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Tres grandes bancos europeos rediseñan sus planes de capital tras las pruebas de resistencia de la Fed


Tres grandes bancos europeos buscaban el jueves rediseñar sus planes para el capital de sus filiales estadounidenses después de que la Reserva Federal encontrara una serie de "deficiencias" en el modo en que calculan las pérdidas en caso de desaceleración económica grave.

Aunque se determinó que los británicos HSBC Holdings y Royal Bank of Scotland Group y el español Banco Santander tenían colchones de capital suficientes para un escenario de estrés, los bancos suspendieron en las pruebas de solvencia anuales de la Fed debido, principalmente, a problemas a la hora de calcular los ingresos y pérdidas de sus operaciones en periodos de turbulencias.

La Fed no permitirá a estos bancos aumentar los dividendos que pagan a sus matrices, lo cual podría afectar a los beneficios que los bancos buscan reinvertir en diferentes áreas de sus negocios. Los tres bancos, que se sometieron a las pruebas de la Fed por primer vez, dijeron que trabajan ya en la reelaboración de sus planes de capital.

Todo esto pone de manifiesto el intento de las autoridades mundiales de asegurarse que los contribuyentes no se ven obligados a rescatar a bancos fallidos extranjeros. También pone en evidencia el reto que afrontan los bancos mundiales para tranquilizar a los diversos reguladores nacionales. Los "resultados son un claro recordatorio de los crecientes costes de un mercado bancario mundial que se está fragmentando", señalaron los analistas de Deutsche Ban en una nota.

El español Santander ha recibido críticas de algunos inversionistas por tener niveles de capital más bajos bajo el régimen Basilea III que otros grandes bancos europeos. Santander ha señalado que puede trasladar capital de sus filiales con exceso del mismo a otras que estén infracapitalizadas, por lo que la decisión de la Fed podría debilitar ese argumento, señalaron los analistas el jueves.

No está claro cómo afectará el anuncio de la Fed a Santander en las pruebas de solvencia que realizará la Unión Europea próximamente, ya que las autoridades aún deben definir cómo tratarán los reguladores a los activos de las filiales extranjeras de los bancos europeos.

La decisión de la Fed de suspender a estos tres bancos extranjeros se produce antes de que entren en vigor las nuevas normas que obligarán a todos los grandes bancos no estadounidenses a someterse a las pruebas anuales de solvencia a partir de 2016. La Fed estima que se verán afectados entre 15 y 20 bancos.

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