“Yo esperaría que toda la gente que sigue en la Nueva Mayoría y piensa como Velasco, los liberales en lo económico que piensan como él, que se vayan con Velasco. Eso sería lo coherente. Para los liberales en lo económico su domicilio natural o es en la derecha, o es en el movimiento de Velasco, no en la Nueva Mayoría".
Ese fue el comentario de Francisco Vidal, ex vocero del primer gobierno de Bachelet, en entrevista con The Clinic a fines del año pasado. Pero resulta que son tres economistas liberales, y cercanos a Velasco, los que tendrán gran parte de la responsabilidad del manejo económico del próximo gobierno: Alberto Arenas, Luis Felipe Céspedes y Alejandro Micco.
Ellos tendrán que mantener los tan preciados equilibrios macro, implementar la reforma tributaria y crear una AFP estatal. Se enfrentarán a una economía que se enfría más de lo anticipado, a una coalición gobernante que tiene bloques que son escépticos a las posturas económicas tradicionales de los primeros gobiernos de la Concertación y con la presión de afinar los detalles de la reforma tributaria, en particular la prometida eliminación del FUT.
El personaje clave es Arenas. El economista de la Universidad de Chile con doctorado en la Universidad de Pittsburgh fue director de Presupuesto del primer mandato de Bachelet y trabajó en el equipo que formó Velasco en Hacienda; luego, estuvo en el directorio de Codelco y, hasta el año pasado, fue miembro del directorio de Canal 13, de propiedad de Andrónico Luksic. Arenas se ha mantenido cercano a Velasco y colegas suyos de la FEN lo describieron –en La Tercera– como un “economista socialdemócrata clásico, más progresista que lo usual, pero no radical. Y que tiene una visión económica similar a la de Velasco”.
Velasco fue autónomo y “porfiado”, dicen quienes lo conocieron mientras fue ministro. A diferencia de él, Arenas le encuentra la razón a Bachelet y “no le pone obstáculos”. Buscará la manera de implementar y financiar lo que la mandataria diga.
Un economista cercano a los tres y que fue parte del comando de la Nueva Mayoría, puntualiza que, a diferencia de Velasco, Arenas, Micco y Céspedes están 100% comprometidos con eliminar el FUT y con encontrar la fórmula que permita financiar una educación gratis para todos.
Pero hay más diferencias que llevaron a Bachelet a instalar a Arenas en Hacienda.
Como reportó El Mostrador la semana pasada, fue desde antes de la campaña que se ganó un espacio de poder importante en el círculo más íntimo de la mandataria electa. Esto sobre la base de lealtad y reserva. Su rol fue determinante en más de una definición política. Su bajo perfil no es del gusto de los empresarios y en ese sentido marcará una diferencia importante con todos los ministros de Hacienda de la Concertación, que contaban con la simpatía y beneplácito de CasaPiedra, además de poder de veto dentro del conglomerado.
En una columna en este medio, publicada esta semana, Francisco Klapp, economista de Libertad y Desarrollo, dice que será Arenas el principal responsable en conducir la tan anticipada reforma tributaria. "Esta reforma, si bien cuenta con los quórums necesarios para rápidamente ser aprobada en ambas Cámaras, probablemente no resulte en la práctica nada fácil de liderar". Agrega que la eliminación del FUT será lo más complicado "y es aquí donde legislar no resulta nada sencillo, pues este cambio implica una reescritura mayor de la ley de la renta y su espíritu; los incentivos para estructurar las empresas, lo que naturalmente debe considerarse al redactar el proyecto; los nuevos costos administrativos para privados y Estado del sistema y –por consiguiente– su eficiencia; así como los incentivos al ahorro al interior de las firmas, que en última instancia han financiado gran parte de la inversión en los últimos 30 años".
Otros economistas piensan que, tan complicado como la reforma tributaria, será el manejo presupuestario, dado el escenario que se viene para la economía este año.
