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Caída de Argentina atrae a quienes, como Bass, invierten en 200 años de impagos


Kyle Bass dice que aún puede ganarse dinero prestándole a Argentina, un país mal pagador como pocos en el transcurso de la historia. El administrador de fondos de cobertura es el último ejemplo de inversor internacional que busca riquezas donde las crisis han arruinado a la mayor parte de los ciudadanos en los últimos 200 años.

El país sudamericano no ha pagado a sus acreedores en siete ocasiones desde la independencia de España en 1816, y luego del último impago, en 2001, Argentina aún no ha llegado a un acuerdo con la totalidad de sus financistas. De todos modos, Bass dijo que compró bonos argentinos a 55 centavos por dólar el año pasado y que no tiene planes de vender, ni siquiera en momentos en que los inversores globales dicen que hay un 86 por ciento de probabilidades de que Argentina deje de pagar en los próximos cinco años.

“Esos bonos representan una gran oportunidad”, dijo Bass, que administra alrededor de US$2.000 millones para Hayman Capital Management LP, que tiene sede en Dallas. “Ya sé que hoy eso no se ve, pero es el momento de pensar en ello”.

Argentina se jacta de contar con petróleo de esquisto y de tener bonos que pagan aproximadamente el triple del promedio de los países emergentes en relación con los bonos del Tesoro de los Estados Unidos de referencia. Eso atrajo a inversores como la compañía petrolera española Repsol SA, que perdió miles de millones, y a la firma de inversión estadounidense Frankin Resources Inc., que no ha perdido. Ahora que Argentina devaluó su moneda para frenar la declinación de las reservas en momentos en que tiene la segunda inflación más rápida de la región, lo que ha desencadenado la mayor caída de bonos entre 60 países en vías de desarrollo, los inversores parecen a punto de embarcarse en otro viaje por una de las montañas rusas más antiguas del mundo.

‘Un caos’

“En los últimos 100 años, Argentina ha dejado de ser uno de los niños mimados de los inversores extranjeros para convertirse en uno de los flagelos”, dijo Walter Molano, autor de “In The Land of Silver: 200 Years of Argentine Political-Economic Development” (“En la tierra del Plata: 200 años de desarrollo económico y político en Argentina”), en entrevista telefónica desde Greenwich, Connecticut. “Es algo que ha pasado en varias ocasiones. Las perspectivas argentinas son difíciles. La verdad es que han transformado la economía en un caos”.

La posición económica de Argentina se ha deteriorado. En 1908 ocupaba el séptimo lugar en una lista de los países de mayor riqueza per cápita, según datos que recopiló el Maddison Project. Para 2012 había caído al puesto 55, detrás de Venezuela, Kazakhstan y Guinea Ecuatorial, entre otros, según el Banco Mundial.

Bass, que ganó al apostar contra las hipotecas estadounidenses en 2007, piensa que Argentina encontrará la forma de pagar a los tenedores de bonos y no cree que el país vaya a ocasionar pérdidas a los acreedores una vez más. Los bonos que compró a US$ 0,55 treparon a US$ 0,74 en diciembre para luego volver a desplomarse. “Creo que en un año o dos van a pasar cosas muy interesantes”, dijo Bass. “Es el país más interesante en el que contemplar una inversión”.

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