica Argentina, ahora cotiza próximo a una mínima de 19 meses, según los datos recabados por Bloomberg. Retrocedió un 21 por ciento desde el 9 de julio de 2012, según muestran los datos.
La presidenta Cristina Fernández de Kirchner cuenta con el producido de la venta de la cosecha del próximo año para reabastecer de reservas al banco central y cumplir con las obligaciones de la deuda que se calculan en cerca de US$8.300 millones para este año. Este año la rentabilidad de los títulos de deuda argentinos trepó a un promedio del 13,65 por ciento el 2 de agosto en un momento en que las reservas del banco central caían a la tasa más alta verificada en más de un decenio.
“El Mercado bajista de la soja bien podría privar a la Argentina del 10 por ciento de su principal fuente de dólares”, dijo Alejandro Ovando, director de administración de Investigaciones Económicas Sectoriales, durante una entrevista telefónica que se hizo desde Buenos Aires. “El organismo fiscal argentino verá la recaudación de la soja cayendo mucho más”.
La recaudación argentina descenderá en unos US$1.900 millones este año, a causa del precio más bajo que tendrá la soja, dijo Ovando. El déficit puede incrementarse el año entrante cuando los agricultores pugnen por mantener el volumen de producción mientras bajan los precios y sube el costo de siembra, dijo.
Retenciones a las exportaciones
El volumen de la cosecha de soja se duplicó durante la década que siguió al default por US$95.000 millones de la nación en 2001, lo que contribuyó a que este país se reabasteciera de reservas en un momento en que enfrenta los costos de endeudamiento internacionales más altos de los mercados emergentes.
Con una retención a las exportaciones promedio del 25 por ciento para la soja y sus derivados, como el aceite de soja y el diésel, Argentina fue en el exportador más grande de aceite de soja y el tercero de porotos de soja sin procesar, lo que contribuyó a apuntalar las arcas del gobierno.
Fernández ya usó más de US$30.000 millones de reservas para pagar la deuda externa desde que abrió la canilla del banco central en 2010 por primera vez, y tiene planes de gastar US$8.000 millones en el mismo fin este año, según consta en el presupuesto 2013. Las reservas del banco central al 30 de junio cayeron un 21 por ciento contra el año anterior, lo que es la mayor caída de los países de América Latina, según los datos recabados por Bloomberg. Las reservas excluyen de su cálculo al oro.