Para Manuel Agosin, decano de la Facultad de Economía de la Universidad de Chile, Arenas es más que capaz de enfrentar esos desafíos. "Además de muy buen economista, Alberto Arenas es un experto en finanzas públicas y pensiones. Es una de la personas que mejor conoce el presupuesto público chileno".
Arenas es uno de los asesores más influyentes de Bachelet. Cercano al senador Camilo Escalona, fue quien monitoreó la propuesta programática de la candidata de la Nueva Mayoría con miras a las elecciones presidenciales de 2013.
De acuerdo a Poderopedia, Arenas es cercano al economista Dante Contreras, actual director del departamento de Economía de la Universidad de Chile; Harald Beyer, ex ministro de Educación del Gobierno de Sebastián Piñera y ex analista del Centro de Estudios Públicos (CEP); Rodrigo Valdés, economista en jefe de BTG Pactual para la región andina, ex economista jefe del Banco Mundial y asesor de Hacienda durante el gobierno del Presidente Ricardo Lagos; y David Bravo, economista de la Universidad de Chile y su amigo, con quien comparte su fascinación por el tema previsional.
Un personaje del mundo de las finanzas y que posee vínculos con la Nueva Mayoría, opina que Arenas tendrá un importante desafío: “Es un viejo conocido en Teatinos 120 y con buena escuela de negociación con parlamentarios durante años en Dipres, pero en el mundo empresarial es bastante desconocido”.
Una crítica que se le hace desde el interior de la Nueva Mayoría, es que Arenas no tendría la personalidad para enfrentar a la Presidenta como sí la tenía Velasco.
Según Ciper, Arenas está formando un equipo con sensibilidad política, precisamente para asegurarse que, a diferencia de los equipos técnicos de anteriores gobiernos concertacionistas, esta vez haya gente comprometida con una visión más progresista del rol del Estado en la economía.
Como vicecapitán de ese equipo estará otro hombre de Velasco: Alejandro Micco, Doctor en Economía de la Universidad de Harvard y profesor de la Universidad de Chile.
Fue Coordinador General de Asesores y de Mercados de Capitales del ministerio de Hacienda durante el periodo de Velasco. Tuvo un rol clave en la Reforma Previsional y el Seguro de Cesantía, dos de las propuestas consideradas más exitosas del primer gobierno de Bachelet. Ahora será el subsecretario de Hacienda.
El economista DC fue parte del comando de Claudio Orrego durante su fallida campaña presidencial. En el comando de Bachelet su rol fue explicar y defender la propuesta de reforma tributaria. Ha sido persistente en tratar de demostrar que una reforma tributaria radical es indispensable para el desarrollo del país. Fue criticado por algunos miembros de su propio partido por ser demasiado personalista durante la campaña.
El tercer hombre de Velasco en el equipo económico es su más cercano: su amigo Luis Felipe Céspedes, próximo ministro de Economía.
Un colega dice que "Céspedes es uno de los grandes macroeconomistas en Chile, es lo más cerca que Velasco está en el gabinete, aunque será interesante ver qué sello le dará Luis Felipe al cargo".
Al igual que Micco, este doctor en Economía de la Universidad de Nueva York también es DC. Céspedes es amigo personal de Andrés Velasco y tiene una muy buena relación con Arenas. En el primer gobierno de Bachelet fue coordinador de las políticas económicas y asesor económico jefe de Velasco en Hacienda.
Algunos de la Nueva Mayoría lo critican por ser un tecnócrata. Ha sido gerente de Investigaciones Económicas en el Banco Central de Chile e investigador invitado por el FMI (Fondo Monetario Internacional).
Una fuente que fue parte del equipo económico de la Nueva Mayoría durante la campaña, pero que no será parte del gobierno, señala que Arenas, Micco y Céspedes poseen claridad de que "tienen un desafío no menor y que hay miembros de la coalición al interior del gobierno que los miran con recelo. Su fuerza está en que los tres tienen la plena confianza de la futura Presidenta".
